Capítulo 23

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¡Ha despertado! Y me ha llamado gay, eso quiere decir que esta bien. Bueno eso creo. Ahora solo queda esperar haber que dice el doctor Shappiro. Yo ha Elliot lo veo muy bien. Quiero que este bien.

- ¿Christian me estas escuchando? - Me pregunta mi madre.

- Ehh... ¿Que decías?

- Es tarde hijo, vete a dormir. Mañana ya te dan el alta.

- Pero... Tengo que esperar haber que dice el doctor. - Debo saber que Elliot esta bien.

- Está bien, ahora mismo le están haciendo algunas pruebas. Pero si tardan más, te vas a la cama. ¿Entendido?

Cuando Grace, se pone en este plan, es mejor no llevarle la contraria. Ella puede ser la mujer más cariñosa del mundo. Pero cuando se enfada... se enfada. Todos sabemos como acabo la momia de Elena Linconl.

- Mamá, crees que Elliot se pondrá bien ¿no? - No me lo perdonaría si ha Elliot le pasará algo malo.

- Christian, Elliot es un hombre fuerte. Estoy segura que se pondrá bien. Y cambiando de tema. Hoy Carrick me ha entregado esto. - Me da un sobre cerrado, con el sello de Harvard - Te lo quería dar mañana, cuando estés en casa, pero te lo doy ahora porque quiero que pienses en otra cosa y no te estés comiendo el coco haciéndote preguntas sobre el estado de Elliot.

Abro la carta, y comienzo a leerla...

¡Me han aceptado!

Pero... no me quiero ir sin Ana. No le dicho nada, porque pensaba que no me aceptarían. ¡Mierda! No me quiero separar de Ana. Y ahora mucho menos de mi hermano. Aún falta mucho para que entres. Es verdad. Necesito hablar con Ana sobre esto.

- ¿Y bien, hijo que pone? - Me pregunta mama.

- Me han aceptado, mama.

- ¡Oh! Christian eso es una gran notícia. Estoy tan orgullosa de ti.

- No lo voy aceptar si Anastasia, no viene conmigo.

- ¿Qué? Christian estas de broma ¿no? Se que la quieres, pero esto es una gran oportunidad.

- Lo se mama, pero yo sin Ana, no soy nada.

Antes de que pueda responderme entra el doctor Shappiro. Nos acercamos a él. Puedo ver que esta bastante contento, eso es buena señal ¿no?

- Buenas noches, usted es la madre de Elliot ¿no? - Grace asiente, y el doctor continúa hablando - Elliot aparentemente esta bien. Le hemos echo unas pruebas, para ver si su cerebro responde a sus sentidos. Y los cinco sentidos le funcionan perfectamente. La parte del cerebro que aparentemente ha sido dañada no es nada grave. Ha perdido unos cuantos recuerdos de cuando era pequeño. Pero eso con el tiempo lo ira recordando. Quería hacerle una pregunta...

- Si claro, lo que sea por ayudar a mi hijo.

- ¿Elliot, sabía dibujar?

- ¿Qué? Bueno... Para ser sinceros no es que se le hubiera dado del todo bien.

- Me lo imaginaba, en una de esas pruebas, le dimos papel y bolí. Por si no se acordaba de escribir, le dictamos una frase, y cuando acabó, se puso a dibujar. Y esto es lo que dibujo, y en cinco minutos. - Saca una hoja de su carpeta y nos la muestra. ¡Woow! ¿Eso dibujo Elliot? Pero si antes no podía ni dibujar una patata. Ha dibujado una preciosa casa, al lado de un lago. Simplemente es hermoso. Y le ha cambiado la letra, aparte de ser bonita ahora se le entiende. - Parece ser que el golpe que se dio le ha afectado a la parte creativa del cerebro, bueno así es como le llamamos nostros.

- Es increíble - Dice Grace, con lágrimas en los ojos.

