Capítulo 4. Aprietos

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—¿Estás bien? —pregunto a Iracema mientras los sonidos del silbato de fondo me obliga a hablar fuerte.

Me siento a lado de la guerrera quien se está tomando de las rodillas mientras mira a su elegante y atractivo novio, jugar fútbol.

Obviamente, la sangre nos es agua, nuestra familia es hermosa y vistosa, lástima que a veces no sirva de mucho para obtener a quienes queremos.

—Nada... —dice en lo que observa a Hisa pasar con un grupo de chicas, todas ellas cuchicheando y mirando a nuestros compañeros con algo de hambre.

—Mientes... sabes que me doy cuenta... —digo cruzandome de piernas.

Mis ojos dan con Mónica quien está del otro lado de la cancha sosteniendo las cosas de Juanjo, maldita afortunada. Odio ese coqueteo y la cercanía que tienen, pero debo admitir que ella sabe moverse con cautela. Las veces que intento hablar con Juanjo lo termino alejando.

—Bien... —susurra Iracema—, pasa que anoche nos escapamos con Luriel...

—¡Los descubrieron! —pregunto intrigada

—¡No! Me dejas contarte o no —pregunta y yo hago el gesto de que me voy a callar. Atenta al chisme claro está —. Bien el punto es que, estábamos en medio de... ya sabes, fuego, besos, toqueteos muy subidos de tono...

—¿Lo hicieron? Sabes que te puedo demandar, el aún tiene 17 —me burlo.

—Callaaa... —vuelve a decir, pero esta ves con una sonrisa.

—Continúa, escucho... asalta cunas.

—¡Perra! —dice acompañada de una risilla —. En fin, todo estaba muy subido de tono, el problema es que terminamos peleados, y la magia se rompió...

—¿Hizo algo inapropiado el imbécil de mi primo? —pregunto indignada.

—No, no, la pelea fue por otra cosa... está practicando con magia prohibida ancestral, vi sus marcas... y me quedé preocupada.

—¿Qué se supone que hace practicando magia ancestral?

—Busca un hechizo como el Nole me tangere...

—¿Aprovechaste para contarle que él está más que protegido porque tu le tienes en una jaula de invocación?

—Obvio no...

—Ese era tu momento hermana.

—No puedo contarle que lo protejo. ¿Sabes como me odiaría? Su madre asesinada y el protegido por mil hechizos... no se puede enterar de ello aún.

—Sabes que tu mentira se va a descubrir tarde o temprano...

—Por el momento al parecer será tarde... el punto Jose... es que me hizo pensar que también debería buscar una magia así de poderosa, más, luego de escucharlo ayer hablar sobre el Jasuka y los espíritus... ¿si tiene razón? Y estamos perdiendo tiempo valioso al no hacer nada.

Miro a Iracema y comienzo a procesar sus palabras, así que me cruzo de brazos y planteo la pregunta que nace en mi.

—Sugieres que deberíamos estar a favor de la insurgencia, ¿seguir los pasos del Justiciero?

Iracema se encoje de hombros y con ello una luz de alarma se prende en mi cabeza.

—¿Y que tal si tienen razón? Todos, los de ese diario, Luriel, y los seguidores de él y la única forma de seguir vivos es atacando primero.

—¿Leíste los últimos reportes Ira?

—No...

—La policía lanzó un informe, al parecer los patrones de los asesinatos son 3 distintos, y nuestro justiciero, realmente son tres personas y no una. Si la policía tiene esos datos, significa que están muy cerca de atrapar a los criminales. Yo me lo pensaría más veces antes de dar mi apoyo a un criminal.

El justiciero del Panal [Libro 3] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora