Aprovechó que estaba concentrado para hacer todas esas cosas que había dejado acumular, se dio un buen baño, se afeito, comió... y siguió comiendo, porque no se había dado cuenta lo muerto de hambre que estaba, habló con su beta y con los doctores, ya tenían un diagnóstico y un tratamiento que le estaba aplicando via suero, pero tenían que hacer que despertara para evaluar la eficiencia de las hormonas en su cuerpo, sin mencionar de que luego de casi una semana inconscientes después de haber estado en estado salvaje, era algo extremadamente riesgoso despertarlo, lo más probable es que su mente e instintos no haya tenido oportunidad de percatarse que ya no estaba en una situación de riesgo donde era necesario que estuviera en estado salvaje, por eso el protocolo después de un episodio siempre era la reclusión.
Katsuki en realidad lo apreciaba, estaban en una habitación pequeña pero llena de material de nido en caso de que el omega se despertara buscando sentirse más cómodo, cada prenda tenía la esencia fuertemente marcada de su alfa. No tenían contacto externo a menos que fuese Kirishima o mediante de dispositivos electrónicos, sus exámenes eran realizados por equipos médicos que aseguraba que ninguna otra persona ajena a la manada entrara en contacto con él, asegurando así que hubiese cero mezcla de olores externos.
Katsuki sabía que era afortunado dado que su gran omega no tenía dones, podía imaginarse la incomodidad de su pareja cuando se despertara para encontrarse con uno de esos collares nulificadores, que por experiencia propia sabía que eran un dolor de culo.
Estaba todo muy bien pensado dentro del ala de recuperación salvaje, pero seguía siendo una habitación pequeña, y ahora que estaba concentrado de vuelta en su cuerpo, sin nada más que hacer, Katsuki se sentía atrapado, su alfa estaba caminando en círculos como un león enjaulado. Querían quedarse con su omega en caso de que despertara, pero necesitaba un poco de aire, salir de esas cuatro paredes que con cada momento que pasaba sentía que se acercaban a el un poco más.
Katsuki anunció su retirada en el puesto de enfermeras y fue a dar una vuelta por el hospital. Era el más grande y prestigioso del país. Tenía un ala dedicada a cada especialidad médica y una concurrencia astronómica, por lo que no fue sorpresa que la gente lo reconociera en los pasillos e hiciera el amago de aproximarse a él, pero Katsuki no tenía la capacidad mental para manejarlos, lo cual quedaba claro en el aroma de su esencia y su postura que aseguraba problemas.
Sabía que todo esto tendría consecuencias severas en su ranking, pero siendo honestos le sabía a mierda, la próxima ceremonia sería en seis meses, y hasta ahora había estado oscilando entre el primer puesto y el quinto (dependiendo de que tanto le hubiese gritado a los civiles esa semana), en los mini rankings que realizaban órganos oficiales semanalmente para darle oportunidad a nuevos héroes que se dieran a conocer, el ranking definitivo, el que conllevaba una ceremonia y todo lo demas era anual y la última vez había quedado tercero, pero después del progresivo retiro de Endeavour el primer puesto estaba disponible para el que se mereciera tomarlo. Y si bien era cierto que habían varios de sus compañeros de UA que también estaban discutiendo por el puesto, lo cierto es que su equipo de relaciones publicas tenía mucha esperanza en que con su nuevo emparejamiento consiguieran obtener esos puntos que le estaban haciendo falta para quedar de primero.
La manera en cómo se realizaba la puntuación era compleja y a Katsuki la mayor parte del tiempo de daba dolor de cabeza si quiera pensar en ello, pero por conocimientos generales sabía que tenía que ver con sus estadísticas de captura a villanos, la aprobación del público que se media con unas estúpidas encuestas en internet y un factor de aprobación que se encargaba un grupo de nerds de calcular con respecto a las redes sociales, e incluso unos datos que otorgaba la comisión de héroes.
A graves rasgos Katsuki sabía que hasta la más mínima interacción podía repercutir en su puntuación, lo bueno de ser:
1. Por un lado estaba que sus estadísticas de lucha contra el crimen eran las mejores porque no se molestaba en perder el tiempo con tres entrevistas de tres horas al día como otros héroes.
ESTÁS LEYENDO
Omegaverse - Bakudeku
FanfictionBakugo sabía lo que quería, necesitaba a alguien fuerte a su lado, alguien que fuera capaz de resistir todo lo que el era y no verse vencido, pero todos los omegas a su alrededor eran demasiado suaves, unos blandengues que comenzaban a llorar o se a...