Anastasia
¡Porfin me dieron el alta! Aunque tengo que ir en muletas no me importa. Ya ha pasado semana y media desde que desperté. Christian Le dieron el alta hace tiempo, pero es como si no le hubiesen dado. Porque se pasa día si y día también aquí en el hospital, haciendo compañía a Elliot y a mi. A Elliot le dan el alta mañana. Él ya está desando desaparecer del hospital el pobre no aguanta más. Y yo tampoco. Es muy aburrido estar aquí. Aunque entre Christian, Kate y mis padres, se ha echo bastante llevadero. De aquí cinco días, es Navidad. Este año he comprado los regalos por Internet. Ya que no podía ni andar. He comprado regalos para todos. Para mis padres, para Mia, Kate, Elliot, alguna cosilla para los padre de Christian y obviamente a mi novio. Él de el es especial. Simplemente espero que le guste. Porque... anda que no me acostado encontrar el regalo perfecto para él. Bueno creo que es perfecto para él.
- ¿Ya tienes todo listo, Ana? - Me pregunta mama.
- Si mami, pero antes de irnos me iré ha despedir de Elliot y de Kate.
- Esta bien, no tardes. Yo de mientras estaré en la cafetería. ¿Puedes con la multas o necesitas ayuda?
- Puedo sola mama. Tampoco es tan difícil.
- Vale, vale... Pero como vuelvas a romperte algo...
No la dejo terminar y le doy un beso en la mejilla. Salgo de la habitación y me dirijo a la de Elliot que esta casi al frente de la mía. Toco dos veces antes de entrar. Y se escucha un "pase". Abro la puerta y me encuentro a Kate, sentada en las piernas de Elliot. Suerte que toque antes de entrar...
- Ana cuñadita, ¿que tal estas? - Pregunta Elliot y pone una libreta en la mesa de al lado.
- Bien, solo me venía a despedir, ya me voy.
- Que condenada, a ti te dejan ir antes que a mi , eso no vale. Yo estoy perfectamente. Los doctores decían que no tenía que hacer esfuerzos. Y en esta cama ya eh tenido más orgasmos que en la mía...
- Hay por dios Ana, no te lo creas. - Dice Kate, roja como el tomate.
- Kate, porfavor somos adultos. Tu crees que todo este tiempo, Christian y Ana no han follado. - La que está roja ahora soy yo. Este tío no tiene pelos en la lengua...
Me despido de ellos. Sin entretenerme mucho. Ya quiero llegar a casa, ver a mi perrito y tirarme en mi cama... Con Christian. Lo que dijo Elliot es mentira, Christian no me ha tocado desde que desperté. Y mira que yo le insistí. Me exitaba eso de tener sexo en el hospital. Pero como tengo una pierna enyesada, a él le daba miedo hacerme daño. Ahora no me toca ni con un palo. Dice que nada de sexo hasta que me quiten el puto yeso. Y desgraciadamente me lo quitan de aquí una semana. Llevo mucho, pero mucho tiempo sin sexo. Y no creo aguantar mucho más.
Llego a la cafetería y veo a mi madre. Después de que se acabe de tomar su café nos vamos de este hospital. Llegamos a nuestra casa y veo los paquetes que encargué, como regalos para navidad. Están todos en perfecto estado. Con mucho cuidado subo a la planta de arriba. Mis padres se han quedado mimando a mi perro. A veces pienso que lo quieren más a él que a mi. Cuando logro llegar a mi habitación sin pensarlo dos veces me tiro en la cama. Pero cuando mi cabeza toca el colchón, siento un pequeño crujido. Me levanto y veo un sobre. Lo abro y no puedo creer lo que veo. Dentro hay dos billetes de avión para ir a New York en fin de año. A nombre de Christian Grey y Anastasia Steele. Hago cálculos en la mente para ver cuando me quitan el yeso. Y por suerte ya no tengo el maldito yeso.
