Casillero🍇 Harukyu (Adaptación)

25

Junkyu quería tirarse de un puente.

Faltaban tres tristes y penosos días para que fuese la obra, pero Junkyu sentía como si se acercara el fin del mundo. Por otro lado, Haruto estaba ansioso, pero no especialmente por la obra.

— Haruto, te estoy hablando a tí, no a la pared, tonto imbécil.

El nombrado reaccionó y le sonrió nervioso, pues había pensado mucho en las palabras del castaño.

—¿Qué tanto piensas?, pareciera que el tinte también te quemó las neuronas — Haruto lo miró, abriendo la boca para hablar, pero luego la cerró y la volvió a abrir para hacer lo mismo otras cinco veces más.

—¡Ya habla!, que te quedas como tonto con la boca abierta para hablar pero no dices nada, me pone nervioso— dijo Hyunsuk — Soy tu amigo, si tienes un problema yo te puedo ayudar.

Entonces Haruto se decidió a hablar.

—¿Entonces debo decirle lo que siento a Kyu?

Hyunsuk lo miro con severas ganas de golpearlo, porque de verdad que le enojaba las preguntas que hacía. Hay cosas que son bastante obvias y no se preguntan.

—¿Eres tonto o qué?,¡es obvio que debes decirle! — señaló el castaño — Junkyu no es adivino y probablemente no haga nada hasta que tu le des la señal, porque el claramente si sabe lo que siente, tonto.

—Oh.

—Si, "oh" — hizo comillas con sus dedos, mirando a Haruto procesar la información.

—Tengo una idea y creo que es buena.

Hyunsuk sonrió orgulloso y le dió palmaditas en su espalda. Al parecer sus charlas mientras tomaban jugos en cajas si que servían, porque Haruto comenzaba a entender un poco más las cosas.

Ambos se dirigieron hasta el comedor, porque era la hora de almuerzo y más que nada, porque Junkyu estaría ahí.

Caminaron rápidamente hacia el mesón para pedir el almuerzo, posteriormente acercándose a la mesa donde se encontraban los chicos que, al parecer, ya eran parte de su círculo de amigos. Todos comenzaban a relacionarse entre todos, bueno, excepto Jihoon y Yoshi, que el castaño ignoraba olímpicamente al peliazul, mientras que Yoshi se esforzaba brutalmente para que al menos le dijese que el clima estaba bonito.

—Hoy hay repollo, me gusta el repollo — Jihoon lo miró con una mueca de desagrado, pero volvió su vista al plato de alimentos otorgado por la institución.

—A mi también me gusta el repollo, sabe bien con limón — los ojos del alto se iluminaron, observando sonriente a Hyunsuk, quien al parecer, también apreciaba al delicioso repollo.

—También pienso lo mismo — dijo Junkyu, uniéndose a la conversación de los demás.

—El repollo es asqueroso, iugh.

Haruto fue observado por todos, pero solo Jihoon le sonrió con orgullo.

—Tu también eres asqueroso y no te digo nada, iugh — todos rieron frente al comentario del castaño, pero Haruto solo lo miró con los ojos entre abiertos.

Aunque su mente estaba en Narnia y sus ojos posados en el de cabello esponjoso y rojizo.

"Adorable".

Junkyu estaba masticando con una leve sonrisa el famoso repollo, con sus mejillitas llenas y labios abultados, viéndose la persona más preciosa a los ojos de Haruto, quien sonreía mientras lo miraba enternecido.

—Deberías estar en un museo, sí.

—¿Qué? — preguntaron las demás voces de la mesa, incluyendo al menor, quien levantó su mirada sorprendido y curioso.

—A-Ah, yo me refería a... — comenzó a buscar miles de excusas para no quedar como idiota, aunque no creía que fuera del todo idiota pensar que Junkyu era lindo.

Idiota era el que no lo pensaba.

—¿Qué? , no me digas que viste otro de tus programas de la tarde para ancianos — dijo Hyunsuk, pero Haruto solo sonrió y asintió haciendo bullas de "ajá, hm, sí, sí" — Hombre, te falta un poco salir, no quiero tener que aguantar otra de tus charlas acerca del porqué vamos a morir en no se cuantos años más, búscate una vida.

Se escucharon risotadas y algunas risitas, que claramente venían del menor de allí.

—Y pensar que las chicas se ilusionan contigo, pensando que fumas y sales a fiestas todos los días, pero solo eres un vagabundo que ve documentales comiendo cereal.

Haruto lo miró de manera ofendida, pensando en qué momento Jihoon se había tomado la confianza para hablarle así, al principio no lo quería ver ni en pintura, ahora hasta se tomaba la molestia de hablar con él e incluso insultarlo.

Junkyu sonrió contento, pensando que sus hyungs comenzaban a llevarse bien.

—No me gustan los lugares con mucha gente, tampoco me gusta el cigarro, la ropa termina oliendo horrible.

Jihoon lo miró y sonrió, pero volvió a hablar, porque hoy estaba de humor y eso significaba molestar a Haruto.

—Ah, pero tu humor de mierda si que es verdad.

El rubio frunció su ceño, pero pronto todo desapareció cuando el menor habló.

—Cuando lo conocí parecía un ogro —rió — No, sigue siendo un ogro, pero un ogro algo lindo.

Haruto miró sus manos y sonrió con nostalgia.

Quizá si ese día los odiosos de sus compañeros de clases no le hubieran pedido ir a dejar sus porquerías, probablemente no habría conocido al lindo chico de labios abultados, que ahora ocupaba un pequeño espacio en su corazón.

Estaba nervioso.

El plan de Haruto era contarle sus sentimientos de una manera romántica, pero la palabra romance y él difícilmente encajaban.

Pero esta vez, el japonés tenía una gran idea, la cuál sería probablemente lo mejor que se le ocurriera en la vida.

— Haruto, ¿te vas a comer el repollo? — preguntó Yoshi, pero rápidamente lo interrumpió Hyunsuk.

—No, pero me lo va a dar a mi, ¿cierto?

El rubio los miró y pensó en usar este momento para darse a lucir.

—Oh, se me adelantaron — el de hebras rojizas hizo un pequeño y adorable puchero, que Jihoon y Haruto querían aplastar y tirar de sus mofletes.

Es mi momento.

—Si quieres puedes tenerlo — los ojos del menor se iluminaron y se volvieron pequeñitos, sonriendo para luego darle un abrazo a Haruto, escondiéndose en su pecho y afiatando el contacto.

—Eres el mejor ogro Haru — el nombrado sonrió, mientras que gustoso le devolvía el abrazo.

—Aquí solo veo preferencia.

—Yo también lo creo, ya somos dos olvidados.

Así es como se pasaron el almuerzo, mirando a la no-pareja oficial, que parecían ignorarlos y estar feliz en su mundo de compartir repollo.