Epílogo CORTO
(Un año y medio después)
La observaba detenidamente mientras ella dormía, en uno de sus brazos descansaba nuestro pequeño de tan solo un año mientras que su otra mano descansaba en su diminuto vientre de tres meses, después de esperar a que Oliver cumpliera si primer año Amelia me había sorprendido dándome la noticia que estaba embaraza de nuevo.
Ansiaba con todo mi ser tener más hijos con ella, y tantas veces se lo mencione. Realmente deseaba la familia más grande que uno podría tener. Estaba dispuesto a tener muchos hijos si era con ella. Esa mujer realmente me volvía loco, y después de mucho lo que había pensado hace unos años era realmente cierto.
Nuestro hijo era jodidamente perfecto y hermoso, era la combinación perfecta entre Amelia y yo. Sabía que no había hecho mal al enamorarme de ella y escogerla como la madre mis hijos y mi esposa, esa había sido la única maldita buena decisión que he tomado en toda mi puta vida.
Despertar y encontrarme con ella aun descansando, aprovechar los minutos que me quedaban sin que ella abriera los ojos yo siempre me quedaba viéndola y podía hacerlo sin importa lo que sucediera, me hipnotizaba su belleza y calidez de su rostro.
- ¿Pequeña? -la llame
Era hora que ella despertara, pero sabía que costaría, con el embarazo dormía mucho más de lo que debía y no me quejaba, me gustaba tener que atenderla yo y poder consentir cada uno de sus antojos.
- ¿Qué hora es? -cuestiono
-10 de la mañana
-Adeline, tienes que ir por ella
-Si, dejare el desayuno listo e iré a recogerla
- ¿Te ayudo?
-No, está bien
Deje un suave beso en sus labios y salí de la habitación, dejando que descansara un poco más.
Adeline, mi pequeña sobrina de casi 2 años. Desde que había nacido la conexión que se formó entre nosotros fue instantánea, amaba a esa niña traviesa. Se había convertido en algo cotidiano buscarla en casa de mi hermano y salir a pacer con Oliver, se llevaban super bien entre ellos y eso me encantaba. La pequeña niña había heredado lo habladora de su madre, pero algunas veces llegaba a sorprender cuando hablaba a su tan corta edad.
Me moví ágilmente en la cocina mientras intentaba preparar un desayuno lo más rápido posible, dejando todo completamente listo salí de casa para dirigirme a casa de mi hermano. Después del nacimiento de Oliver habíamos decidido quedarnos en Alemania y vivir cerca entre nosotros.
Me monte en mi auto y encendiéndolo conduje hasta la casa que se encontraba a pocos kilómetros, estacione el auto en la entrada, apague el motor y baje del auto para acercarme a la entrada. Toque dos veces esperando que alguien abriera la puerta y así lo hicieron, Eli apareció frente a mi aun un poco adormilada mientras que detrás de ella se acercaba corriendo Adeline.
-Tío!!
La pequeña se me lanzo haciendo que la tomara en brazos para cargarla
-Hola princesa -salude -Buenos días, Eli
- ¿Por qué cada que vas a venir por ella, se levanta temprano pero cuando necesitamos que despierte no lo hace?
-Sera porque me prefiere -sonreí
-Claro, yo soy su madre
-Y yo soy su tío
-Solo esta con él por los dulces -interrumpió Jake
-Hola hermano -lo salude
- ¿Como esta Amelia y Oliver?
-Bien, ambos durmiendo
-Es lo que todos deberían estar haciendo un domingo a esta hora -exclamo Eli desde la cocina
- ¿Y qué tal el embarazo? -cuestiono mi hermano
-Bien, unos meses más y podremos saber si es niño o niña
- ¿Y tú quieres que sea...?
-Sinceramente al principio quería una niña, pero ahora ya no importa tanto
- ¿A no?
-No, será mío y de Amelia con eso basta
-Es raro verte así de cursi
-Bueno culpa mía no ha sido, desde que nació Oliver soy así
- ¿Dónde irán hoy?
-Amelia me menciono que quería mostrarle los animales a Oliver así que iremos al Zoológico
-Ya, ¿A qué hora la traerás?
- ¡Por dios! está yendo con su tío no con un novio
-Bueno no diré mas
A veces llegaba a sorprenderme su forma de proteger de mi hermano hacia su hija, pero cuando lo pensaba bien recordaba que yo era igual que el o peor con mi hijo. Espere a que mi pequeña sobrina estuviera lista y salimos de ahí hacia mi casa nuevamente.
Habíamos entrado hacia el salón donde se escuchaba la voz de dibujos animados así que supuse que Amelia estaba ahí y lo comprobé cuando la vi. Ella ya estaba cambiada al igual que mi hijo.
-Bien ha estado llorando por ti, fue mi única solución -hablo levantados
-Estoy pensando seriamente que tiene un problema de papitis -hable
Me acerque a ella y plante un beso en sus labios, cuando mi voz llego a los idos de mi pequeño este rompió en llanto para que me acercara a él y así lo hice. Lo tome en brazos mientras dejaba un beso en su coronilla. Adeline quien estaba atenta a los dibujos dirigió su mirada a Amelia y corrió a abrazarla.
-Tía!!
Esta vez su emoción fue mucho más a la que tuvo conmigo
-Hola pequeña
Hablo Amelia mientras la levantaba y la colocaba en sus rodillas
- ¿Como has estado princesa?
-Bien -respondió sonriendo
-Hoy iremos a conocer a los animales, ¿Estas emocionada? -Volvió a hablar Amelia
Adeline asintió sonriendo aún más, aquellas mujeres se concentraron en hablar cosas que ellas podían entender mientras yo aun tranquilizaba a mi pequeño. Aun no podía creer todo lo había sucedido, recordaba perfectamente como antes las noticas podían ser Noah Smith un soltero codiciado y cocinero perfecto, pero ahora nadie podía decir eso, en cambio podían decir Noah Smith cocinero y hombre de casa, un esposo y padre feliz. Porque eso era un hombre completamente feliz.
Siempre me lo habían dicho antes, No podemos elegir de dónde venimos, pero si a donde podemos ir. Carajo la cosa más estúpida que alguien podía decir, siempre era la misma mierda el futuro, el futuro y el futuro.
Aquella maldita frase si significaba eso, el futuro, mi futuro y ahora nuestro futuro, mío y de mi familia completa.
El futuro podía ser una jodida mierda o podía ser lo más hermoso del mundo y adivinar cual es la mía, el futuro podría cambiar para cualquiera, pero no para mí. Porque esto es el ahora, mi pasado, mi presente y mi futuro.
Y carajo mi futuro la estoy mirando a la cara ahora mismo y déjenme decirle que es tan jodidamente hermosa y sexi.
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El Trato Perfecto [#2]
RomansaLibro #2 de la Bilogía PERFECTOS Historia independiente "Yo soy fuerte, yo puedo" era lo que se repetía en la mente de Amelia Jones cada día, aquella chica que podía parecer normal pero bajo esa hermosa sonrisa escondía unas terribles marcas. Unas...