De repente alguien sale del baño de mi cuarto y mis ojos de ensanchan.- ¿Te gusta lo que ves? - Hay dios, es Christian con sólo una toalla en la cintura.
- ¿Que... Como... Cuando... Tu... En mi habitación...?
- ¿Te ha gustado tu regalo de navidad? - Pregunta mientras se acerca más a mi.
- Chris, esto es demasiado... Haber quiero decir que me encanta. Pero New York. És increíble.
- Bueno no vamos solos, Kate, Elliot, Mía y Ethan también vienen. Y tus padres ya lo saben esta todo arreglado. Te lo queria compensar. Ya que noche buena no la pasamos juntos al menos quería pasar el último día del año con... El amor de mi vida.
- Te quiero, te quiero... Te amo Christian. Nunca pensé amar alguien tanto.
- Me conformo con que me ames la mitad de lo que te amo yo.
Me besa, es un beso tierno y suave. Con cuidado me tumba en la cama y se pone encima mio. Sin despegar sus labios de los míos, muy lentamente me va quitando la camisa. Pero se para en seco.
- No Ana, no puedo. ¿Y si te hago daño? - Joder ya estamos en lo mismo. Este hombre es muy inseguro.
- Mira Christian, o me follas ahora o te vas, y me dejas sola para que me pueda masturbar tranquila.
Se me queda mirando, y parece que mi comentario le causó gracia porque tiene una estúpida sonrisa en su preciosa cara.
Se levanta y se dirige a la puerta. Me quedo en patidifusa. ¿En serio se irá y me dejará aquí para que me masturbé? Llega a la puerta... Y le echa el pestillo. Suelto aire que ni sabia que estaba reteniendo- Nunca se sabe quién puede entrar... - Dice, y se acerca cómo una fiera hacia su presa.
Me comienza a besar por todos lados me quita la flada que tenía puesto. Mete su mano por debajo de mis bragas mientras que con la otra apreta mi pecho. Yo solo me dedico a gemir, jadear y pedir más y más. Esto los que necesitaba.
- Shht nena, tus padres están abajo y no saben que estoy aquí...
Continua que con su placentera tortura... Y sin más dilación me arranca las bragas y me penetra. Calla mis gemidos con su boca. Sale y entra duro. Creo que nunca me lo había hecho a si de duro. Y me encanta. Cuando estoy a punto de llegar al orgasmo tocan a la puerta. ¡Mierda!
- Ana, cariño la comida ya está lista. -Christian augmenta la velocidad y hace que llegue al orgasmo más rápido. - ¿Ana me has escuchado?
- ¡Siii! - Digo cuando llego al climax. Mierda ese si fue muy... Como decirlo.... Muy sexual. Me aclaro la garganta e intento tranquilar mi respiración - Eh... si mama ya bajo.
- Está bien hija, no tardes. - Escuchamos cómo poco a poco se va alejando de la habitación.
Miro a Christian y veo que sigue teniendo una estúpida sonrisa en la cara.
- Has sido bastante prudente al ponerle cerrojo a la puerta - Le digo mientras le abrazo.
- Ya sabes, nunca se sabe que te puedes encontrar cuando abres una puerta sin tocar antes. Imaginate si tu madre hubiese entrado. Creo que me hubiese cortado las pelotas en ese mismo momento.
- ¡Hay dios, que exagerado que eres!
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Hola! Primero que todo, siento haber tardado tanto en actualizar. Y segundo y último está historia ya está apunto de acabar. Solo quería decir que le quedan unos dos capítulos cómo mucho tres.
Espero que les haya gustado el capítulo nos leemos mañana :-) ;-)
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50 sombras, algo diferentes
RomanceEste fanfic, explica la historia de Anastasia Steele y Christian Grey, pero se conocen de otra forma. Los dos son estudiantes, Christian es el típico chico guapo y popular del instituto, en cambio Ana, es la típica empollona, que solo tiene una amig...