[ ACT EIGHT ]

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5 AÑOS ATRÁS.

—POR AQUÍ, SAPH —INDICÓ KATY, TOMÁNDOLA del brazo. Saphire miró a su alrededor, cautivada por el lugar.

Estaban en un club de karaoke al cual Katy la había invitado en su primer día trabajando juntas. Estacionar autos no era el mejor trabajo del mundo, pero era lo mejor que podía conseguir después de haberse escapado del orfanato en el que se encontraba.

Para su suerte, le había ido bien. Conoció a Katy, que había sido increíblemente amable con ella todo el tiempo, y ahora ambas estaban listas para pasar una increíble noche. Junto con Shaun, el amigo de Katy, que Saphire todavía no tenía el placer de conocer. Según Katy, Shaun no había podido ir al trabajo por temas personales, así que ella no quiso preguntar más.

No iba a mentir, se sentía un poco fuera de lugar. Había llegado hace menos de una semana, era nueva, y por suerte había hecho una amiga. Era una sensación extraña, tenía una especie de miedo de ser ella misma, porque si quería encajar, quizás no podría serlo.

—Te va a agradar Shaun, es un gran chico —comentó Katy, mientras seguía guiándola por el lugar.

—¿Desde hace cuanto lo conoces? —preguntó Saph.

—Desde los quince años.

Wow. Pensó Saphire, pues aquello era demasiado tiempo. Jamás había tenido una amistad tan larga, se llevaba bien con muy pocas niñas en el orfanato.

—¡Ahí está!.

Los nervios de Saph aumentaron con las palabras de Katy. Su mente comenzó a llenarse de preguntas negativas: ¿y si a Shaun no le agradaba? ¿Y si Katy cambiaba de opinión acerca de ella y no volvía a dirigirle la palabra? ¿Y si se quedaba sola en una ciudad que no conocía?.

Sacudió la cabeza y trató de pensar lo más positivo posible. Lo cual no ayudó demasiado.

Katy saludó a un chico más alto que ella, asiático, apuesto, y sonriente. Él se acercó con pasos rápidos y saludó a su amiga en la mejilla con normalidad, para luego reparar su atención en Saphire. Sus mejillas enrojecieron y le costó formular las palabras por unos segundos que se hicieron eternos.

—Wow —soltó de la nada, demasiado embelesado por la belleza de la chica frente a él. Ahora las mejillas de Saphire se habían tornado de un color carmesí ante la mirada de Shaun sobre ella. El asiático rápidamente se recompuso y le tendió la mano en forma de saludo.— Lo siento. Soy Shaun.

A Saph le pareció tierno todo el nerviosismo que había en sus acciones. Tomó su mano con delicadeza y la sacudió, sintiendo como una agradable sensación de calidez la recorría el cuerpo entero.

—Saphire.

—Lindo nombre —elogió Shaun.

Y por un momento, solo fueron ellos dos en ese club de karaoke.








—NO ENTIENDO POR QUÉ ESTAS HACIENDO todo esto, Jake —admitió Saphire, con la ira irradiando en su voz.

—Sabes muy bien por qué.

Shaun miró desde lejos como Jake le rompía en pedazos el corazón a Saphire una vez más. No entendía cuál era su objetivo con todo aquello, le parecía estupido que alguien tan insignificante como él tuviera la cara para tratarla así, cuando claramente no se lo merecía. Jake siempre encontraba un error en Saphire, o era algo que decía, o algo que hacía. Era como si disfrutara hacerla sufrir y después volver rogándole perdón para tenerla bajo sus garras de nuevo.

𝑩𝑶𝑹𝑫𝑬𝑹𝑳𝑰𝑵𝑬  | 𝑺𝑯𝑨𝑵𝑮-𝑪𝑯𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora