•QUINCE•

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Caigo en el suave colchón acto seguido Iván se pone sobre mi para comenzar a besar mi cuello, quito mi blusa rápidamente quedando expuesta ante el, no duda en atacar mis pechos mientras los lame y succiona de una manera desesperada que causa que me duela un poco.

El Chapito se quita de arriba mío para poder sacarse el saco y desabotonarse la camisa.

—¿Y eso amor?.— mi mirada se enfoca en unos rasguños que tiene en su hombro.

—Los pinches tigres.— resta importancia así que yo igual.

Desfaja su pistola la cual tiene una pantera brillosa en sus cachas y la deja al otro extremo de la cama. Me levanto de esta y me arrodillo frente al Dandi para quitar su costoso cinturón lanzándolo por algún lugar de la habitación después desabrochó su pantalón.

—Ya sabes lo que me gusta cabrona.— yo solo lamo mis labios para después bajar su pantalón junto a su ropa interior, tomo su miembro y lo introduzco en mi boca para comenzar a chuparlo.

El mayor toma mi cabeza para introducirse mas a mi boca, su respiración se empieza a acelerar y la mía a entrecortarse finalmente sale de mi para venirse en mi cara.

Tomo un extremo de la colcha, me limpio y Arch me ayuda a deshacerme de mi short.

—Abre las piernas Diseñadora.— muy obediente me subo a la cama y las abro.

El Dandi parece un gato intentando comerse a su ratón.

—Te voy a hacer un plebito para que no me dejes.— no me da tiempo de responder.

Rompe mi ropa interior y de una se mete en mí causando un pequeño ardor en mi interior, comienza a hacer movimientos cada vez más rápidos, entierro mis uñas en su espalda mientras de mi boca se escapan jadeos y un que otro grito.

—No vas a caminar.— susurra en mi oído.

—Demuéstramelo o fake.— susurro de vuelta causando que el riera un poco y aumentara aún más su velocidad, blanqueó mis ojos mientras siento mis piernas temblar se me escapa otro silencioso grito y mi cuerpo se descarga.



—¡Iván despierta!.— gritan en la puerta haciendo que Iván se despierte de golpe y que también me despierte a mi.

—Que chingados cabrón, ¡No ves que estoy con mi mujer!.— contesta en un tono enojado mientras sostiene la colcha cubriendo mi cuerpo.

—Perdón pero nos acaban de quitar unos cargamentos los pinches guachos y tu enpiernado con la cuñada.— dice Alfredo para después retirarse.

Iván sin decir nada se levanta de la cama, busca su ropa, se cambia y sale de la habitación.

Miro la hora aún es temprano. Me levanto de la cama, me dirijo al baño y abro la regadera, tomo un peine del Dandi para comenzar a desenredar mi cabello que está echo un nido de pajaros.

𝐿𝒶 𝒟𝒾𝓈𝑒𝓃̃𝒶𝒹𝑜𝓇𝒶 |  𝕀.𝔸.𝔾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora