MidoriyaJunto con Kacchan y Todoroki, fuimos citados a la oficina del Prof. Aizawa. Allí se nos dio más información acerca de la emboscada que se tenía planeada esa misma noche.
Al parecer, el lugar estaba siendo el centro de atención de todo tipo de personas pues era uno de los lugares concurridos donde se presentaba una cantante suburbana en ascenso, Rioko Nakama. Se sospechaba que ese acto no era más que una pantalla de humo, mientras los negocios ilícitos se llevaban a cabo con respecto a una droga cuyos efectos alucinógenos variaban de presentación en presentación, que iban desde aturdimientos hasta manipulación del usuario. Otra de nuestras indicaciones fue incautar cuanta sustancia sospechosa encontráramos.
En esta ocasión, se sospechaba que ella era solo una mera distracción en lo que se llevaba cabo una reunión con los proveedores.
– ¿Tiene esto que ver con los incidentes con agua? – Todoroki estaba acomodándose una de sus muñequeras
– No tenemos suficiente información, pero se especula que esta droga sea vertida en los acueductos para esparcirla a la población. – replicó el pelinegro
– Eso explicaría las constantes averías...
– ¡Qué maravilla! Descubriste el agua tibia, ¡estúpido nerd! – reprochó KacchanDebido a las circunstancias en las que se llevaría a cabo la misión, fue necesaria la ayuda de la heroína dragón Ryuko Tatsuma, junto con la ayuda de Nejire, Tsu–chan y Ochaco, para resguardar el área mientras otro equipo de héroes profesionales, como ocurrió en el incidente del clan Hassaikai, nos encargábamos de los estragos en el entramado de túneles.
Las investigaciones nos llevaron a un bar subterráneo clandestino, o más bien, un laberinto de recámaras. Era como estar en una madriguera o un hormiguero, del cual no teníamos ni la menor idea de su extensión.
– Pese a que tienen intercomunicadores, deben mantenerse alerta en caso de que la señal sea interrumpida. – Nos indicó Eraserhead mientras nos acomodábamos los dispositivos
– No nos subestime – dijo Kacchan, acomodándose el antifaz
– No lo hago, justo por esa razón están aquí. – concluyó poco antes de que llegáramos.Mt. Lady también estaba en los alrededores, pero Edgeshot fue el primero en atacar, abriendo la puerta de acceso, noqueando al portero.
En cuestión de minutos, ya estábamos en los túneles subterráneos. Dividimos nuestros caminos: Kacchan se fue al centro en compañía de Mirko, la heroína conejo; Todoroki estuvo acompañado de Eraserhead en el carril izquierdo mientras yo hacía pareja con Kamui Woods, dirigiéndonos a la derecha.
En el fondo, como un eco constante, se podía escuchar una tenue y melosa melodía que para nada cuadraba con el ambiente lúgubre del lugar, que se hacía más tenue a medida que avanzábamos. Qué raro.
De camino en uno de los tantos pasillos, por el que le hacíamos camino a la policía para que se encargara de cuanto delincuente se nos atravesara, como un pasadizo lleno de trampas, al final, se vislumbraba una puerta que, aparentemente, indicaba el final del pasillo. Arremetimos contra esa barrera de hierro maciza que cedió más fácil de lo que pensé. Quizás no calculé mi fuerza del todo, pero lo que no esperaba ver fue la escena que nos aguardaba después.
– De toda la escabrosa enramada de pasadizos, y justo fuimos a coincidir. – Su voz se escuchó rasposa. – Debe ser el destino. – El lugar estaba lleno de antisociales de todo tipo, y en su centro, como si hubiéramos llegado a la parte más recóndita del hormiguero, se encontraba Shigaraki, con una postura despreocupada; demasiada, de hecho.
A su lado, se encontraba a quien recordaba perfectamente tras el incidente del campamento, Mr. Compress, siendo éste el siguiente en hablar:
– Esa debe ser nuestra señal. – haciendo un gesto similar al que hizo el tal Dabi cuando pretendía huir
– Espera. – Levantándose del asiento – No pienso desaprovechar esta oportunidad – Por unos instantes, fue como si el tiempo se hubiera detenido. Nadie se atrevía a hacer la siguiente movida, pero en cualquier momento, todo parecía explotar.
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Eres Importante Para Mí
Romance"Estar con él era lo que me hacía más feliz, sin embargo, que fuéramos novios no era garantía de que nada se interpondría entre nosotros, mucho menos si la amenaza que nos separaría, terminó develando secretos que quizás era mejor jamás haber conoci...