Capítulo 18. No puedo respirar

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Bakugou

Mi cuerpo se sentía rígido, adolorido, agotado, y me encantaría decir que esos síntomas eran resultado de la misión. Si bien habíamos conseguido detener a la molesta cantante que manipulaba a todos con la ayuda de esa fastidiosa droga vertida en el sistema anti incendios, le habíamos perdido la pista a los malditos de la LOV, que habríamos podido apresar, de no ser por... ¡Ni siquiera sé porque ese maldito villano hecho de retazos de piel le afectaba tanto!

En última instancia, yo sería el que probablemente debería tener algún trauma, y en lo único que pienso cuando la imagen de ese infeliz viene a mi mente en lo perfecta que se vería su cabeza colgada en la pared de mi habitación.

¿Acaso hubo señales que pasé por alto?

Por lo que pude leer cuando estuve indagando en su computador, solo estaba buscando información acerca de él, que, a juzgar por sus resultados, no era mucho más que la del dominio público hasta ahora. Sin embargo, aún no entendía qué lo motivaba a buscar información específicamente del tal Dabi. ¿Por qué? ¿Por qué de todos los villanos, él? No será porque quiere vengarse por lo que ocurrió el año pasado en el campamento, ¿verdad?

Y, de nuevo, sus palabras seguían taladrando mi cabeza, persiguiéndome día y noche como espectros que no me dejaban en paz, haciéndome sentir miserable.

No puedo hacer nada más que no sea pensar en él y recordar los momentos que compartimos juntos, en esta misma habitación, que se sentía infernalmente fría sin él conmigo.

Me sentía claustrofóbico; me estaba asfixiando al no saber qué hacer con el insoportable dolor en mi pecho.

Para colmo, debíamos vernos más a menudo para los estúpidos ensayos de la obra para el fastidioso Festival Cultural. ¡¿Por qué si somos héroes debíamos actuar como payasos sobre un escenario?!

Por culpa del estropajo morado y el estúpido Deku, debíamos hacer una obra medieval. Perfecto, el año pasado al menos teníamos que hacer un espectáculo, ahora no solo teníamos que actuar como payasos, sino también vestirnos como unos.

Siempre y cuando tuviera un personaje irrelevante y, con la menor cantidad de diálogos, no les causaría problemas.

Y, me encantaría pensar que eso sería lo más sencillo, pero era demasiado idóneo para que así fuera.

Hacía lo mejor que podía para evitarlo, y desviar mi vista a cualquier lugar en el que no estuviera, pero cuando escuchaba su voz, o sentía su presencia, solo deseaba abrazarlo o al menos tenerlo a mi lado, y odiaba sentirme tan débil y patético.

Nunca hablábamos a menos de que fuese estrictamente necesario, y esto era aún peor que cuando nos conocimos, pues ya ni siquiera me sentía con fuerzas para gritarle o discutir.

"Estoy harto de ti."

Eran las palabras que con un tono de voz de repudio me recordaban que él no quería estar conmigo, y las que me obligaban a mantenerme al margen.

Si eso era lo que quería, lo haría feliz.

– ¡Bakubro! – Sin embargo, mi necesidad por saber si estaba bien, no me abandonaba. – ¡Bakugou! – La idea de que podría ponerse en peligro por investigar por su cuenta acerca de ese villano, me hacía sentir ansioso. – ¡Katsuki!

– ¡No me vuelvas a llamar así! – tomando el cuello al cabellos de mierda.
– ¡Lo siento! ¡Lo siento! – levantando sus manos a los costados. – ¡Es para que participes en la repartición de los papeles! – viendo como a sus espaldas, los demás estaban reunidos en un círculo.

Eres Importante Para MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora