2

2.7K 285 56
                                    

El día esperado llegó y tan pronto como el reloj marcó el mediodía, sus amigos aparecieron en la puerta. Alegaron que con horrible sentido del gusto en ropa que tenía Takemichi, no llamarían la atención de nadie. Era por un bien mayor, según sus propias palabras.

Cuando el reloj marcó las siete de la noche, todos salieron de la casa entre bromas. El bar no estaba muy lejos de la casa de Takemichi, así que no perdieron tiempo en ello. La fila para entrar tampoco, pero las puertas aún no estaba abiertas y los guardias de seguridad no les prestaban atención a las personas que estaban ahí.

Usaron ese tiempo para ponerse al día. Por poco creíble que pareciera, sus vidas estaban envueltas en líos por lo que era difícil coordinar y sentarse a tomar un café, hablando tranquilamente. Akkun seguía con los planes de abrir una peluquería, siendo esto lo que llamó la atención de todos.

Tiempo después (Takemichi no sabe exactamente cuánto) notaron que la fila era más grande. ¿Gente se había metido en la fila? Definitivamente. Yamagishi quería ir a pelearse con ellos y los chicos, con suerte, evitaron que lo lograra.

Por la fachada del bar, no parecía el lugar que acepte peleas a las afueras de sus instalaciones y luego le permita la entrada como si nada.

Tal como Takemichi había predicho, sus amigos desaparecieron tan pronto como entraron. Y el chico simplemente fue hasta la barra, mostrando su muñeca, donde indicaba que tenía barra libre al ser de los primeros cien.

No sabe ni qué comenzó a tomar, pero sí que le ardió la garganta. Pidió más de lo mismo, sintiendo como el ardor disminuía y su vista se volvía un poco borrosa solo por segundos, muy cortos a decir verdad.

Siguió tomando, a veces incluso intercambiando bebidas con quienes iban. La música comenzó a escucharse más fuerte, ¿era un bar o un club? ¿Hay diferencia entre ambos? Ya no podía formular pensamientos y sentía sus piernas pesadas, ¿tal vez debería ir al baño y mojarse la cara? Eso siempre funcionaba.

Asintió con la cabeza, como si hubiera estado hablando con alguien, recibiendo una mala mirada de la chica que estaba sirviendo las bebidas. Takemichi hizo una pequeña reverencia, dejando su asiento después de quién sabe cuánto tiempo y buscando con la mirada el baño.

¿Dónde podría estar?

Con la gente bailando, saltando, bebiendo… También, había gente besándose y explorando sus ropas con frenesí en las esquinas. Con todos eso, era difícil moverse. No tenía nada que ver con su poca estabilidad al momento de caminar o que a penas pudiera enfocar su vista.

Nada de eso.

Vio una fila de personas y supuso que eso era el baño, siguiéndolos.

Se apoyó en la pared, cerrando los ojos. Se sentía cansado, pero sabía que eso no era suficiente para causarle una resaca. Tendría que tener mucha energía. Ese era el síntoma de la resaca que vendría el día siguiente y se alegraba (en parte) de haberse detenido en ese momento.

Quien sabe como se sentiría de haber consumido unos cuantos más.

Su límite de alcohol estaba disminuyendo.

Abrió los ojos cuando sintió un golpecito en su hombro. La fila había avanzado, casi era su turno. Se apresuró, intentando no caerse en el camino, disculpándose con quienes estaban atrás, sin voltearse a dirigirles una mirada.

Ahora era su turno.

Se apresuró a avanzar, sintiendo que lo tomaban por el cuello de la camisa, tirando de él hasta que sintió una presión en los labios.

Con eso sí despertó. Sus ojos se abrieron, sorprendido e intentó hablar, lo que la persona aprovechó para insertar su lengua en su boca. Sabía que lo estaban dirigiendo hacia alguna zona, parecía lejos. Mordió la lengua de quien estaba aprovechándose de su boca, logrando que al fin se aleje.

Nameless [Omegaverse | TakeMikey/MiTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora