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El rubio caminaba con la mente por las nubes.

El día anterior no había dormido para nada bien, andaba distraído y muy pensativo, pero la causa de esto tenía nombre y apellido.

Kim Junkyu.

Aquél chico comenzaba a sacarlo de quicio, pero más específicamente a su corazón.

Se sentía realmente confundido por su manera de actuar junto a él. Se convertía en alguien amable y cariñoso. Incluso una sola sonrisa del chico podía aliviar cualquier señal de estrés o mal humor.

Tomó con algo de nerviosismo la pajilla que descansaba en la caja plástica de jugo, guardándola casi inconscientemente al recordar a Junkyu hablando sobre lo innecesarias y dañinas que eran para el medio ambiente; el porcentaje de animales marinos muertos cada año por ese tipo de cosas era preocupante.

Ese pequeño chico había abarcado, ya una gran parte de su actual vida escolar y social.

Suspiró, reposando esta vez, su cabeza en sus largos brazos.

El día era aburrido; el pequeño Kyu comenzaba a influir más de lo permitido por su corazón.

...



Sus pies se dirigían con velocidad hacia la, ya famosa, bodega con su ahora, quizá, casillero favorito.

O chico favorito.

-Haruto, ¿que haces aquí, hombre? - el nombrado frenó su paso, posando su mirada en el castaño, que lo saludaba alegremente - Te estuve buscando, pero no te encontré en la primera hora.

-Estuve algo...ocupado, ¿pero necesitas algo?

-No, realmente nada, solo tenía ganas de pasar un rato contigo - suspiró - ¿Ya no puedo necesitar atención de mi amargado mejor amigo?

Hizo un puchero triste, pero rápidamente, cambiando su expresión a una de diversión.

-¿No me digas que...andabas con Kyu? - Hyunsuk dijo coquetamente, sabiendo sobre la ahora "cercana relación" que tenían ambos chicos.

-No hables estupideces.

-¿Entonces lo estabas buscando? - Haruto rodó sus ojos, mirándolo como si dijiera la peor estupidez dicha en la Tierra.

-¿Acaso mi vida gira entorno a él? - enarcó su ceja, recibiendo como respuesta el mismo gesto.

-¿Acaso eso no es así? - rió por la manera cómica de reaccionar frente a esas preguntas - vaaamos, Haruto, ambos sabemos que te la pasas pegado todo el maldito día al niño.

-¿Qué cosas dices? - pues, la verdad, pensó el rubio, pero no quería decirlo en voz alta, se negaba. Mostró indiferencia, que era bastante falsa, incluso, para los ojos de Hyunsuk.

-Oh, vaya...pensé que te gustaba o algo así - rápidamente fue interrumpido por Haruto quien lo mira con sus orbes abiertos a más no poder, a la vez que movía sus manos nerviosamente frente al rostro de Hyunsuk.

-¡No!, n-no, ¿por qué me gustaría Junkyu? - intentó sonar más seguro - Solo somos compañeros de obra, nada más.

Incluso el mismo intentaba asegurarse de eso, pero le era casi imposible.

Junkyu había causado estragos en su tranquila y aburrida vida. Pasando de llevar su cara de pocos amigos, a una sonrisa cegadora, que a los ojos de Junkyu, iluminaba hasta el rincón más oscuro de la última capa de la Tierra.

Aún así, se resignada a la idea de estar enamorado de él. No era porque fuese un hombre, era porque era Junkyu.

Algo un tanto extraño, pues el mismo Junkyu, quien pensaba morir solo y con cientos de gatos, ya se comenzaba a imaginar que sería poder abrazar al rubio de una manera más allá de la amistad.

-Anda, si pareciera que hasta te salen corazones de los ojos al ver a Junkyu. Yo creo que te está durando mucho el asunto de hacerte el difícil - cruzó sus brazos y miró al rubio, quien lo miraba confuso e incluso perdido.

-No se de que hablas, Junkyu es sumamente molesto, parece como si tuviera un jodido hermanito de cuatro años persiguiéndome - esta vez se agarró el cabello con frustración, gruñendo - Solamente estoy siendo amable, nada más. No confundas las cosas Hyunsuk.

El nombrado lo miró con decepción en sus ojos. Sintiendo como esas palabras, solo terminaban creando paredes entre ambos chicos.

Hace bastante que el castaño había dejado de interesarse en el chico, pues, sabía que a Haruto le pasaban algunas "cositas" con éste.

Aún así, sabía que Junkyu era una persona mucho más transparente. Incluso si el chico se mostraba al inicio algo reacio al contacto físico, sabía también perfectamente, que le brillaban los ojos como si fuera un puto farol de la calle en cuanto abrazaba a Haruto.

-Si sigues así, espero que después no sea demasiado tarde - el rubio lo miró con indiferencia, pero el sonido de algo calléndose en aquella puerta lo descolocó.

Una cabellera rojiza, unos ojos acuosos y unos labios temblantes siendo mordidos.

—J-Junkyu —  solo eso bastó para que tirara sus pertenencias al suelo, abriendo la puerta con desespero y buscando al menor con la mirada.

El chico había escuchado eso, quizá había escuchado todo.

De nuevo, la había cagado, probablemente como siempre, porque su orgullo de mierda había sido más importante, que aquél chico de piel de porcelana, que lograba sacarle una sonrisa con tan solo su presencia en el mundo.

—Dios...eres un imbécil Haruto, ¡agh! — gritó enojado, pegándole con fuerza a la pared que estaba a su costado.

La sala estaba bastante alejada de las demás, por lo que era raro que hubiera alguien más.

Su corazón se terminó de romper en el momento en que vio un pequeño libro, con una nota pegada en la esquina de la portada de éste.

Hola Haru, compré este libro porque me recordó a ti, quizá pueda ayudarte un poquitito en la actuación.

Kyu”.

Y por una vez en su vida, se arrepintió seriamente acerca de sus estúpidas palabras. Era un orgulloso de mierda, que había lastimado a alguien, quien no lo merecía.

No, aún peor, había lastimado a un pequeño angelito, quien había sin darse cuenta, había ganado su podrido corazón.










































Mañana regreso a clases (TT)...
Así que ya no estaré tan activa pero trataré ... La universidad me consume 😞🥺...

Casillero🍇 Harukyu (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora