Demon Care.

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Capítulo 12.

Demon care. 

A ojos ajenos Sebastián Michaelis era un padre adoptivo muy amoroso además de un as como empresario. Para Ciel por otro lado no era más que alguien que busca aprovecharse de los demás en todos los aspectos, sobre todo de él. Aún cuando ese demonio insistía en que no era más que una mascota, lo cierto era que no podía ir adelante sin su ayuda, y recientemente Ciel tampoco sin el demonio, pero lo mejor será ir poco a poco. 

Cuando Lizzy se fue el demonio le prometió la mejor educación, Ciel imagino que más clases serían agregadas a su ya de por sí apretado horario, sin embargo se sorprendió cuando todos sus profesores fueron despedidos y ese Cuervo empezó a instruirlo el mismo. Tenía que admitirlo, era un tipo muy sabio, 5mil años de existencia lo habían hecho, sin embargo también era estricto, severo, por no decir que era un reverendo h!j0 de p*+4 al que no le importaba lastmarlo en serio cuando de una lección se trataba. 

Un ejemplo ayer, cuando cometió un error de letra en una traducción y gracias a ello el texto entero perdió la hilacion. Un profesor le habría hecho notar su error y lo habría guiado para corregirlo. Por el contrario el idiota de Sebastián le golpeó las manos en múltiples ocasiones para hacerlo ver su error. Y ahora se paseaba con total tranquilidad con los clientes de su hotel hablándoles de su negocio y un poco de la familia que ellos dos han formado. 

Sería bueno si el lo desenmascara frente a toda esa gente y lo arruina demostrando lo violento que puede ser, sin embargo algo se lo impide y no sabe si se trata del grillete en su cuello o quizá miedo… 

¿Miedo él? 

Eso era muy gracioso, el era Ciel Phantomhive, el que desde muy niño vivió sólo en esa mansión por si mismo en el olvido, el no sentía miedo de nada. 

Se separó del grupo buscando quitar sus guantes, sin embargo una extraña sensación se apoderó de él. 

-¿Te sientes bien, Ciel? - pregunta el demonio con fingida preocupación ganándose una exclamacion de ternura de parte de las damas invitadas. 

-Sí, solo hace un poco de calor. - respondió el chico tomando el paso de nuevo junto a sus invitados. Ya vería la forma de tumbar su imperio. 

-¿Seguro? - 

-Sí, todo bien. - respondió preso de ese temor. 

-Entonces damas y caballeros, siganos por favor. - pide amable el demonio llevando a su "hijo adoptivo" abrazado por los hombros impidiéndole separarse del grupo. -El hotel Jahim les da la bienvenida a su nueva atracción. El lago. - 

Y Ciel al igual que todos sus invitados miró sorprendido el cuero de agua y es que ni el mismo recordaba que la propiedad de sus padres tuviera tal cosa… aunque jamás recorrió todo debido a su delicada salud. 

-Es magnífico. - 

-Es perfecto. - 

-No se nadar. - Murmuraban los nobles. 

-Con esta nueva atracción el hotel Jahim busca seguir a la cabeza del lujo en cuanto al hospedaje se refiere catapultando a Londres como la ciudad más importante del globo.- habblaba el demonio para sus invitados mientras camareros paseaban entre los nobles para ofrecerles tragos para el brindis. 

Minutos después Ciel mira desde la orilla con cierto toque de apatía a toda la nobleza entre sus tierras. Realmente odiaba verlos allí, odiaba a toda esa gente vacia igual que sus tías. 

-Oye… - un pequeño niño tira del pantaloncillo de Phantomhive. 

-¿Qué quieres? - respondió mrgo, sin embargo de inmediato sintió la tremenda mirada del demonio en su nuca, por lo cual cambió su semblante por una sonrisa. -¿Puedo ayudarte en algo? - 

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