Capítulo VIII

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POV EMILIA

Al final de la tarde había dejado que los demás terminaran de organizar la fiesta. No creí que se lo tomarían tan en serio, pues ahora con esto de la ronda de juegos realmente me sorprendieron.

No era que no me agradara la idea    bueno un poco no porque no la organicé yo    pero permitiría, al menos una vez, dejarme llevar sin pensar tanto.

Le ofrecí mi mano a Andi para que vayamos, afortunadamente aceptó.
Está siendo agradable pasar la noche con ella, creo que nunca -ni siquiera con meu papai- me había sentido tan cómoda estando con una persona.
Por otro lado, temo sobrepasar la línea entre nosotras, aún no estoy tan segura de si podría llegar a estar interesada en mí, la noto siempre muy tímida, me trata muy bien pero no podría basarme solamente en eso. A veces siento que soy demasiado impulsiva...
Disfruté tanto... tanto esos bastos minutos bailando pegada a ella, que ni siquiera me percaté si estaba también a gusto o solo lo hacía por miedo a no rechazar mi invitación... El esteriotipo que la gente tenía en mí podría haberla confundido.   Y yo tengo ganas que me conozca de verdad   O quizás, quizás lo haya interpretado con diferentes intenciones. Merda, las amigas podemos bailar juntas también, solo que yo... Yo siento algo en mi cuerpo. Ustedes me entienden, es ese estado extraño en el que anhelas estar en constante cercanía con la otra persona. Porque simplemente no puedes despegarte.

Tengo una duda existencial que generó un comentario que una vez hizo mi profesor de Fundamentos Psicológicos. Un compañero le preguntó si acaso era posible que una persona X se diera cuenta que otra persona está interesada/excitada con su presencia, a lo que mi profesor respondió: "Es muy difícil que una persona se esté calentando y la otra no".
Al inicio, por la manera vulgar con que se dirigió a su alumno, nos causó mucha gracia. Pero de hecho, yo recuerdo haberme quedado dándole mil vueltas a ese comentario, durante semanas... He intentando buscar una respuesta que lo desmienta o lo justifique. Sin embargo nunca la hallé. Solo logré quedarme con el interrogante y la duda.

Entonces yo ahora... Qué horror.... Pensé alarmada. ¿Podía Andi percibir mi atracción hacia ella?

Me pregunto cómo funcionaría la conexión...

¿A caso ella, aunque no lo demostrase, sentía toda aquella corriente en el estómago que yo sentía al verla, al tocarla? ¿Era posible contagiar algo así?

Porque estoy dejándome fluir, demasiado, exponiendo cada centímetro de mi sensibilidad hacia Andi. Si lo niego, me engaño a mi misma. Si no soy correspondida, al menos lo intenté. Ya, pues, más que mi sueño de ser una artista reconocida... no tengo nada que perder. Para la mayoría este punto de vista podría ser calificado como penoso y pesimista, al no tener planes a futuro para mi vida, me refiero... Pero hoy, quiero dejar atrás mis preocupaciones, permitiéndome disfrutar.

-Ya quiero saber que tienen preparado los chicos para nosotras -dijo Andi.

-Nosotras? -le pregunté con una sonrisa de lado.

-Sí, nosotras -repitió, lo cual ya me había generado mucha ilusión
control Emilia, control   pero de inmediato ella sacudió su cabeza y añadió -ehhhh mh... Me refería a... Las chicas, sí, mis amigas. Nosotras con mis amigas, quieres que vayamos con ellas?

-Está bien -le respondí con una sonrisa, pero era evidente también notar mi rostro apenado por lo que acababa de oír.

A continuación, ella me guió hacia la ronda más alejada donde se encontraban sentados en el suelo Jana, MJ, Dixon, Esteban, y este Colucci insoportable.

-Shot de bienvenida!!!!! -gritó Dixon mientras se nos acercaba con dos pequeños vasitos cargados de aquel líquido transparente. -Uno para usted, bella dama -dijo dirigiéndose a mí mientras me entregaba uno -y otro para ustedes, otra bella dama - le entregó el otro a Andi.
Y qué pedazo de dama era... Pensé pero luego me cacheteé mentalmente.

Querías que todos lo supieran, no? | ENDIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora