Five

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FIVE

-¡Despierta ya mocoso! - gritaba el nuevo dueño de la propiedad Phantomhive. 

-¡Agh! ¡QUE MOLESTO! ¿Qué no sabes como tratar con las personas? - se queja el pequeño sentándose frotando sus ojos. 

-Tu eres un fantasma, ¿no? ¿O quizá un demonio? - 

-Deja de hacerte el gracioso. ¿Qué quieres? - 

-Traje tu ropa. Tienes 5 minutos para vestirte y bajar. El carruaje nos va a llevar a la ciudad. Así que date prisa. - sale serio de la habitación, sin embargo regresa unos segundos después encontrándose con el joven exactamente igual a como lo dejo. -Asumo que no sabes vestirte solo. ¿No? - 

-Algo así. - 

-Era de suponerse, siendo hijo de nobles es un milagro que puedas respirar por ti mismo. - 

-Bueno… Tengo asma, así que no estés tan seguro de que pueda respirar todo el tiempo por mi mismo. Mejor no te deshagas de mi lápida. - 

-Tengo que admitir que con lo inútil que eres al grado de no poder respirar solo, me asombra la idea de saber, ¿Como hiciste para seguir con vida? - 

-¿No te quedó claro con todo lo que he hecho? Soy perfectamente capaz de arreglármelas por mi mismo. - responde con una sonrisa arreglando su moño luego de que el otro sujeto terminó de vestirlo. 

-Curioso…  Un humano puede maquilar cosas increíbles, pero no puede hacer algo tan simple como vestirse solo. Eso es de risa. - 

-Asumo que no tanta. Me necesitas para algo demonio, se que por eso me mantienes con vida, así que dime,  ¿Realmente no es más un motivo para reír que aquel que tanto se burla de los humanos necesite de uno? - 

-¿No te ha pasado por la mente que eres solo una mascota? Es más, hoy mismo mandaré que hagan un collar con placa por si se te ocurre perderte.-

-Eres un…

-Camina, tenemos muchas cosas que hacer en Londres…


-¿Cuántas tiendas más piensas visitar antes de decidir qué sábanas comprar? - 

-Las que sean necesarias, quiero auténticas sábanas de 400 hilos de algodón egipcio. - 

-Solo compra seda o satén y vámonos. Además me duelen los pies. - se queja el niño luego de varias horas caminando tras él. 

-Con una materia prima que ha sido cultivada por miles de años en el Valle Nilo, que además es hilado a mano por los mejores artesanos, debes saber que las sábanas de algodón egipcio significan estatus, niño. - 

-Como sea, solo apurate o ve por ellas a Egipto. - 

-Dudo que sobrevivas más de 2 horas al clima de Egipto, así que ir por ellas hasta allá no es una opción. - 

-¿Me crees tan débil? Ya te he demostrado que no lo soy. - 

-Excelente, entonces carga eso. - le entrega varias cajas con compras al pequeño que cae cómicamente al suelo víctima del peso. -Comprobado, eres muy débil, mocoso. - levanta sus cosas. -Date prisa, aun tengo que ir a ver sobre las almohadas. - 

-Aguarda. - 

-¿Ahora qué? - 

-Es más de medio día y no he comido nada, no esperes que siga caminando así.-

-¿Cuando estabas solo hacías tus 5 comidas diarias? - 

-Solo una. - 

-Entonces espera a esa. - curioso observa la expresión del pequeño como esta pasó de altanera a furia, a decepción. -¿Y con que se supone que debo alimentarte? ¿Leche? - 

-¿Acaso te parezco un cachorro? - responde recuperando su sarcástico humor. 

-Eso eres…  Una cría de humano que no puede sobrevivir sola. Así que eso te convierte en un cachorro. - sonríe ante la cara de molestia del menor. -Te llevaré a un restaurante y eliges qué comer tú mismo…  Que no sean solo postres. - 

-Qué amargado. - 

… 

-¿Aún falta mucho? - 

-Aún es temprano mocoso y todavía debo comprar muchas más cosas. -

-Entiendo. - respondió el más pequeño visiblemente agotado, llamando la atención del demonio que solo suspira. 

-No pienso cargarte, pero ya te llevaré a descansar… 

… 

Un rato después el elegante carruaje se detiene frente a la mansión Phantomhive y de él desciende el demonio llevando en brazos al dormido Ciel. 

-Desde que usted compró este lugar parece otro. - habla sorprendido el cochero mirando la fachada exterior completamente remodelada. -Es maravilloso. - 

-Justo lo que buscaba. - le entrega una bolsa con monedas al cochero. -Por favor ponga todas las compras en el recibidor antes de irse. - pide antes de retirarse llevando al pequeño a la alcoba donde cambia sus ropas por la pijama y lo deja perfectamente arropado. 

… 

Una vez solo, el demonio se dirige al salón principal de la casona observando como todo a su alrededor pese a lucir mejor que en días no era perfecto como él deseaba. 

Quitó su elegante saco y tronó sus nudillos antes de iniciar con su magnífico trabajo haciendo gala de su enorme poder demoníaco… 

… 

Despertó en la mañana sin saber exactamente la hora. Miró toda la habitación y se encontró con que a pesar de ser la misma ahora lucía muy distinta pues gran parte de la colección de libros estaba en ella en varios libreros gigantescos que cubrían por completo los muros de la habitación. Sonrió. 

Hambriento el pequeño se levantó y vio sobre la mesa del lugar su atuendo del día y sobre él un chocolate relleno de caramelo. 

-Al menos con el de hoy podré vestirme solo. - 

… 

Minutos después un completamente arreglado Ciel camina por su mansión encontrándose con un montón de personas llevando muebles y muchas de las cosas que había ido a comprar el día anterior con el demonio. 

-Disculpa, ¿has visto a Sebastián? - pregunta a varias personas, mismas que lo ignoran al estar más ocupadas en sus respectivos trabajos. -¿Alguien aquí me escucha? - grita ya harto, sin embargo sigue siendo ignorado.

Suspiró y salió de la propiedad notando por la posición del sol que ya era más de medio día y tal parece que aquel estupido demonio se había olvidado de él. 

Por otro lado…

Quizá podía aprovecharse de ello para buscar la forma de deshacerse de aquel ser infernal. 

Con aquella idea en mente un contento Ciel abandonó la propiedad en dirección al único lugar donde sabía que ese demonio no se atrevería a buscarlo, ¿o si? 

††††

Primero que nada, no acepten sábanas de más de 400 hilos, no se mojan bien a la hora de lavarlas por lo cerrado del tejido y no se.asean corre correctamente
Segundo, tampoco acepten de menos de 400 porque no son de la mejor calidad. Solo de 400, Sebastián ya se los explicó allá arriba.

Agüelita, ¿Desde cuando te convertiste en experta en sábanas? 🤔

Oh, realmente esa es una situación muy curiosa. He estado enferma y he hibernado mucho volviendome una experta en sábanas.



The Boy at The Window Donde viven las historias. Descúbrelo ahora