Mi Rey [KageHina] [Traducción]

capítulo 9-Enfermo

Hinata Shoyo

Ayer no pude ir a la escuela. Tenía fiebre y mi madre no me dejó ir a la escuela ni a entrenar.

Estaba muy frustrado, pero al menos hoy he podido ir. Me levanté antes de lo habitual y me preparé para ir al colegio.

Hoy iba a trabajar más duro. El doble de duro que de costumbre para compensar lo de ayer.

"Hinata, ven aquí, déjame comprobar tu temperatura. "

"¡No mamá! Estoy bien. ¡Ya me voy! ¡Adiós! " No podía arriesgarme a que mi madre comprobara mi temperatura. Si detectaba una ligera diferencia de temperatura, me quedaría atrapado en casa de nuevo.

De camino, me topé con Kageyama, la última persona a la que quería ver.

Las cosas fueron bastante incómodas.

Caminábamos a unos metros de distancia y no hablábamos como de costumbre. El silencio era desconcertante, pero no tenía nada que decirle.

"Uhm... ¿Cómo te sientes? " preguntó Kageyama, rompiendo por fin el silencio.

"Bien. "

Continuamos caminando.

Me alegré mucho de haber llegado a la escuela. Entré en mi clase y fui a pasar el rato con mis otros amigos para alejarme de Kageyama. De todos modos, él no me necesitaba.

Durante las clases, no podía concentrarme. No me sentía muy bien, pero dejé a un lado los sentimientos. Después de todo, me recuperé de una fiebre.

~Salto al entrenamiento~

Corrí más rápido que de costumbre. Tenía que compensar el no haber venido ayer.

También porque no quería ver a Kageyama. Me duele verle.

Era el momento de servir.

Por supuesto, serví con más fuerza que de costumbre. Pero empezaba a sentirme raro. Como si algo estuviera mal. Sentía que necesitaba descansar, recuperar el aliento.

No. Tengo que compensar el haberme quedado en casa ayer.

Finalmente, hicimos un descanso y me desplomé en el suelo. Me sentía más cansado que de costumbre. Cogí mi botella y bebí un poco de agua.

Me di cuenta de que Kageyama me observaba. Estaba a punto de enfrentarme a él cuando llegó Daichi.

"Hinata, no te esfuerces demasiado, acabas de recuperarte. "

"No, estoy bien. Ya estoy bien. No tienes que preocuparte". Dije sonriendo. El voleibol era mi vida. Ninguna enfermedad iba a cambiarla.

"Oh... Entonces tómate un descanso cuando lo necesites, ¿de acuerdo? De todos modos, los descansos han terminado, es hora de seguir practicando. "

Salté al oír la palabra "spike". Me encantaba rematar, era lo que mejor hacía en el voleibol.

Sugawara y Kageyama estaban colocando. Naturalmente, fui a por Sugawara. No iba a rematar la pelota de Kageyama. Ni siquiera quiero verlo.

Sí que quieres verle. Incluso quieres hablar con él.

Una pequeña voz dijo.

No. No quiero.

La vocecita no dijo nada.

Salté más alto que de costumbre, y me puse a dar saltos más fuertes que de costumbre. Era agotador, me dolían las piernas y los brazos. Pero seguí adelante.

"¡Cambia de carril! "

Ahora tenía que responder el balón de Kageyama. Ugh.

Fui al final de la línea. Tratando de calmar mis sentimientos.