𝑩𝑶𝑹𝑫𝑬𝑹𝑳𝑰𝑵𝑬 | 𝑺𝑯𝑨𝑵𝑮-𝑪𝑯𝑰

[ ACT FIFTEEN ]

SHAUN SE SUBIÓ A LA GRAN PROTECTORA DE  Ta Lo, y le dedicó una última mirada al cuerpo sin vida de su padre, quien había sido asesinado por el Mordador de la Oscuridad. Xialing copió su acción, solo que ella parecía más impresionada que él.

Todo se estaba cayendo a pedazos en tan poco tiempo. Solo esperaba que Saphire y Katy estuvieran bien en la aldea. Se preguntó cómo reaccionarían ambas al ver que él era el nuevo portador de los Diez Anillos que anteriormente tenía su padre, pues ahora aquellos se había adaptado a él y los había aprendido a manejar de maravilla. Al menos una cosa buena había pasado dentro de todo ese desastre.

—Shaun —lo llamó Xialing mientras la Gran Protectora tomaba vuelo y se acercaba al agua, creando una fuerte corriente que pronto lograría dañar al Mordador. Su hermano giró a mirarla.— Algo le ocurrió a Saphire cuando estaba en la aldea.

Pronto, Shaun sintió como todo su cuerpo se tensaba y la preocupación crecía en él. La expresión de Xialing era seria y a la vez triste, aquello no podía significar nada bueno. Todas las veces que había rogado mentalmente para que Saphire estuviera bien al parecer no habían servido de nada, solo esperaba que no fuera algo grave.

—¿Qué...? —la pregunta murió en la garganta de Shaun cuando una criatura peculiar se hizo presente cerca de ellos.

Un ejército de aves fénix apareció. Sus alas ardían del rojo más intenso. Todas ellas seguían a una clase de fénix superior, que no se veía igual al resto. Sus colores dorados y anaranjados era lo que más resaltaba de esta. Sus alas lograban que se impulsara en el aire como la criatura más hermosa. Ella y su ejercito rodearon a la Gran Protectora, protegiéndola de cualquier otro mordador que quisiera herirla.

La tía de Shaun le había dicho que un fénix había ayudado en la primera guerra que tuvo Ta Lo con el Mordador de la oscuridad. Si él se había sorprendido cuando la Gran Protectora apareció, ahora estaba boquiabierto.

El fénix que lideraba a todos se puso al lado de Shaun, a la misma altura que la dragona, y lo miró fijamente. Shaun quedó fascinado con el color de sus ojos. Un dorado hermoso, peculiar, y que solo podía pertenecer a una persona.

Saphire.

Sintió un inmenso orgullo de ella, y a la vez un poco de confusión. Katy había hecho una broma o dos acerca de si Saph podía convertirse en ave, y ella había reído. Quien diría que al final si lo lograría. Y que terminaría siendo el fénix más hermoso y poderoso de todos los que habían en Ta Lo.

Las aves tomaron vuelo alrededor de la Gran Protectora, y a penas ella comenzó a atacar al Mordador de la Oscuridad, copiaron su acción. Para la desgracia de todos, los otros mordadores que habían logrado absorber el alma de las personas comenzaron a depositar estas en la boca del Mordador, brindándole más poder y logrando que esta bestia tomara a la Gran Protectora con sus garras, para luego comenzar a absorber su alma. No importaba cuanto los fénix trataran de hacer que la soltara, ni con cuánta magia el fénix dorado lo atacara. El Mordador de la Oscuridad no iba a soltar a la dragona, que ya estaba comenzando a ceder ante la pérdida de su alma.

La bestia tomó a Xialing y trató de separarla de Shaun para comer su alma, pero el fénix dorado intervino de forma casi inmediata y logró hacer que la soltara. Xialing rápidamente se subió al ave y se acomodó con firmeza en ella para no caer.

—Me alegra que estés bien, Saphire —susurró Xialing contra el pelaje del fénix.

En ese momento, una flecha atravesó la garganta del Mordador de la Oscuridad y lo obligó a dejar ir a la Gran Protectora, devolviéndole su alma y su fuerza. Xialing divisó a lo lejos a Katy, quien había disparado aquella flecha y estaba tan sorprendida de sí misma como todos en ese momento.