— Pero... explícame por favor, no entiendo, cómo ha pasado eso — consigo hablar entre sollozos
— Eso se transmite de una persona a otra, el cómo ha sucedido, ahí ya no me meto, pero también haré unos análisis a Safouan para cerciorarme, ya que él pudo habértelo transmitido — asiento, Safouan a mi lado sujeta mi mano dándole un apretón, nadie a parte de mi familia y la suya sabe quién es el verdadero padre, Saúl es de la familia, pero igual prefiero que siga pensando que Safouan es el padre, total, yo ya tengo mis sospechas — y si quieres quedar más tranquila, podemos volver a hacerte las pruebas, pues pudo también haber sido hereditario, quisiera saber si alguien en tu familia padece...
— ¡No! O eso creo
— Asmae, no tienen por qué ser familiares cercanos, también pudieron ser antepasados tuyos, o de Safouan
— Ahí ya no llego Saúl, yo...
— Vale vale, no te preocupes, Safouan a ti necesito sacarte unas muestras de sangre, a tí Asmae, te volveremos a hacer análisis, esta vez estaré yo presente en todo.
Luego de varias horas entre análisis y pruebas, me siento terriblemente cansada, los brazos me duelen de tantas inyecciones, Saúl esta vez nos cita para la próxima semana ya que él mismo decide encargarse de todo, así que le tomará su tiempo, y saber que será él quien lleve todo, me deja un poco tranquila.
Estamos en el coche de camino hacia la empresa, dejaremos ahí a Safouan mientras Marcos me llevará a casa. Ya llamé a Souhaila para ponerla al tanto de mi condición y sobre mi próxima ausencia debido a la baja por maternidad. Y pensándolo mejor, Saúl ha hecho bien en darme de baja, siento que la mayor culpable de toda mi desgracia soy yo, fui tan irresponsable al no escuchar sus consejos y de no haber cuidado a mis bebés como es debido, ahora pagan por mis tontos caprichos.
Me duele pensar en el día que los tenga entre mis brazos, ¿podré cuidarlos? ¿tan mala madre estoy siendo? Siento algo apretujarse dentro de mí de tan sólo imaginarlo. Pero mi odio hacia el padre de mis bebés va incrementando con el tiempo, no le bastó con abusar de mí que también ha condenado a uno de mis hijos. Sé perfectamente que Safouan anda limpio, más que nada porque al principio, este matrimonio era un fracaso y ni lo dejaba acercarse a mí, además cada que puede va a hacerse análisis ya que le gusta cuidar mucho de su salud. Sólo hicimos las pruebas para estar tranquilos.
Vuelvo a sollozar de tan solo pensar en ello, Safouan a mi lado me abraza dándome su apoyo, sé que no queda nada para llegar a la empresa, y me duele más aún saber que no lo tendré a mi lado en todo el día.
— Quizá suene un poco egoísta, pero por qué no vienes a casa, tu mujer te necesita Safouan, puedes trabajar desde casa, por favor — me mira por unos segundos antes de contestar
— Sabes que no puedo cariño, soy el abogado más reclamado en el país, además que estoy en un caso muy importante, no puedo darlo simplemente de lado
— Pero...
— Puedo salir un poco más temprano del trabajo y pasar tiempo con vosotros — posa su mano sobre mi vientre, asiento de acuerdo con su propuesta, él se acerca y me da un beso en los labios — te quiero.
Miro a Marcos avergonzada, pues nosotros somos más de dejar las muestras de cariño para nuestra privacidad, él se hace el desentendido y mira por unos segundos a la ventana, me avergüenza aún más el saber que lo mucho que le incomoda esta situación.
— No vuelvas a hacer eso — hablo bajo para que solo él me escuche
— ¿Por qué debería cortarme? Eres mi mujer — habla de la misma forma
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Una víctima más
RomantizmLe era imposible olvidarse de aquel día, para ser exactos, de aquella noche, en la que comenzó toda su desgracia, pero a la vez toda su felicidad. A sus veintitrés años andaba esperando un bebé. Fue humillada, golpeada y abusada, después en un inten...