Capítulo Veintisiete: Lazos con Poder

6 0 0
                                    

Querida Victoria

Mis esperanzas en que respondas algunas de mis cartas son cada vez más bajas. Siento que estoy rogando por migajas y la verdad es que es humillante. Estoy decepcionada de que seas mi hermana, ya sabes (porque creo que lo mencioné) ...esperaba una buena relación entre nosotras, un convenio en el que me ayudabas y yo te ayudaba, pero claro que estuve equivocada. Tu estas demasiado concentrada en una tontería, es decir ¿no tienes algo mejor que hacer que vigilar a tu gente? En serio que es patético. En este asqueroso lugar al que me enviaste, los pocos demonios que trafican con las brujas se han enterado de que perdonaste la vida de esa cazadora y que todo vuelve a ser dulces colores, pero en mi opinión, como la de muchos otros, ella debía morir. Te apuñaló por la espalda ¿Qué clase de leal hace eso?... los tuyos por lo que veo. Como sea, siento que pierdes tu tiempo cuando podrías estar haciendo algo mucho mejor y más grande. Sin más que agregar por el momento, pues te recuerdo que puedes responder alguna de las cartas y sacarme de este mugroso lugar, tal vez eso sería suficiente para hacerme pensar que te importa mi opinión y que tal vez quieres escucharla.

Morgana, tu hermana que empieza a odiarte.

Pd: Trataré de no ser tan molesta.

Y allí estaba de nuevo ese tormentoso correo. Ni siquiera entendía porque seguía leyéndolo.

–Tal vez es porque no tienes nada mejor que hacer. –dijo Avery a mis espaldas.

Ella leía mis pensamientos con mucha facilidad.

–Pensé que estabas con Oliver.

–Estoy cansada de seguirlo a todas partes. Odio a sus amigos.

Miré a Avery– Tal vez tu deberías buscarte algunos.

–¿Qué te hace creer que no tengo amigos?

–No responderé eso.

Avery seguía pareciendo unca chiquilla de doce años, lo que resultaba vagamente incomodo.

–Quiero hablar contigo sobre algo... importante.

Estábamos en aquel salón de entrenamiento en el que Caín se había esmerado en arreglar. Avery tomó una Naginata y luego otra para entregármela.

–Oliver ya no necesita de mis cuidados... por lo tanto, creo que ya no es necesario que siga siendo su guardiana. –siguió ella.

–¿Estás hablando de desprotegerlo? –pregunté.

–No actúes como si él te interesara realmente, además ¿Quién podría hacerle algo? –suspiro–. Estoy un poco cansada de seguirlo a todas partes, especialmente ahora que debo respetar tu palabra. Me has hecho aceptar un trato de sangre en el que yo soy tu subyugada, te aprovechaste ¿lo sabes?

–Siempre has sido mi leal de todas formas, aunque ahora quería reafirmarlo. No quiero que vayas por ahí burlando mi ley cuando te venga en gana– la miré fijamente–. Y si me importa, Avery.

–Nadie está interesado en él.

–Es tu palaba contra la mía. Oliver puede ser lo más buscado por su sangre y no correremos ese riesgo.

–Bien, entonces asigna a otro que haga esa tarea por mí. Seré tu leal, pero al menos rebaja la carga en mis hombros.

Tome una posición de combate, estando verdaderamente desinteresada, pero preparada para cualquier movimiento.

–Eres la única en la que confío realmente para esa tarea. Nadie podría reemplazarte, ya que Oliver se ha encariñado lo suficiente contigo.

Avery contraatacó y yo la esquivé.

#1 Híbrido OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora