Capítulo 9

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Christian

El sol me despierta de mi mejora noche, nunca antes había dormido tan bien. No me gusta dormir con nadie. Pero a Ana no le puedo decir que no. Y no me arrepiento de haber dormido aquí. Suerte que mis padres se tragaron eso de que me iba a dormir a casa de Taylor, mi mejor amigo.

Me alegro tanto que se halla dejado la mochila en mi coche. No me lo hubiera perdonado si ese gilipollas le halla... Joder no puedo ni pensarlo. Me pone enfermo. Ana es mía, solo mía. Y solo yo le puedo tocar. Ahora ya no hay más admiradores secretos que estén rondando por ahí. Pero como vuela a ver a ese gilpollas... Lo mató.
Y esta vez Ana, no me detendrá. Me da igual ir a la cárcel. Por mi novia mato. ¿Te estás escuchando Grey? Hace un mes te hubiera dado igual Ana. Ya, hace un mes, la gente canvia. Le digo a mi subconsciente.

Observo a la hermosa criatura que tengo al lado. Se ve tan linda durmiendo, tan joven, tan bella, tan relajada. Le quito un mechón de pelo, que tenia en la cara, y se lo pongo detrás de la oreja. Le tocó su hermoso y carnoso labio inferior, ese que me tiene loco cuando se lo muerde. Solo tocarlo ya me pongo duro.
Veo que poco a poco va abriendo sus hermosos ojos azules. Es lo más bello que he visto.

- Buenos días, nena - Le digo y le doy un beso en la mejilla.

Me da una de sus mejores sonrisas. Y yo simplemente me pongo más duro.

- Buenos día Grey - Mira debajo de las sábanas - Y si que son buenos.

Pego mi erección a su cadera, y noto que se ruboriza. Toco su mejilla con mi mano y le doy un beso lleno de... Amor. Quiero que se sienta bien después de lo de ayer. Acarició su lengua con la mía, y exploro un poco su boca, luego le lamo su labio inferior. Y vuelve a ruborizarse.
Bajo mis manos por su precioso cuerpo, llego a sus muslos y le subo la camisa que tiene. En ese momento Ana quita mis manos de sus muslos y yo me quedo perplejo.

- No... No puedo Christian, después de lo ayer... Dame tiempo porfavor.

Tengo tantas ganas de follar con ella, pero tiene razón, no la puedo obligar. ¿Que clase de degenerado seria si le hiciera eso después de que casi la violan?

- Tranquila Ana, puedo esperar - Quito mis manos de su cuerpo. Y cojo el móvil, veo la hora y son las 6:57 de la mañana. - ¿Bueno, Srta Steele, preparada para soportar a la profesora de química a primera hora de la mañana?

Ella pone cara de asco, y normal soportar a la odiosa profesora Rebeca Lincoln. Es como comprar un billete al infierno.

- Hay no porfavor, ya me has arruinado la mañana, haciéndome recordar a esa bruja. Es que de verdad, esa señora me tiene manía.

- Eso te pasa por corregirle un ejercicio el segundo día de clase...

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Bajamos del coche y nos dirigimos a laboratorio. Agarro la mano de Ana y recoremos el pasillo. Todos, se nos quedan mirando. Y parece que a Ana le incomoda mucha. Porque intenta quitar su mano. Pero yo la apretó más fuerte. No voy a dejar que un par de alumnos imbéciles, incomoden a mi chica.
Llegamos a laboratorio, y no sentamos en segunda fila. Sacamos la libreta y un boli y apuntamos una fórmula que hay en la pissarra.
La professora Linconl se me acerca, y creo que se pone muy cerca de mi. Se inclina para ver mis deberes. Dejando ver su asqueroso escote.

- Muy bien, Christian. Solo te falta corregir esto que es H2O... - Me aseñala el ejercicio y se pone aún más cerca. Yo solo siento asco. - ¿Me ha escuchado Sr Grey?

- Si señora.

Miro de reojo a Ana y veo que ha presenciado, la escenita de la profesora. Porque, si la miradas matasen, la señora Linconl ya estaría enterrada bajo tierra.
Luego de acercarse a mi se acerca a Ana. Y cambia totalmente de postura. Se pone recta y frunce el ceño.

- Srta Steele, esto está mal es el CO2 no el C2O.

- Discúlpeme Sra Linconl, pero si le aplicados la fórmula y le añadimos, los gramos de sal, sale CO2

La puta de la profesora, traga saliva. Es que mi Ana nunca se equívoca. Ella es la más lista.

- Buen, razonamiento Srta Steele.

Y se larga de nuestra mesa, seguramente a provocar a más alumnos...

- Christian, ¿has visto como te comía con la mirada, la vieja pedofília?

- Si, lo eh notado y ha sido asqueroso. Y además, está mujer necesita una ducha, huele de mil demonios.

Ana, se ríe y vuelve a su tarea. Y yo también. No me creo que una profesora se me haya insinuado. Esta seguro que esta loca.
Suena el timbre y Ana y yo recogemos nuestras cosas. Cuando estoy apunto de salir de laboratorio, para dirigirme a mi siguiente clase oigo la puta de la profesora me llama. ¿Y ahora que mierda querrá?

- Yo, me adelantó, no quiero llegar tarde. - Me dice Ana - Cuidate de La profesión. - Me da un beso en la boca y veo que se va. Y me dirijo a la mesa de la profesora.

- Señora, ahora tengo literatura inglesa, no me puedo tardar, ¿que quiere?

Veo como se pone un mechón de pelo rubio, detrás de la oreja y se sienta encima de la mesa.

- Me ha llegado una invitación, de una fiesta en tu casa. Para este fin semana.

¡Ay no! Como se lo ocurre invitar a mi madre a la pedofília de mi profesora de química.

- La fiesta la organiza mi madre, es una gala benéfica. - Dijo en un tono frio.

Veo como mueve seductoramente, suw dedos por larga mesa.

- Entonces nos veremos allí, Sr Grey. - Dice en tono sensual.

Me giro y sin despedirme ni nada, salgo casi corriendo de esa aula. Que asco, esa señora podría ser mi madre y se me ha estado insinuado.

50 sombras, algo diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora