23

175 32 1
                                    


—Entonces, ¿cuáles son tus intenciones con mi bebé? — dijo con sus brazos cruzados y mirando muy atento al contrario — Habla, chico feo.

Ambos chicos se encontraban en el pasillo que daba al patio de la escuela, donde nadie los molestaría y Jihoon podría hacer su interrogatorio tranquilo.

Exacto, el castaño había tomado del brazo a Haruto a penas terminó la primera clase, llevándolo a hablar hasta aquél vacío pasillo. Ni si quiera había alcanzado a sacar con calma el postre que tenía reservado para el pelirrojo.

Lo había traído a rastras, sonriendo con su típica sonrisa de comercial que no lucia para nada real, pero a ojos ajenos, la gente pensaba que Jihoon era el ser más puro y bueno de la Tierra, aunque si que lo era, pero no cuando se trataba de un tema que tenía involucrado a Junkyu; cuando Kyu estaba metido en sus asuntos, podía volverse el mismo diablo en persona, porque aquél pequeño chico pelirrojo debía ser protegido del asqueroso mundo en el que se encontraba.

Bueno, tampoco era tan sobreprotector, porque a veces Junkyu era porfiado y necio, haciendo lo que se le de la gana y cuando algo le salía mal, corría a los brazos de Jihoon, pero no sin antes recibir un horrible sermón de parte del castaño, a quien terminaba haciéndole caso de igual forma.

—Vamos, responde teñido.

—Y-Yo..., ¿eres su novio? — preguntó confundido.

—No, no lo soy, pero soy su amigo y quiero evitar que sufra por un imbecil como tú — Dijo mientras fruncía sus cejas — Por eso, responde Haruto, necesito respuestas, no más preguntas.

—Oh, yo pensaba que eran novios, porque si hubiera sido así, me hubiera alejado del todo de él... — dijo sincero y algo pensativo.

—Mierda, debí decirte que era su novio, pues mira, soy el novio de Junkyu, así que te puedes ir por donde viniste.

—Yo...a mi realmente me gusta Junkyu.

Jihoon levantó su ceja, mirándolo serio y analizando hasta su respiración si es que era posible.

—¿Pero qué planeas con él?, ¿tienes intenciones de ser algo más con él? — suspiró — Necesito tu sinceridad.

—A mí realmente me gusta, me gustaría ser algo más con él, claro, pero primero debo empezar haciendo las cosas bien y eso incluye saber si tú y Junkyu son algo, ¿de verdad no son nada?

Lo que Haruto había dicho era verdad, pues ahora que tenía más claro todos sus pensamientos, realmente deseaba poder estar en una relación con el menor, tomarse de las manos y verlo sonreír a cada momento. Quería poder ser la persona que provoque aquella felicidad en Junkyu.

Pero antes que nada, quería aclarar la situación de la fiesta, porque Jihoon y Junkyu se habian besado y no sabía si eso era porque eran novios o simplemente eran amigos con "beneficios", algo que no entendía muy bien, pues al menos él y Hyunsuk nunca habían tenido ese tipo de relación, de hecho, la vez en que Hyunsuk había molestado a Haruto con darle un beso en la mejilla, terminó con un horrible dolor en el estómago, porque las patadas de Haruto (más sus gritos) eran bastante potentes.

Por eso mismo, quería saber que era lo que tenía Kyu y Jihoon. No estaba en sus planes meterse entre una pareja.

El castaño lo miró confundido. Ya era la segunda vez que lo preguntaba y claramente había dicho que no lo eran. Comenzaba a pensar que Haruto era algo lento, más específicamente, tonto.

—Sí, Junkyu y yo no somos novios, pero me hubiese encantado serlo, por eso, quiero saber si realmente quieres a Kyu y no vas a simplemente jugar con él.

—A ti te gus...

—Sí, a mí me gustó Junkyu, más de lo que podrías pensar — dijo remarcando en pasado — Pero el nunca tuvo otra intenciones conmigo, por ello, aprendí que debía intentar olvidarme de ese enamoramiento, porque era obvio que nunca iba a ser correspondido. Aún así, quiero ver a Junkyu ser feliz junto a alguien quien no lo haga sufrir y siempre busque lo mejor para él — tomó una pausa y suspiró — Kyu es un gran chico y no merece sufrir por alguien que no sabe lo que quiere. Si realmente te gusta, demuéstralo, hazlo sentir único, el chico más especial.

Haruto asintió callado, pero internamente bastante sorprendido por la reciente confesión del castaño.

Para Jihoon, había sido muy difícil luchar contra ese amor hace unos años atrás. Muchos de sus amigos lo sabían, pero también sabían que Junkyu incluso lo veía hasta como un papá. Realmente había estado enamorado del menor, pero de a poco comenzó a lograr avanzar a la vez que Kyu lo hacía, confirmando que no sentía nada cuando en aquella fiesta ambos juntaron sus labios.

— Haruto, por favor, quiero que cuides y trates a Junkyu como se merece, porque si lo vuelves a dañar, te juro que haré hasta lo imposible para que no lo vuelvas a ver, porque Junkyu ha cambiado mucho, se ha vuelto más abierto e incluso luce más alegre y no quiero ver que esa imagen de él se apague por tu culpa.

Haruto asintió, mirándolo callado y tímido, pero pronto sonrió al ver como Jihoon le extendía su mano y la sacudía alegre.

—Lo haré, juro que lo haré — afirmó el rubio, sonando seguro y más confiado.

—Ah, por cierto, no le digas a Kyu que me gustó, es un secreto — dijo sacando la lengua, guiñando un ojo y poniendo una pose algo extraña, mientras que con sus dedos hacía el signo de paz.

—¿Qué?

—Pinky promise Haruto — dijo mirándolo por última vez antes de irse caminado a una velocidad considerablemente rápida.

De todas formas, incluso le habría servido un poco al castaño contarle acerca de sus sentimientos, porque si bien, Haruto no era su amigo, al menos se sentía con una carga menos al por fin reconocer que ya no sentía nada por su precioso amigo, porque pensar en Junkyu con alguien más no dolía.

Únicamente dolía pensar en un pequeño pelirrojo con el corazón roto y su rostro empapado de lágrimas. Por ello, se preocuparía de que el menor estuviese con alguien que realmente lo quiera.

—Eres bastabte extraño, cara de rana — dijo en un susurro, pero a la distancia, Jihoon paró y lo miró con odio, el cual causó un poco de miedo en Haruto, pero pronto la cara del castaño volvió a la misma pacífica de siempre — Muy extraño.

Casillero🍇 Harukyu (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora