No había mucha gente en el bar. Algo que tranquilizaba a Gavriil. Así había menos posibilidades de que se generase una pelea, aunque fuera del bar, a esas altas horas de la noche la ciudad seguía viviendo y respirando . Gavriil servía las bebidas en la barra, mientras su robot camarero atendía las pocas mesas que estaban ocupadas. La musica del tocadiscos del local inundaba toda la estancia.
A Gavriil le dolía la espalda. Debido al cansancio y al dolor, se estaba planteando comprar un robot extra para poder sobrellevar la carga del trabajo, o incluso contratar algún pobre necesitado de trabajo. Odiaba ver como se marchitaba poco a poco y ver como la edad le alcanzaba. En más de una ocasión se había sorprendido a si mismo deseando recibir tratamiento de telómeros. Pero eran demasiado caros y solo la elite podían costeárselos.
Llevaba casi una década siendo dueño del Solitude. Poco a poco fue ganándose la confianza del resto de comerciantes y mercaderes del asteroide. Por inercia acabó convirtiéndose en el patrón y líder del asteroide. No es que estuviera cómodo en esa posición, pero sabía perfectamente que clase de gente se movía en sitios como este, así que prefirió mantener ese liderazgo para tener cierto control sobre lo que pasaba en las calles, aunque eso requería ciertas responsabilidades que no eran muy de su agrado.
Los clientes que quedaban en el bar fueron abandonándolo poco a poco, dejando solo a Gavriil con el robot camarero.
-Puedes desconectarte - sugirió Gavriil, aunque realmente era más una orden que una sugerencia.
-Sí, amo - respondió el robot. Acto seguido, bajó las escaleras situadas cerca de la barra y se dirigió al almacén.
Gavriil se quedó en la barra, limpiándola con un trapo de tela azul. Otros garitos como el suyo disponían de robots limpiadores e incluso otros estaban enteramente regentados por robots. Él, por suerte, a pesar de sus dolencias podía seguir al mando del Solitude. Cuando terminó de limpiar la barra, pasó por las mesas para recoger los vasos y jarras vacías. Las llevó detrás de la barra, donde tenía una pequeña pica donde podía lavar todo aquello. Y así hizo.
Mientras limpiaba no pudo evitar pensar en Kyle y en la reciente visita que le había hecho. Todavía seguía sin entender la decisión de Kyle, sobre todo después de haberle sacado de aquel planeta moribundo y ofrecerle un nuevo futuro. A pesar de todo eso, comprendía esas ganas de luchar y esas ganas de hacerse respetar. Pero la experiencia le decía que la violencia no solucionaba nada y solo traía mas problemas. Gavriil deseaba y esperaba que Kyle se percatara de aquello lo antes posible.
De pronto, la puerta del bar se abrió de par en par, y Gavriil tuvo que dejar esas reflexiones para otro momento, puesto que las responsabilidades se presentaban justo enfrente de él.
Un oficial de la Unión irrumpió en el local. Vestía un uniforme militar azul marino ajustado. Pasó entre las mesas y sillas hasta llegar a la barra y se sentó sobre un taburete en uno de los extremos de la barra, mientras Gavriil terminaba de limpiar los vasos restantes. Al terminar, Gavriil se acercó hasta situarse enfrente del oficial.
-¿Lo de siempre? - preguntó Gavriil mientras se apoyaba en la barra.
-Sí - respondió el oficial. A continuación, Gavriil cogió uno de los vasos que justo acababa de lavar, lo puso encima de la barra y lo llenó con una botella de Vino Estrellado. Era un vino dulce de color purpura brillante. Sin esperar, el oficial cogió el vaso y se lo tomó de un trago - . ¿Cómo van las cosas por aquí?
-Todo bajo control. De momento - dijo Gavriil mientras retaba al oficial con su mirada.
-Si,si, Seguro - replicó el oficial con sorna -. Por curiosidad, ¿ha pasado recientemente por aquí un grupo variopinto de jóvenes a bordo de una lanzadera B15?
¿Lanzadera B15? Esa era la nave de Kyle.
-Si - respondió Gavriil. Diría la verdad, aunque a medias. No quería problemas, pero tampoco quería traicionar y vender a Kyle -. Repostaron, compraron provisiones y se marcharon.
-¿Dijeron a dónde se dirigían? - preguntó seriamente el oficial.
-No. No pregunté - respondió Gavriil, aunque intuía hacía donde se dirigían Kyle y sus compañeros.
El oficial levantó el vaso vacío y hizo un gesto, como ordenándole que lo llenará. Gavriil lo hizo a regañadientes y el oficial volvió a tomarse el vaso de un trago.
-Recuerda nuestro trato barman - espetó el oficial -. Si no fuese por nosotros no estarías donde estas. Recuérdalo. Solo tienes un trabajo y esperamos que lo cumplas.
-Lo recuerdo a la perfección, oficial. Si supiese algo te lo diría, eso tenlo por descontado - dijo Gavriil sin apartar su mirada de los ojos del oficial. El militar vestido de azul marino rechistó, se levantó del taburete de mala gana, haciendo que este cayera al suelo y abandonó el bar. Gavriil soltó un largo suspiro. Esto era lo malo de estar en su posición.
A pesar de ser el patrón, cuando la Unión volvió a interesarse por el asteroide, no le quedó más remedio que hacer un pacto. Él delataría a posibles rebeldes e insurgentes a cambio de que la Unión hiciese la vista gorda sobre los trapicheos que sucedían en el asteroide.
A veces, lo mejor era agachar la cabeza y evitar los problemas.
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CODE | PENDIENTE DE REVISIÓN
Science FictionA causa de una misión accidentada, CODE X001 conocido tambien como Darik, ha sido suspendido temporalmente de su servicio militar. Por ello, será enviado a la Luna Harriot junto con su escuadrón para descansar y recomponer fuerzas. Pero allí, algo o...