Final.

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Al llegar al hospital el doctor no tardó en atenderlos, llevando a Harry consigo hasta uno de los cuartos donde hacían chequeos oculares, sin dejar pasar al de ojos azules con ellos.

Harry hipaba sentado en la camilla por el llanto y tanto la venda como los parches que tenía sobre los ojos comenzaban a ser incómodos por lo húmedos que se encontraban gracias a sus propias lágrimas derramadas.

-          Tranquilo, Harry – pidió el doctor, tranquilamente – quiero que me cuentes lo que sucedió, ¿de acuerdo?

El rizado asintió energéticamente y después de luchar con su llanto, logró tranquilizarse un poco.

-          Quería ver el amanecer y le pedí a Louis que me llevara porque eso era lo primero que quería que mis ojos vieran cuando los abriera – explicó, con dificultad – entonces me quitó la venda y cuando abrí los ojos me di cuenta de que algo salió mal…

El llanto volvió de repente, tan fuerte como había sido al principio y escuchó el suspiro que el doctor soltó ante eso.

-          Fue muy irresponsable de tu parte pedirle a Louis que haga eso por ti, sabes que él haría lo que le pidieras – escuchó como algo se movía – ahora quiero que seas realmente específico al decirme qué fue lo que viste.

-          No vi nada – dijo aterrado.

-          ¿Nada?

Negó con la cabeza energéticamente ante toda respuesta puesto que empezaba a sentir que hasta la voz le empezaba a faltar para poder hablar.

-          Te quitaré la venda para analizarte, ¿de acuerdo?

Sintió las manos ágiles del doctor trabajar en su venda, para después despojarlo de ella y de los parches, deshaciéndose por fin de la terrible incomodidad.

-          Abrirás los ojos, pero lo harás lentamente.

Siguió las instrucciones del doctor.

-          ¿Qué ves? – preguntó.

-          Nada – lloró.

-          ¿Sigue siendo oscuridad?

-          No…

Todo lo que estaba a sus ojos era completamente confuso.

-          ¿Ves esto?

Una mancha apareció frente a sus ojos y comenzó a seguirla con los mismos.

-          Sí…

Cerró los ojos nuevamente para encontrarse con su tan conocida oscuridad mientras escuchaba como el doctor trabajaba. Sintió como algo era colocado sobre su rostro sosteniéndose en lo más alto de su nariz.

-          Abre los ojos.

Parpadeó un par de veces cuando se topó con un hombre, lo veía claramente. Puso sus manos frente a su rostro y movió los dedos dándose cuenta de que por fin estaba viendo.

La luz de tu mirada |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora