Souhaila al escuchar a mi hermana se levanta rápidamente del asiento, pues es el que le pertenece al novio, y se marcha junto con Karam con la excusa de buscar a su hija.
Este es el momento que más temía, tener que enfrentarme a él, pero no sé que me duele más, si estar aquí sonriéndole a todo el mundo fingiendo ser feliz o tener que verlo a él.
Mis hermanas se acercan a mi, cada una con una silla en mano y se sientan a mi lado, lo cual agradezco mucho, ya que a los segundos entran a la carpa Safouan junto con sus padres y hermana pequeña, Malak, junto con algunos de sus invitados. No voy a mentir, ella es preciosa, ella es una copia exacta de su hermano pero en femenino.
Siento que la respiración se me corta, él está guapísimo, viste una abaya beige, un tono parecido a mi vestido. Se acerca a mí y me saluda con dos besos en la mejilla, saluda a mis hermanas con un asentimiento de cabeza y se sienta a mi lado, por el contrario Malak se acerca a mis hermanas y a mí, y nos da un fuerte abrazo a cada una, se sienta a un lado mío y comienza a charlar con Rania y Amira sobre mi henna, miro a mis hermanas, pero me olvidaba que éstas son incluso más charlatanas que mi cuñada.
A mi lado, siento el apretón que me da Safouan en el brazo, lo miro con una ceja alzada pidiéndole explicación, se acerca a mi oído y me habla.
— Es nuestro día, disfrutémoslo por favor — lo miro furiosa, pero sonrío al ver algunas miradas puestas sobre nosotros
— ¿Me estás hablando en serio? No te equivoques, tú mismo me lo dijiste, nadie te obliga a estar aquí, en cambio a mí me encerraron para que no hubiese escapado, de lo contrario te juro que no estaría ahora aquí, frente a ti, así que no te confundas
— Y también te dije que nada de esto es mi culpa, por favor, no las pagues conmigo — intenta tomarme de la mano, pero la aparta al ver que están llenas de henna, y como siempre, consigue hacerme sentir mal con sus palabras, en parte tiene razón, por lo que le sonrío
— Tienes razón, perdóname — él asiente y me da un beso en la frente, escucho unas risitas a mi lado, son mis hermanas y cuñada, han presenciado todo.
Al final el día no resultó tan mal como había pensado, después de la cena, ya todas las invitadas comienzan a retirarse, me desplazo con ayuda de mis hermanas a una habitación, ya que me pusieron henna hasta en la planta del pie, lo cual me estoy arrepintiendo muchísimo. Lo que sí me ha parecido muy raro el no tener náuseas en todo el día, pero lo agradezco mucho, al menos mi bebé se ha apiadado de mí este día, y espero que lo haga los dos días siguientes.
Ahora mismo nos encontramos las tres en mi habitación, en mitad de un ataque de risa, supuestamente me están ayudando a quitarme el vestido, cuando lo único que sucederá es que me partirán en dos.
— ¡Por Dios chicas! Sabemos que no quiero este matrimonio, pero quiero seguir con vida — en eso las dos me sueltan y me caigo al suelo, ya no puedo respirar de tanta risa que me ha dado
— ¡Qué está pasando aquí! — Malak se encuentra en la puerta mirando todo el panorama, entra y se asegura de cerrar bien la puerta — ya os andáis divirtiendo sin mí
— Por favor Malak, compadécete de tu cuñada y ayúdanos con esto — Amira no es capaz ni de hablar
Malak se acerca a mí, y de un rápido movimiento me quita el vestido dejándome en ropa interior, ésta retira la mirada avergonzada y yo corro a ponerme al baño para ponerme el pijama.
...
A la mañana siguiente me levanto temprano, miro a Malak dormir a mi lado, duerme con la boca entreabierta y suelta leves ronquidos.
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Una víctima más
RomantikLe era imposible olvidarse de aquel día, para ser exactos, de aquella noche, en la que comenzó toda su desgracia, pero a la vez toda su felicidad. A sus veintitrés años andaba esperando un bebé. Fue humillada, golpeada y abusada, después en un inten...