CODE | PENDIENTE DE REVISIÓN

Capítulo 10: Petición de ayuda

Darik estaba en el recinto de frontón flotante. Llevaba casi una hora jugando sin parar y su cuerpo lo empezaba a notar. Las piernas le ardían del cansancio, el pulso acelerado, goterones de sudor se resbalaban por su frente y sus mejillas. Su cuerpo le enviaba todas las señales que podía para se tomara un descanso. Pero él las ignoraba todas. Llevaba más 3 partidas seguidas.
Esperaba haber encontrado a Colt allí, pero por suerte, o por desgracia, no lo encontró. Quería jugar con el una partida de frontón flotante y ganarle. No estaba seguro de por que, pero intuía que se debía a sus ganas de volver a ganarse su respeto. La relación entre ellos dos siempre había sido un tira y afloja constante, pero siempre con ese respeto y admiración que podrías sentir por un rival más que digno. Des de el principio de su estancia en la academia había surgido aquella rivalidad, incluso Colt llegó a estar a punto de conseguir el CODE X001, pero los resultados de Darik fueron superiores, concretamente en los vínculos para pilotar a los Spread. Hasta cierto punto se podría decir que eran amigos. Darik golpeaba el disco flotante con todas sus fuerzas, intentando traspasar su furia a cada golpe.

Fallo.

El disco rebotó en la pared de enfrente y salió desviado ligeramente hacía la derecha de Darik, que reacciono rápido dándole otro golpe.

Fallo.

Des de que él y su escuadrón llegaron al complejo Future, no habían recibido ningún mensaje del cuartel general. Aquello disgustaba a Darik de sobremanera. Pero el cuartel ni si quiera se había molestado en informarles sobre la búsqueda de sus compañeros perdidos.

Fallo.

¿Seguirían vivos?

Fallo.

¿Cuánto tiempo más debían quedarse en el complejo? No había pasado ni una semana, pero a Darik le parecía una eternidad. A pesar de que el centro estuviera equipado con todas las prestaciones de las que disponía, Darik se sentía más bien en un centro de tortura. Pero no de la típica tortura que conoce todo el mundo. Era más sutil, pero igual o incluso más dañina. Y era la tortura del paso del tiempo, y como este, inexorable, avanzaba sin oposición, haciéndole sentirse inútil al no poder hacer nada. Y todo ello enmascarado como un centro de recuperación vacacional. Se le estaba haciendo insoportable. Valdrá la pena, pensó intentando consolarse de alguna manera mientras volvía a golpear al disco y volvía a fallar.

No tardó mucho en completar la partida, aunque tubo que reconocer qué había fallado demasiados golpes. Después de abandonar las pistas de frontón flotante se dirigió a su habitación para ducharse. Se sorprendió al salir del establecimiento, ya que, había ido al frontón justo después de comer y al alzar la vista al cielo pudo observar que ya había oscurecido. Una hora más tarde Darik se encontraba duchado, vestido y se dirigía a su lugar favorito del complejo future. El pequeño claro del bosque de la parte trasera. El resto de visitantes del complejo tenían conocimiento de aquél lugar, ¿pero quién iba a pasar el tiempo en un bosque, pudiendo ir a la piscina o la playa artificial ?

Simplemente se tumbó, cerró los ojos y se dejó llevar por el sonido ambiente. Pero por desgracia no fue por mucho tiempo.

-Es un lugar muy agradable - dijo una voz procedente de uno de los arboles. Darik, por acto reflejo, al no esperarse nadie, se levantó ágil y se mantuvo alerta. En uno de los arboles, apoyado, había un chico. Vestía con un poncho negro gris, debajo llevaba una camiseta de manga larga negra, unos pantalones negros y unas botas negras. Darik mantuvo las distancias.

-Así es - dijo desconfiado Darik.

-¿Quién viene a un sitio así en un complejo como este? - preguntó el chico.

-Alguien que quiere estar solo, seguramente - respondió violentamente Darik.

-Ei, tranquilo. No vengo a molestar.

- Permíteme dudarlo.

-Relajate. Además, puede que traiga buenas noticias - dijo el chico con tono misterioso.

-Ni si quiera se quién eres. ¿De verdad crees que me importa algo lo que me quieras decir? - preguntó Darik mordaz.

-Bueno, Diz, Artie, Amantha y Cailyn te mandan recuerdos.

A Darik se le paró el corazón de golpe, como si una nave de pronto saliera del hiperespacio por alguna avería.

-¿Cómo? -logró decir Darik. Estaban vivos. Sus compañeros estaban vivos. Es cierto que cuando desaparecieron en busca del campamento de los mercenarios en Eridia, su Spread no conseguía comunicarse con ninguno de los de sus compañeros. Siempre había albergado la esperanza de que siguieran vivos, pero su estancia en el complejo Future y la desinformación por parte del cuartel se encargó de coger aquella esperanza y despedazarla como un trozo de papel. Pero de pronto, este chico afirmaba lo contrario.

-Te sorprendería la cantidad de cosas que esconde el universo, Darik - respondió el chico de pelo moreno, haciendo énfasis en el nombre.

-¿De qué los conoces?¿De que me conoces a mí? - preguntó más ansioso Darik, que caminó unos pocos pasos hacia el chico, que seguía apoyado en el árbol. Con una tranquilidad que irónicamente ponía más nervioso a Darik.

-Lo sabrás, pero no ahora - dijo el chico mientras se cruzaba de brazos.

-Dímelo. Ahora - ordenó Darik, que se encaró con aquel chico del poncho.

El chico soltó una carcajada.

-Tranquilo, están bien. Solo les he mostrado la verdad.

-¿Cómo se si dices la verdad? ¿Puedo fiarme de ti? - pregunto Darik.

-No puedes. Y haces bien en hacerlo. - respondió con sinceridad el chico.

- ¿Y que quieres de mí? - preguntó Darik.

- Llevaban razón cuando me dijeron que eras directo. Bien, bien, me gusta. Necesito que me ayudes. Mejor dicho, necesitamos tu ayuda.