NARRADOR OMNISCIENTE (EL DÍA DEL JUICIO)
Tres coches aparcan frente al tribunal de justicia, un mercedes siendo custodiado por dos todoterrenos blindados. Del mercedes salió un chico trajeado que abrió la puerta trasera del coche dándole paso a Asmae Bennasar. La chica camina escoltada por los cinco guardaespaldas que le asignó su esposo una semana atrás, después de haber recibido una amenaza "anónima". Los chicos la rodearon para que ningún periodista se le acercara, pero igual las cámaras la rodearon.
— ¡Señora Bennasar! ¿Qué relación mantiene usted con el señor Fernández? ¿Dónde está el padre de su hijo? ¿Se hará cargo el señor Bennasar? — alguien tiró de su hijab haciéndola retroceder hasta terminar en el suelo, sus guardaespaldas se pusieron alerta sacando sus armas y apuntando a los periodistas — ¡A tu país puta mora!
— ¡Abajo armas! — Marcos, el jefe de seguridad, se acercó a sus hombres, éstos obedecieron, les echó una mirada fría a los periodistas, haciendo que estos retrocedan y bajasen también sus cámaras y por último se acercó a la joven quien aún permanecía en el suelo asustada — señora, con la cabeza en alto — ayudó a levantarse a Asmae, y junto con el resto de guardas caminaron a paso rápido hacia la entrada del juzgado.
Marcos es el hombre de confianza de los Bennasar, lleva años trabajando para la familia, y es por eso que el joven Bennasar le confío a él la vida de su mujer, se había convertido en su chófer y guardaespaldas personal.
Los abogados Bennasar y el joven Fernández, permanecen de pie frente a los portones de la sala donde se celebrará el juicio, Asmae Bennasar era la última por llegar. Se sintió sola por no tener a sus pequeñas ahí apoyándola, pero en algo estaba de acuerdo con su agresor, prefería privacidad.
El mayor de los Bennasar, al ver a su nuera entrar, se acercó casi corriendo a ella, los tres hombres han presenciado la escena que se ha formado con su llegada, mientras tanto su esposo se sentía miserable por no poder acercarse a su esposa, tranquilizarla y darle de su apoyo.
Samuel Fernández, no le quitaba la vista de encima, la miraba con ojos lujuriosos, se veía incluso más apetecible que la última vez. La deseaba con más ganas.
— Cuánto tiempo fierecilla...— hizo el amago de acercarse a ella, pero su suegro se interpuso entre los dos.
En ese momento Asmae se sintió palidecer, esa furia al igual que la valentía que le había inculcado su ahora familia, se esfumó, los recuerdos de aquella noche regresaron a su cabeza, y ahí se dio cuenta que jamás sería capaz de olvidarlo, no aquella noche, se sintió vulnerable frente a él. Les dio la espalda mientras limpiaba las lágrimas que habían comenzado a empapar sus mejillas.
"No soy tan fuerte como imaginaba " — pensó la chica.
Una mano se posó sobre su hombro que la hizo sobresaltar, se giró rápidamente, es su esposo. Éste al verla en ese estado sintió algo estrujarse dentro de él. Le dolió no poder ayudar a su esposa, incluso por un momento pensó en golpear al ese mal nacido, pero no podía permitirse líos, no después del contrato que habían firmado. Maldito infeliz.
...
— ¿Qué relación mantiene usted con la señorita Bennasar? — al contrario que Asmae, Samuel se encuentra muy relajado, porque como siempre, sabe que saldrá de ésta
— Es la amiga de mi novia, pero nunca hemos llegado a hablar, vamos... que no la conozco de nada
— Usted fue citado aquí, por una denuncia y orden de alejamiento por parte de la señorita Bennasar... — el chico sonríe a las preguntas que le hace Rachid
— No sé por qué cojones esta tía me ha denunciado, lo que le hace falta es un puto manicomio, ahí es donde debería de estar, no aquí
— No me ha dejado terminar mi pregunta, cállese y escuche — Rachid, es un hombre educado y con paciencia, pero en este momento la estaba perdiendo — como iba diciendo, la señorita Bennasar lo demandó por abuso sexual...
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Una víctima más
RomanceLe era imposible olvidarse de aquel día, para ser exactos, de aquella noche, en la que comenzó toda su desgracia, pero a la vez toda su felicidad. A sus veintitrés años andaba esperando un bebé. Fue humillada, golpeada y abusada, después en un inten...