Después de que mi madre y el doctor Shappiro hablasen en términos médicos, que para mí es como si hablasen chino, me fui ha ver a Elliot sin que se diesen cuenta. Al entrar, vi a Elliot con un lápiz y papel. Estaba tan concentrado dibujando, que no se dio cuenta que entre. Me lo quede mirando. Y me sentí aliviado, al verlo que estaba bien.

- Hola Elliot - Le digo, y me acerco a él.
El da un pequeño salto, haciendo que haga una pequeña rayada al dibujo.

- Mierda - Dice mirando al folio - me asustastes Christian, mira lo que más hecho hacer. - Y me enseña el dibujo. Es una preciosa casa, en un árbol. Y con una pequeña raya.

- Lo siento, pero es increíble que puedas dibujar tan bien.

- Ya ves, ahora cuando veo una hoja y un lápiz, tengo la necesidad de dibujar. Tengo vagos recuerdos de cuando era pequeño, y creo que siempre he dibujado bien ¿no?

Suelto una gran carcajada, Elliot me mira y frunce el ceño.

- No Elliot, con decirte que cuando dibujabas un perro se parecía a una serpiente con patas y que cuando escribías tu nombre, prácticamente era ilegible. Pero ahora... Parece que eres todo un artista.

- Hay... ¿de verdad, dibujaba y escribía tan mal?

- Había algunos trabajos, que los profesores te los hacían hacer con ordenador, para poder leerlos.

Seguimos hablando tranquilamente, le cuento cosas de cuando éramos pequeños. Que hacíamos, adonde íbamos... Luego llega mi madre y me echa la bronca. Como si tuviera 10 años. Me comenzó a decir, que no tengo que molestar a Elliot, y que me tengo que ir a dormir porque ya era tarde. En el fondo me moría de la risa. Porque no recordaba eso de ser regañado por no ir a dormir. Me despido de Elliot y de Grace. Y me voy a la habitación de Ana.

- ¡Hola, Ana!

- Oh Christian, me asusté un poco cuando desperté y no te vi. Pero luego me contaron que Elliot despertó.

Me siento en la cama y acaricio su mejilla.

- Estoy tan contento, tenías razón. Él está bien y tu estas bien. - Miro a mi alrededor y no veo a nadie - ¿Porqué estas sola?

- Mis padres se han ido un momento a la cafetería, no tardarán en llegar.

Le tengo que hablar, sobre lo de Harvard.

- Ana te tengo que decir algo...

- No espera, yo tengo que hablar contigo primero... Es sobre la universidad. Yo envíe un par de solicitudes a varias universidades, y sin saberlo yo, mi madre envío también a otras universidades. Y hoy le ha llegado una respuesta de Harvard. Me han aceptado Christian, me han aceptado para estudiar literatura inglesa. Pero no quiero ir...

No la dejo terminar la frase, y la abrazo con todas mis fuerzas, la balanceo un poco. Ella hace una mueca de dolor. Y me aparto los más rápido que puedo. Mira que eres estúpidos Grey, tiene dos costillas rotas.

- Lo siento, lo siento... No me acordaba. - Y comienzo dejar un reguero de besos por su cara.

- ¿Porque tanta euforia? - Me pregunta divertida.

- Porque a mí también me han aceptado en Harvard, para estudiar empresariales.

Ahora es ella la que me abraza. Estamos así durante un rato. Hasta que oímos que la puerta se abre.

- ¡Christian Trevelyan Grey! - Grita Grace - ¿Que te dije? Que te vayas a dormir. Y mira aquí estas, molestando a Ana. Vienes de molestar a tu hermano y te metes a molestar a Ana. A la de tres te quiero ver en tu habitación. ¡Uno! - Le doy un beso rápido a Ana y salgo todo lo rápido que puedo de la habitación de mi novia - ¡Dos! - Escucho en el pasillo - ¡Tres! .

Me meto en la cama. Y escucho los pasos de Grace. Espero que no esté muy enfadada. Entra, se acerca y me da un beso en la frente.

- Buenas noches, hijo. Aunque seas desobediente te quiero...

- Buenas noches mama... Yo... También te quiero.

50 sombras, algo diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora