Me levanté de la cama aún cansada, la noche anterior Noah no había dejado de mencionar que quería saber si era niña o niño. Su insistencia comenzó a estresarme que justo antes de quedarme dormida había aceptado a hacer una ecografía hoy mismo y ahora recién analizaba mis palabras.
- ¿Estás lista? -cuestiono Noah entrando a la habitación
-Te has vuelto muy insistente últimamente
-Ya tú te has vuelto muy aburrida
-No es aburrida es cansancio de llevar a alguien conmigo
-No quiero sonar duro, pero agradezco no llevarlo yo
-Idiota
-Arriba, mi madre ya está esperando -sonrió
-Si, ahora bajo
Me levanté completamente de la cama, acercándome al cuarto de baño. Hoy específicamente prefería evitar la ducha en la mañana o si no tendría a un Noah muy insistente fuera de aquí
Me vestí con un vestido suelto completamente, estos habían sido las únicas prendas de ropa que solía utilizar. Apresar que mi abdomen aún era bajo la mayoría de mi ropa ya no me quedaba o era muy arriesgado ponérmela por lo apretado que era.
Baje las escaleras con mi bolso colado en mi hombro, busque a Noah con la mirada, pero parecía que su presencia no se encontraba en la casa y podía sentir su ausencia.
-Buenos días -salude a Kimberly
-Hola querida, ¿Cómo dormiste?
-Para ser sincera Noah no dejo que descansará
-Me imagino, ha estado inquieto toda la mañana. Me recordó cuando era un niño
- ¿Era muy travieso?
-Demasiado, con decirte que no podíamos dejar ni un solo dulce en la estantería porque el terminaba comiéndolos
-Wow, espero que yo no tenga que pasar por lo mismo
-El problema será cuando Noah comience a consentir a su bebé
-Lo consentiré de buena manera -interrumpió el susodicho
-Ya claro -reí
-Nos vamos, hablé con un doctor y nos está esperando
-Amelia no ha desayunado
-Ni tú, pero las llevaré a ambas después a desayunar algo -explico el
- ¿Tan apurado estás? -cuestiono su madre
-No sabes cuánto
-Bien, entonces hay que irnos -hable
Noah sonrió antes de caminar frente a nosotros guiándonos hasta su auto, él se sentó justo frente mientras Kimberly y yo íbamos en la parte de atrás. Sin más el camino hasta el hospital comenzó, hablábamos de temas sin importancia y al mismo tiempo de cosas que nos causaban demasiada risa.
(...)
La madre de Noah se encontraba fuera del consultorio mientras él y yo estamos con el doctor. En estos momentos fue cuando me arrepentí de traer vestido, pero no podía hacer nada. Alcé este dejando al descubierto mi abdomen dónde el doctor coloco el gel y con la máquina comenzó a esparcirlo.
- ¿Todo ha ido bien en casa? -cuestiono el doctor
-Si -cuestiono extrañado Noah - ¿Sucede algo?
- ¿Has tenido algún dolor últimamente? -Me pregunto
-Bueno tuve una amenaza de aborto, pero se trató a tiempo -expliqué
-Ya veo, entonces estás enterada de tu situación -asentí -Entonces a lo que vamos...
ESTÁS LEYENDO
El Trato Perfecto [#2]
RomanceLibro #2 de la Bilogía PERFECTOS Historia independiente "Yo soy fuerte, yo puedo" era lo que se repetía en la mente de Amelia Jones cada día, aquella chica que podía parecer normal pero bajo esa hermosa sonrisa escondía unas terribles marcas. Unas...