Eres Solo Mio

Capítulo 4: Clemencia

A veces las cosas no son comprensibles, o mejor dicho aceptables, ver partir a Ritsuka kun fue algo ¿doloroso? Pero si apenas lo vengo conociendo, no puedo enfocarme en el cuándo él ha de tener a su destinado, miro mis moretes y recuerdo todo lo que Yuki me hace, Uenoyama vio estos moretes y ya me imagino lo que ha de pensar, además...creo que ya se dio cuenta que soy un omega, un maldito omega, pero que puedo hacer a estas alturas, ¿suplicarle a que no diga nada? O mejor dicho pedir clemencia a Yuki si se llegase a enterar de que Uenoyama estuvo aqui, ya no lo sé.

Pov Normal

Tras dejar el apartamento de Mafuyu, Uenoyama no dejaba de pensar en las marcas del brazo de Mafuyu, los moretes que tenía en sus extremidades, ¿tendría pareja? ¿esa pareja lo trataba bien? Evidentemente no a esto último, fue lo que pensó, sin embargo, al ver la negativa de forma indirecta de Mafuyu pudo descifrar muy bien en el algo al que le llamaría miedo o mejor dicho terror, pero ¿a qué? ¿A qué le temía Mafuyu? ¿A su posible pareja?

-Mierda pienso mucho las cosas –dijo Uenoyama llevándose la mano a la cara –será mejor que entre y me relaje y me olvide de esos pensamientos irracionales que tengo, no hay nada mejor que la paz y tranquilidad de mi hogar...-Uenoyama solo pudo ver con irritación y poca sorpresa a su compañero de apartamento, ahora el susodicho tenía con él, por lo menos 6 jaulas donde había un pequeño lagarto, y sepa que cosas más tenia, sin contar las plantas carnívoras –hable demasiado rápido.

-Cálmate ahora mismo me las iba a llevar al laboratorio de Hashimoto –respondió Akihiko –Haruki vino y hasta el mismo me advirtió de que tu o el administrador podría asesinarme si continuaba con esto.

-Akihiko –Uenoyama solo pudo llevarse la mano a la cara –estás loco, no me queda duda de que lo estas, solo llévatelos y deja de estar creyéndote un santo de los animales.

-Ay tranquilo –dijo Akihiko para luego ver al chico - ¿Qué te ocurre? Vienes con una cara de decepción, depresión y muchas cosas más.

-No estoy para juegos –dijo Uenoyama de lo más neutro posible –no me pasa nada, bueno no lo sé.

-A ver cuenta que paso –dijo Akihiko depositando al pequeño lagarto que sostenía en manos en su jaula - ¿paso algo en el trabajo?

-Solo una paciente que fue enviada a electroshock por tu novio –contesto Uenoyama –pero no solo eso me impacto para ser honesto –suspira - ¿conoces al chico del 305?

-No, realmente no me eh percatado de el –contesto Akihiko - ¿Qué ocurre con él?

-Bueno, no quería decírselo a él porque podía incomodarle, pero –suspira –parece que alguien lo maltrata bueno o eso pienso yo cuando vi los moretes en su cuerpo y además de que él es un...omega.

-Ay Ue –contesto Akihiko viendo al más joven –ten cuidado donde metes tu nariz, si ese chico es un omega y tenía esos moretes puede ser debido a su pareja cuando el entra en celo.

-Akihiko, yo reconozco cuando hay marcas de maltratos y él las tenía –contesto Uenoyama –yo no soy experto en esto, pero de algo puedo estar seguro, pude ver en sus ojos algo llamado miedo y el pedir clemencia a su vez, ese chico está sufriendo en silencio.

- ¿Y? mira suena feo lo que diré, pero es mejor que te tomes con precaución a ese chico –aconsejo Akihiko –no lo digo por el sino por la pareja que él ha de tener y si es un alfa territorial no dudara en atacarte y lo sabes muy bien.

-Lo sé –dijo Uenoyama resignado –pero como pueda lo ayudare, no me involucrare, pero si lo escuchare cuando se pueda –el chico pelinegro estaba determinado en todo, en ayudar a su vecino y nuevo amigo, sabía que podría ser difícil pero no imposible el poder ayudarle.