Capítulo 9.

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3 de la mañana marcaba el reloj junto a mi cama cuando mi celular había comenzado a sonar insistiendo tanto que me pareció muy raro. Mi primer pensamiento fue que se trataba de una emergencia así que no dude en levantarme y cuando mire la pantalla así parecía.

El contacto que marcaba a esta hora era del hospital donde estaba mi mamá, imaginándome lo peor mi corazón comenzó con sus latidos acelerados y dolorosos. Atendí el teléfono sin pensarlo más y al otro lado escuché la voz del doctor.

- ¿Amelia?

- ¿Doctor Lozada? ¿Sucedió algo?

-Necesito que vengas al hospital por favor, Amelia

- ¿Sucede algo?

-No puedo decirte nada por teléfono, me gustaría que vengas

- ¿Es algo grave?

-No puedo decir nada por teléfono, Amelia me gustaría que vengas con Noah, sé que están juntos en estos momentos

-Él está descansando, pero iré yo -explique

-Amelia tienes que venir con alguien

-Me está asustando -admití

-Amelia te espero aquí y hablamos

Y colgó sin esperar una respuesta mía, mi corazón latía tan rápido y muy fuera de lo normal, parecía que en cualquier momento me podía desmayar. que el aire se escapaba de mis pulmones y nunca volvía, mientras intentaba cambiarme el aire me faltaba aún más con el pasar de los minutos.

No podía mantenerme quieta, jugaba con mis dedos sin poder hacer más y caminaba de un lado a otro por la falta de aire. intenté gritar el nombre de Noah muchas veces, pero no podía, mi única opción fue mi teléfono, lo tomé y marqué su número a pesar de estar en la misma casa.

Sin aire ya no podía decir ni una palabra, así que solo espere que el contestara y después de unos pitidos el contesto adormilado, podía escuchar su voz, intente decir alguna maldita palabra, pero no funciono nada salía.

- ¿Por qué me estas llamando? -hablo al otro lado del teléfono

Pero no puede hablar, solo comencé a ahogarme y a toser.

- ¿Amelia? ¿Qué sucede? -cuestiono con un tono que parecía preocupado

Oí un sonido brusco del otro lado en indicio que había hecho un movimiento muy rápido o fuerte. En un momento sin previo aviso la llamada se cortó haciéndome creer que solo se había vuelto a dormir, pero no fue así. La puerta de la habitación de abrió con tanta fuerza que logro asustarme y el entro a paso apresurado, yo me encontraba en el suelo apoyada en mi cama intentando respirar, su mirada se cruzó con la mía haciendo que él se acercara a gran velocidad.

-Amelia, ¿Qué pasa?

La tos se intensificó, creía que en cualquier momento podía desmayarme por la falta de aire.

-Amelia respira lento, respira conmigo ¿Bien?

Noah coloco ambas manos en cada lado de mi cintura y me levanto para colocarme en sus piernas a horcajadas en él.

-Respira conmigo pequeña -pidió

¿Pequeña? En qué momento él había cambiado su comportamiento conmigo y no me quejo de su apodo porque este me gusta. Me gusta que me trate con cariño y no sea arisco conmigo como suele ser. Una parte de mi me dice que esta siendo cariñoso, pero otra me dice que tan solo lo hace por la pena que siente por lo que me esta sucediendo.

El Trato Perfecto [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora