Capítulo 19.

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Amelia Jones

Wow, este lugar era verdaderamente hermoso, Noah me había traído a un gran local, aunque las puertas fueran de cristales no podía ver el interior de este y los grandes ventanales estaban sellados y al igual que todo evitaba la vista del interior.

- ¿Qué es esto? -cuestione volteando para mirarlo

-Debemos entrar para que sepas...

El abre la puerta y antes de que pueda ingresar el me tomo de la cintura para pegarme hacia él y con una de sus manos tapo mis ojos evitando que mirara lo que tenía en frente.

-Noah me caeré

-Conmigo no, nunca te pasará nada a mi lado -susurro -Aquí hay un escalón

Levanté mi pierna para entrar y comenzar a caminar lento con Noah aún pegado a mí, sentí como la puerta se cerraba ya que está creo una pequeña ráfaga de viento.

- ¿Estás lista? -cuestiono

-Si...

-Sacare mi mano, pero aún no abras los ojos, cuando te diga lo harás ¿Está bien?

-No los abriré -asegure

Así fue, el contacto con el desapareció, pero aún podía escuchar su respiración en el lugar, todo estaba en completo silencio y ayudaba a que nuestras respiraciones se escuchen entre nosotros.

-Bien, ya puedes ver

Abrí mis ojos lentamente mientras me acostumbraba a la luz del lugar, miré atentamente todo y me di cuenta de que este era un restaurante, sabía perfectamente de que iba esto.

-Esto...

-Nuestro restaurante

- ¿Nuestro? -cuestione incrédula

-Si, es nuestro. Estamos comprometidos y gracias a ti lo obtuve

-Y sí...

-Joder lo olvide -me interrumpió

El palmeo su traje entero en busca de algo hasta que saco de uno de sus bolsillos una pequeña caja de terciopelo, lo abrió frente a mi dejando a la vista un hermoso anillo. Era el tipo de anillo que me encartaría llevar conmigo, uno muy simple pero realmente se podía apreciar lo caro que era.

-Creo que yo jodi todo -confeso

- ¿Por qué?

-Dije que no te enamorarás porque no lo haría yo... y ahora estoy muy enamorado de ti Amelia

-Noah...

-Mierda no sabes lo difícil que se me hizo aceptarlo. Pero no tenerte conmigo 2 semanas fue demasiado tiempo y que me dejaras poseerte fue la gota que derramó el vaso y entonces lo acepte. Caí en tus encantos

-Que buena forma de pedir matrimonio -sonreí

-Ya lo había hecho y aceptaste

-No tuve opción en ese tiempo

- ¿Y ahora? -cuestione preocupado

- ¿Lo tengo?

- ¿Por qué me preguntas? tú tienes la opción de negarte si lo quieres

-Pues...

-Pero antes quiero que veas algo

-Bien...

-Espérame

El camino hacia la barra que había a un lado y se escabullo por ahí hasta que el lugar se llenó de luces y justo arriba de él estaba un gran letrero con las letras N&A.

El Trato Perfecto [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora