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Ruggero.

No podía creer que ella estaba frente a mi otra vez, esos ojos intensos que alguna vez me volvían loco, su hermoso cabello rubio el cual solía enrollar en mis dedos cientos de veces. Todo era como un sueño. Nuestra historia fue y siempre será un sueño que lamentablemente se volvió pesadilla en poco tiempo.

Ella daba largos pasos gracias a sus largas piernas cubiertas por esos pantalones blancos, sus finos tacones rojos sonaban al ella caminar.

Nuestras miradas se encontraron y aún así no podía creerlo.

—Mercedes—se me escapó en un susurro—yo... pensé que.. habías muerto—

—Dile a tu padre que contrate mejor gente para mandar a matar a alguien—

—¿Qué?—

—Tú padre mando a matarme, a mi y a tu hija—

—¿Hija?—

—Si Ruggero, tuvimos una hermosa hija y vine a recuperarla.—

—Pero... yo no se donde está, ni siquiera sabía que estaba viva... esto es demasiado—

—Está con tu hermana, Martina. Se donde están, pero el estúpido de tu padre aún no lo sabe, yo las eh estado ayudando—

—¿De qué estás hablando? Aver siéntate, por favor.—

—El día que desaparecí me llevaron al sótano de tu casa, allí estuve todo ese tiempo, hasta el día que di a luz. Martina ya estaba en planes de irse con su novio del país, yo estaba con tanto dolor que supuse que ella escuchó mis gritos desde el sótano.

*Flashback*

—¿Hola?— escuche la voz de Martina.

—¡Martina ayúdame!— susurre con dolor.

—¡Mercedes! Pensé que habías muerto, no habíamos sabido nada de ti—

—Tú padre me encerró aquí, mi bebé está por nacer y tengo mucho miedo—

—La casa está vacía, yo te ayudare y nos iremos juntas, hoy me iré con Sebastián podrías venir con nosotros—

—No, yo tengo que quedarme, si él me encuentra puede hacerle daño a mi bebé ¡Ahh!— apreté mi vientre.

Martina busco toallas, agua y tijeras y me ayudo a sacar a la bebe.

—Es una niña—

—Se llamará Marisela, como tú abuela, ella siempre me trato bien— cargue a la pequeña en mis brazos y me despedí de ella.—Vete de aquí Martina, llévate a mi hija y no regreses. Si salgo viva de esta te juro que te buscaré—lágrimas caían de sus ojos y los míos también.

—No te dejare, ven conmigo, por favor— limpie las lágrimas de sus mejillas.

—No puedo hacerlo, vete Martina recuérdale a mi hija lo mucho que la amo y que nunca olvide que su madre y su padre lucharon por ella. Pero Ruggero no puede saber que está viva. ¡Vete!—

Ella me abrazo y beso mi frente antes de correr hacia las escaleras. Sabía que me estaba desangrando, qué tal vez no pasaba de esa noche, pero estaba bien porque sabía que mi hija estaba bien.

*Fin del flashback*

—Esa misma noche tú madre me encontró y trato de ayudarme curando mis heridas, pero tu padre tenía otros planes y me dejaron en el medio de la carretera fuera de la ciudad, me golpearon y pensaron que iba a morir. Pero reuní fuerzas y una pareja muy amable me ayudo. Rehice mi vida, encontré un marido que me ama y me apoya, me ayudo a encontrar a mi hija y a Martina, es el investigador que había contratado para el caso. Tenemos dos hermosas hijas una de cinco y la otra de 2 meses—

No Soy De Nadie (Ruggarol HOT) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora