prologo

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- no lo puedo creer!! - dijo un chico rapado y con vestimentas en tonos amarillos y naranjas mientras corría hacia una chica que meditaba sobre una roca bastante alta en medio del bosque. - Kiki, ya te enteraste? ¡Soy el avatar!

- ah si, todos hablan de ti hoy - respondió con voz monótona y sin abrir los ojos o descuidar su posición o el ritmo de su respiración.

- oh vamos Kiki, eres mi mejor amiga - utilizó aire control para subir a la roca donde estaba la chica - se supone que tendrías que alegrarte por mí.

En ese momento, la chica de cabello castaño y de unos 14 años abre sus ojos color gris y mira sería mente a su mejor amigo.

- estoy feliz por ti.

- pues no parece - respondió por lo bajo, sabía que la había hecho enojar al desconcentrarla de su meditación.

- Aang, sabes la responsabilidad que conlleva ser el avatar? - el chico iba a contestar con una sonrisa, pero Kiki lo interrumpe - No, espera, no me digas, mejor vamos al templo, ya casi es hora de la cena. -

se levanta, toma su planeador y salta de la roca elevándose en el aire, acto que también repite el más joven de los dos.

- a que no me ganas! - paso con rapidez a la chica.

- no es una carrera!

Cuando llegaron uno de los monjes de mirada severa cuyo nombre no sabían se inclinó al ver a Aang.

- ves? Ahora todos hacen eso cuando me ven.

Kiki no era tonta, el niño sonreía más de lo usual y bromeaba bastante con el tema.

- Aang, a mí no me engañas, tu sonrisa es falsa.

- de que hablas? - dijo nervioso, la chica sólo levantó una ceja y se cruzó de brazos. - está bien, tu ganas.

Fueron al jardín y se sentaron en el césped mientras los lemures-murcielago se acercaban a ellos reclamando caricias.

- me vas a decir que te ocurre?

- cuando comprobaron que era el avatar, el monje superior me dijo que tenía una responsabilidad con el resto del mundo, también me dijo que tenía que sacrificar mi felicidad.

- eso es absurdo - respondió la chica - no veo la razón por la que no puedas ser feliz.

- yo tampoco, pero me dijeron que el avatar debía renunciar a tener una familia. - el chico se quedó callado y Kiki le puso una mano sobre su hombro para alentarlo a hablar - yo... tengo miedo. ¡¿Que tal que por querer ser feliz le falle a la gente?!

- descuida - dijo con tono maternal mientras lo abrazaba - sé que serás un gran avatar.

- en serio?

- Si, además siempre que necesites un consejo estaré disponible.

Aang se abrazó más fuerte a su amiga.

- es preciso que lo llevemos a la tribu agua del Norte lo más pronto posible - dijo una voz desconocida cerca de ellos.

Rápidamente subieron a la Copa de un árbol con aire control y vieron que se trataba de el monje superior y otro hombre que reconocieron como perteneciente a la tribu del agua por su vestimenta.

- por que desea apresurar su entrenamiento? Aún tiene 12 años es joven.

- sabe cuál es el sacrificio que siempre debe cumplir el avatar?

- renunciar a tener una familia?

- exacto - el monje tenía una postura impecable y una mirada sería - como es costumbre en la tribu aire, los que nacen maestros son separados de sus padres y llevados a los templos para ser entrenados.

- no veo el problema.

- como todos aquí, el avatar no conoce a sus padres, sin embargo, el ya conoce a un miembro de su familia sin saberlo... - hizo una pausa - su hermana mayor también nació siendo maestra y se encuentra en este mismo templo, realizando sus estudios para ser sacerdotisa, conviven día a día sin saber de su parentesco.

Los dos niños se miraron a si sí mismos queriendo confirmar si el otro también había escuchado lo mismo.

- ya veo, quiere que el avatar se vaya antes de que lo descubra.

- exacto.

- aunque, la probabilidad de que eso ocurra es muy pequeña.

- yo no pensaría lo mismo, su hermana mayor es la persona más cercana a el, su mejor amiga, Kiki. La nueva sacerdotisa del templo aire del sur - Kiki y Aang se paralizaron en ese momento. - eventualmente descubrirán que tienen rasgos físicos bastante parecidos y acabarán por saberlo.

- entonces su mejor amiga es su hermana?

- hubiésemos permitido que siguieran juntos como hasta ahora, pero como sabrá, siendo el avatar, hay que impedir que se entere a toda costa.

- entiendo, en ese caso, enviaré un mensajero ahora mismo para comunicar mi llegada a la tribu agua del Norte en una semana, y llevaré conmigo al avatar.

- oh se lo agradezco inmensamente. Supongo que partirán en unos días.

- dos, para ser exactos.

Los hombres se alejaron del árbol charlando.

- bueno... tenemos los mismos ojos - intento bromear el menor de los dos jóvenes. - Kiki? ¿Estas bien?

- Si, estoy bien... - bajo del árbol casi evitando con ayuda del aire control seguida de su recién descubierto hermano - es sólo Que... eso explica por qué te sobreprotejo tanto.

- mira el lado positivo... siempre dijimos que éramos como hermanos, ahora sabemos que en realidad lo somos.

Al fin una pequeña risa emergió de la chica.

- Si, tienes razón - se acercó y lo abrazó.

Como ella era más alta, no fue problema para Aang posicionar su cabeza en el hombro de su hermana mientras soltaba unas pequeñas lágrimas.

Kiki se encontraba igual, se aferraba al chico como si se fuera a desaparecer mientras pequeños sollozos salían de su boca a la par de las lágrimas que salían de sus ojos.

Maestra Aire [Zuko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora