AQUEL DÍA ERA EL CUMPLEAÑOS NÚMERO veinticinco de Saphire. Un día lunes cuatro de abril, con nubes oscuras en el cielo que advertían una mañana lluviosa.Shaun corría de un lado a otro en su departamento, mientras que Katy se balanceaba en una esquina como un bebé con las piernas atraídas a su pecho. El departamento de Shaun era un caos total, que hace unos veinte minutos había estado en orden.
—No, no, no. Esto no está pasando —el chico se sobaba el puente de la nariz con estrés y nerviosismo al mismo tiempo.
—Cuenta hasta diez Katy, cuenta hasta diez... —ninguno de los dos amigos sabía cómo mantener la calma en una situación como aquella.
Tenían planeado absolutamente todo para el cumpleaños de Saphire.
Primero la sorprenderían con un delicioso desayuno y le entregarían los presentes que le tenían. Luego organizarían un almuerzo con todas las comidas favoritas de la chica junto con la gente que era importante para ella, y la cena era la mejor parte. Shaun, Xialing, y Katy se las habían arreglado para pagar una cena en un restaurante costoso, que estaban seguros de que le encantaría a Saphire. Esas eran las formas en las cuales le demostrarían cuanto la querían y apreciaban en su día especial. Hasta habían pedido un permiso en el trabajo para que aquel día fuera más cómodo y en paz para la celebrada.
Lo primero que salió mal fue el clima. Parecía que habría un tornado en cualquier momento, y ya había comenzado a llover un poco. No hay problema, pensó Shaun. Celebrarían todo en un espacio cerrado, no les afectaría en nada.
Lo segundo que salió mal fue la cena en el restaurante. No tenían idea de por qué, pero les había cancelado la reserva, y si querían ingresar al lugar, debían hacer una fila de por lo menos dos horas, en un espacio abierto. Con la lluvia.
Lo tercero que salió mal fue el regalo de Shaun. Él lo había mandado a hacer especialmente para Saphire, y le había costado más de lo que podía pagar. Solo para descubrir al final que no estaba listo y que no podría entregárselo ese mismo día, si no que tendría que esperar una semana más para dárselo.
Y por último, Saphire no estaba.
La noche anterior se había quedado en el departamento de Shaun, y a él le pareció perfecto. Así él sería el primero en saludarla, y poder darle su regalo. Katy llegaría al rato después con el desayuno, y todo saldría perfecto. Si ella no hubiera salido del lugar horas antes.
No había dejado una nota, ni un mensaje. Su teléfono mandaba directo al buzón de voz. Y nadie sabía su paradero, ni dónde podría estar.
—Ya aparecerá. —aseguró Katy con la voz temblorosa.— ¿Verdad?.
—¿Y si algo le pasó? —Shaun se mordía las uñas con nerviosismo, asustado por lo que sea que le hubiera pasado a su novia.— ¿Y si alguien la sacó de acá?
—¿Hablas de un secuestro? —preguntó Katy con un nudo en la garganta. Shaun asintió efusivamente.— No lo creo, hubieras escuchado algo. Algún sonido.
—Ni si quiera la sentí irse —el chico se apoyó en una pared y se dejó caer al piso junto a Katy.— Se supone que hoy todo debía salir perfecto.
Katy acarició la espalda de su amigo por unos segundos.— Lo sé.
Estaba demasiado desanimada como para darle algún consejo. Tenían todo planeado para Saph, y todo lo que habían planeado se había ido a la basura. No podía evitar sentirse frustrada y ansiosa por saber donde se había metido su amiga, o si algo le había pasado. Sus manos temblaban levemente y su corazón latía a mil.
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𝑩𝑶𝑹𝑫𝑬𝑹𝑳𝑰𝑵𝑬 | 𝑺𝑯𝑨𝑵𝑮-𝑪𝑯𝑰
Fanfiction- ͙۪۪̥˚┊La leyenda dice, que una vez el portador de los diez anillos y el fénix dorado se reúnan, no habrá nada en el mundo que los pueda detener ┊˚ ͙۪۪̥◌ El pasado es algo que Shaun y Saphire llevan intentado enterrar en lo más profundo de sus cora...