Parte 10

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No lloréis mas por mi he que llegado. 





Bakugo sentía su excitación por todas partes, en su olor, en su postura, a través del vínculo.

-Huele tan bien - gimió mientras entraba en la habitación, oliendo de forma escandalosa hacía todos lados, finalmente pareció escoger a donde dirigirse cuando se encaminó hacía el banco de pesas, se arrodillaba de golpe y comenzaba a acariciar la superficie - alfa, alfa, alfa por todos lados.

Katsuki se quedó parado en la puerta, todo su razonamiento congelado, aturdido de lo que estaba aconteciendo, como si lo mirara todo en un tercer plano. Sabía que había algo que le decía que esto era culpa suya, total y completamente pero no podía recordar en ese momento porque, o que era aquello, no podía pensar en nada más allá que en su Deku...

Bakugo solo podía verlo sorprendido, asombrado ante ese ataque de lujuria repentino y violento, que si bien era cierto que se venía construyendo poco a poco, o más bien, se había mantenido como constante en ascenso desde que se habían emparejado, seguía siendo sorpresivo, y para añadir más sorpresa, Izuku se bajó los pantalones ahí mismo sin ningún tipo de preámbulo ni vergüenza y comenzó a tocarse, justo frente a él, respirando profundamente sobre el cuero de la banca, dando un espectaculo que parecía salido de uno de los muchos sueños humedos de Katsuki.

Uno de sus dedos se movió acariciando su cuerpo hasta llegar al espacio entre sus piernas, para luego enterrarse profundamente dentro de su culo, moviéndose lentamente, y Bakugo solo pudo quedarse ahí, mirándolo todo desconcertado, escuchó el sonido de sus dedos moviéndose, olio su excitación eclipsandolo todo, pero todo se sentía como un sueño, estaba demasiado confundido como para poder hacer más que quedarse ahí parado.

-Alfa - gemía el omega mientras comenzaba a moverse arriba y abajo, siguiendo la misma cadencia que el dedo que frotaba en su interior - Kacchan, Kacchan, Alfa, Kacchan.

No dejaba de cantar su nombre una y otra vez, sin parar de moverse, y Bakugo solo pudo quedarse ahí tieso... cerca de la puerta, viendo cómo todo se desenvolvió frente a él, sorprendido, canchondo sin duda, pero sorprendido por sobre todo, cada músculo estático.

-No es suficiente - se quejo el omega mientras sacaba su dedo de las profundidades de su culo con un leve sonido de plop - alfa, Kacchan, por favor, te necesito - se quejo mientras se subía por la banca, presentando ese precioso culo lleno de pecas, con un agujero que lo llamaba y cantaba para el, brillante de lubricante y ligeramente abierto por la reciente intrusión. Se volteo a verlo levemente, tenía toda la tez roja y por sus mejillas un río de lágrimas, sus ojos parecían más brillantes ahora que estaba llorando, llorando por Katsuki, llorando y suplicando por Katsuki, esa visión desde luego le hacía sentir cosas, buenas y malas, por un lado era su deber como alfa saciar a su omega en cualquier sentido que este deseara y el que estuviese llorando sin duda significaba que había fallado en proveer, pero al mismo tiempo... el que alguien tan fuerte, capaz e increíble estuviera sollozando para que se lo follara... lo hacía sentir poderoso, magnánimo, magnífico.

Bakugo se movió lentamente, todavía tenía el control de su cuerpo, pero no sabía por cuánto tiempo más podría, necesitaba aliviar a su omega, eso lo sabía, no creía que Deku pudiera soportar otro ataque de complejo de abandono si el llegaba a rechazarlo.

Sin embargo, tampoco podía solamente follárselo, seguía recuperándose del incidente anterior, pero al mismo tiempo acababa de meterse un dedo en el culo sin ningún problema y ahora lloraba por él, suplicando por su alfa.

Omegaverse - BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora