Capítulo 9.

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Después de dejar a Harry en casa, le había dado unos cuantos besos más pues no había podido resistirse a la adición que se le había generado en su cuerpo a sus labios.

Eran suaves y encajaban a la perfección con los suyos. Con cada beso, su cuerpo vibraba y se sentía completamente vivo.

Avanzó por las calles en el auto y cuando se dio cuenta, se encontraba frente a la casa de su mejor amigo Zayn. Necesitaba hablar con alguien, necesitaba que alguien le explicara la razón de esa necesidad incontrolable que sentía hacia el rizado y su amigo era el indicado.

Bajó del auto y llamó a la puerta un par de veces siendo recibido segundos después por una de las hermanas del chico, de la cual no recordaba su complicado nombre, pero estaba seguro de que era ella la que moría por él y la que siempre le mandaba saludos con su hermano.

Los ojos de la chica se abrieron exageradamente y un rubor cubrió sus mejillas por los nervios que le daban al tenerlo enfrente.



-          ¿Está Zayn? – preguntó por fin.

-          S-si – contestó con dificultad – está en su habitación.



Era normal que las chicas lo miraran como si fuera un sueño hecho realidad o como si fuera un príncipe salido de los cuentos que solían inventarse, pero que la hermana de su mejor amigo lo hiciera le resultaba completamente incómodo.



-          ¿Me dejarás pasar? – preguntó haciendo un esfuerzo por no burlarse de ella pues se había quedado estática en la puerta.

-          Cla-claro – se hizo a un lado completamente avergonzada para dejarlo entrar.



No era la primera vez que visitaba la casa de su amigo, de hecho, conocía a toda su familia, así que sin más subió las escaleras como si fuera su propia casa y caminó por el pasillo hasta toparse con esa puerta que para él era tan familiar. Entró sin llamar pues no era su costumbre hacerlo, siempre era bien recibido en todos los lugares, pero cuando levantó la vista se topó con su mejor amigo acostado boca arriba sobre la enorme cama mientras hablaba por el móvil con una enorme sonrisa pintada en los labios.

Carraspeó audiblemente cuando se dio cuenta de que Zayn ni siquiera había notado su presencia y ese fue el momento en el que su amigo por fin volteó a mirarlo. Lo escuchó cambiar su tono de voz en seguida y después de soltar unas cuantas palabras cordiales con la persona con la que hablaba, cortó la llamada.



-          ¿Qué te trae por aquí amigo? – preguntó de la manera más natural mientras se sentaba de golpe sobre la cama mirando a donde él se encontraba de pie.

-          Necesitaba… necesitaba hablar con alguien – dejó salir el aire que estaba conteniendo y se dio cuenta de que el Louis prepotente había salido por la puerta de la habitación para dejarlo ser él frente a su mejor amigo.



Zayn dio un par de palmadas en la cama indicándole que se sentara a su lado y con paso inseguro caminó hacia él para después dejarse caer a su lado.

La luz de tu mirada |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora