50 sombras, algo diferentes

Capítulo 12

Christian

¿Cuánto tarda esta mujer en ir al baño?  Ya lleva más de diez minutos ahí. ¿Y si le ha pasado algo? ¿Y si alguien...? ¿Y dónde está Elena? ¿Y si Elena...?  Malditas preguntas.
Tengo que ir a buscarla. Me levanto, y me dirijo a buscar a mi Ana. Però logro escuchar un comentario de Mía.

- Te lo dije Ethan, ni diez minutos. A sí, que paga. - Me giro para ver a Mia y a su noviecito. Y veo que él le entrega un baillete de veinte dólares.

Concéntrate Grey, tienes que ir al buscar a Ana. Es verdad subconsciente. Porfin dice algo inteligente. Voy dando grandes zancadas al baño de mujeres. Estoy en mitad del camino cuando veo una loca correr por el césped. Y como esta oscuro no puedo ver quien es. De repente esa loca se cae. Me acerco a ella y veo una maraña de pelo castaño a cuatro patas. Me paro y me fijo bien. Hay dios es Ana. Voy corriendo hacia ella y la levanto.

- ¿¡Ana, estas bien!? - Le digo muy... Pero muy preocupado.

- ¡Ay Christian! No, no estoy bien... - Y comienza a sollozar. Me parte el alma verla así.

- No, nena, no llores porfavor... ¿Qué te pasa?  - Le digo y la abrazo.

- Yo... Ella... - Balbucea y no entiendo lo que dice.

De repente escucho que una mujer empieza a gritar.

- Está me las pagas Anastasia... Él ira conmigo... La próxima vez que te vea... Te juro que te desfiguro tu cara de niñita que tienes. Christian es mío.

No... Puede ser es Elena. ¿Porque le grita así a mi Ana? Para su suerte estamos lejos de la carpa y nadie la puede escuchar sólo nosotros. Y como la música está tan alta, dificulta que los que están fumando fuera la puedan oír. Ana me abraza más fuerte.
Y yo solo la puedo abrazar y acariciarle el pelo.

- Eso Christian... Eso pasa. - Dice aseñalando a Elena que sigue blasfemando. Desde la puerta del baño.

- Tranquila, Ana.

Y de repente siento otra mano en mi hombro. ¿Tres manos?  Me giro y veo...  A mi madre. Esta muy enfadada. Se le ve en la cara. Toda su furia va dirigida a Elena.

- ¿Mama?... ¿Escuchaste lo que digo? - Le pregunto, y trago saliva.

- Si hijo. - Ahora se dirigen a Ana, y le acaricia él pelo. - Tranquila Ana, yo lo soluciono.

Y se va echa una furia, hacia el baño. Veo que coje su teléfono y habla con alguien. No logro entender que dice. Ana y yo nos acercamos un poco más al baño para ver que pasa.
Cuando mi mama llega al baño se escucha gritos.

- ¿Así que Christian es tuyo? ¿Y le desfiguraras la cara a Anastasia?  - Dice mi mama.

- Grace, seguro que entendiste mal... - Responde la zorra de Elena. - Yo solo quiero proteger a tu hijo...

- Que...  Proteger ni que mierda, Elena. Largate de mi casa. - Y mi mama le aseñala la puerta de salida. - ¡Ahora!

- Pero Grace... La fiesta no se acabado...

- Largate, pedofília de mierda. Tu y tu hermana. No os quiero ver nunca más.

Nunca había visto así a Grace. Da mucho miedo, pero mucho. Estoy petrificado viendo la escena que han montado. Miro hacia a Ana, y ella ésta igual que yo. Esta horrorizada con lo que ve. Pero en su mirada veo orgullo, y diversión.
Esta claro que le divierte ver así a Elena. Bueno a mi también.

- No Grace, ha esa niña le tienen que enseñar modales. Y yo se las enseñaré.

Viene directo hacia nosotros. Gritando se para delante de nosotros y antes de que pueda decir o hacer algo mi mama se lanza hacia ella. Ana y yo nos apartamos. Grace la tiene inmovilizada. No sabia que mama sabía hacer eso.

-  ¿Contenta Elena? Arrugaste mi vestido de Prada.

- ¡Sueltame! - Grita Elena desde el suelo.

De repente de la nada salen dos hombres de seguridad, uno lleva a Rebeca del brazo y el otro se acerca a mi madre. La retira cuidadosamente, y agarra a Elena también por el brazo.

- ¡No os quiero ver, nunca más! - Grita Grace.

Definitivamente nunca la había visto así. Los hombres de seguridad se llevan a la hermanas Linconl. Y Ana y yo nos quedamos en silencio.
Mi mama, respira hondamente y se tranquiliza. Veo que busca algo en el césped. Creo que lo encuentra, porque se agacha y lo recoje. Es su móvil. Marca un número y se lo pone en la oreja, para hablar.

- Director Lawrence... Buenas noches... Grace Trevelyan Grey... Si, hola...  Lo siento por llamar a esta hora... Si la madre de Christian... Para el lunes quiero que Rebeca Lincoln este fuera del centro...  Si que puede...  Pues que pena que pierda a dos alumnos tan buenos...  Si, porque si no la echa, Anastasia Steele y Christian Grey, se irán de su instituto... Y ello con lleva nuestra subvención de 15.000$ anuales para su institución... ¡No la semana que viene no!... Perfecto...  Me alegro haber llegado a un acuerdo con usted. - Grace, seguro acerca a nosotros. - Listo chicos, a Rebeca no la volveréis a ver en el colegio. Nunca más volveremos a ver esas... Zorras. ¡Uy que bien me siento por haberlo dicho!
Sigan disfrutando de la fiesta.

Y Grace se va, como si nada hubiera pasado. Miro a Ana, que no sabe que decir igual que yo.

- ¿Que acaba de pasar? - Pregunta Ana perpleja.

- No tengo ni idea - respondo yo.

Nos quedamos un buen rato en silencio y abrazados. Hasta que recuerdo que tenia una pequeña sorpresa para ella.

- ¡Ana ven! - Y tiro de ella.

- Espera Christian, no puedo ir igual de rápido que tu, con estos tacones.

Tiene razón, se puede caer y romper la crisma. La subo en brazos y la llevo hasta el embarcadero. Donde le tengo una sorpresa. Llegamos al embarcadero. No soy un tipo romántico, pero por Ana, mato. Y bueno por decorar un poco el sito no me iba a morir. A sí que puse velas, pétalos de rosas y un buen champagne. Estoy nervioso y me sudan las manos. Abro la puerta. Y ella comienza a llorar.

- Christian... Esto es hermoso... Gracias, gracias. Por todo.

- Oh... Ana, todo por ti nena.

Y después de una noche rara, solo quiero hundirme dentro suyo.