Una víctima más

CAPÍTULO 8

SAFOUAN BENNASAR

Desde que salí del hospital no paro de llamar a su número, pero no recibo respuesta ninguna por su parte, así que me decido por ir a su casa, necesito hablar con ella y desahogarme, ella es la única persona que me entiende. Golpeo a la puerta de su casa, me abre una chica del servicio, pregunto por Sandra, y me hace pasar a su habitación.

Sandra Macho ha sido y es mi mejor amiga, nos conocimos cuando nuestras madres nos llevaron por primera vez a la guardería. Siempre la he mantenido informada de todo en cuanto a mi vida, desde el minuto cero, eso también incluye a Asmae, y siempre ha estado ahí para apoyarme.

Toco a la puerta de su habitación y la abro, la encuentro tumbada sobre su cama enredando con el móvil, al verme, se levanta y corre a abrazarme. Tiene su pelo castaño recogido en una coleta mal hecha, siempre se corta el pelo una vez al mes, ya que al tenerlo rizado y con mucho volumen, le cuesta mantenerlo. Tiene unos ojos grandes con unas pestañas muy largas, y unos hoyuelos se le forman en sus mejillas cada vez que abre la boca.

Prácticamente hemos hecho nuestra vida juntos, entramos a la guardería juntos, y nos graduamos en la misma universidad juntos, ella de educación infantil y yo derecho.

Ella es preciosa, no voy a negarlo, pero mis pensamientos sólo los ocupa una persona.

— Qué te trae por aquí nene, ven vayamos a comer, mis padres están de viaje, y no quisiera comer sola, me han hecho ternera con salsa, pero no te preocupes, a ti te harán otra cosa — me arrastra escaleras abajo y nos dirigimos al comedor.

No entiendo cómo es que todavía vive con sus padres en este casoplón, nunca me han gustado los espacios grandes, siempre he respetado la decisión de mis padres, pero nuestra casa será chica, y agradezco que junto a Asmae hayamos tenido la misma idea. La casa de Sandra es igual o incluso más grande que la de mis padres, pero lo que no entiendo cuál es el afán de querer tener tantas habitaciones.

— Hemos discutido, de verdad que no lo entiendo, estábamos muy bien, hasta que de repente ella explotó, hoy hemos ido al médico,cumple su segundo mes, tendremos dos bebés — ella bufa, por lo que la miro extrañado — ¿pasa algo?

— Pasa que es la misma historia de siempre Safouan y tú estás tan cegado que no te das cuenta, y yo te diré lo mismo una y otra vez, no te merece, es una egoísta que solo piensa en sí misma, divorciate, te digo yo que esto no llegará a ningún lado

Lo pienso una y otra vez, la amo demasiado, sé que aquí el único egoísta soy yo por obligarla a mantenerse a mi lado, pero para qué mentirnos... si le doy el divorcio, sus padres harán de su vida una mierda. No me gustó para nada el trato que le dan en su casa, peor aún cuando la encerraron para evitar que escapase, eso es inhumano.

— Sabes que no puedo hacerlo, Sandra

— Safouan joder, que eres mi mejor amigo, me preocupo por ti

En eso la misma chica que me abrió la puerta, es quien nos sirve nuestra comida. A Sandra le trae una cacerola con su ternera, en cambio a mí, verduras salteadas, unas de mis comidas favoritas.

— Lo sé muy bien pequeña, pero por favor, por el momento dejemos el tema y centrémonos en nosotros.

Comemos tranquilamente, nos ponemos al día con todo. También me regaña por no haberla invitado, mi única excusa que la lista de invitados la hicieron entre mis padres y los de Asmae, y cabe decir, que Sandra no le cae bien a ningún miembro de mi familia, Malak siempre me dice "que la zorra lo único que quiere es meterse entre mis piernas".

Quiero muchísimo a Sandra, crecimos juntos, y nunca podría verla más que mi hermana.

Mi teléfono suena, es un número desconocido, cuelgo la llamada, las compañías de teléfono llaman a la misma hora.