Su cuerpo se encontraba completamente sudado y pegajoso después de una sesión de sexo con Eleanor quien se encontraba sentada a su lado en la cama buscando sus prendas de ropa con la mirada que se encontraban esparcidas en el suelo junto con las de Louis.
Ella sabía las reglas, se las había repetido más de una vez. Su relación se basaba en buen sexo casual de vez en cuando si el sentía ganas. No se miraban a los ojos, no habían sentimientos de por medio y sobre todo, no dormían juntos.
- Date prisa, mi madre está por llegar – la apresuró al notar que después de unos minutos no se movía.
Ella lo miró como si quisiera matarlo y estaba seguro de que por la mente de la chica sólo pasaba la palabra “idiota”.
Ella se levantó de la cama rápidamente y con descaro se empezó a vestir delante de él sin dejar mucho a la imaginación. No necesitó demasiado tiempo para estar lista y después de tomar su bolso caminó a la puerta quedándose de pie ahí.
- ¿Cuándo tendremos una cita real? – preguntó sin mirarlo.
Él bufó con fastidio. Se había cansado de esa constante.
- Te he dicho que sólo me interesas para sexo, nunca pienses en mí más allá – le exigió – puedes salir lastimada.
- Imbécil – la escuchó murmurar antes de abrir la puerta y salir por ella.
Negó un par de veces después de que ella se retiró del lugar, es decir, le daba la oportunidad de estar a su lado más de lo que le permitía a las demás chicas que siempre estaban revoloteando a su alrededor y después le exigía seriedad, ¿acaso estaba loca?
Se sintió completamente sucio y se puso de pie para entrar al baño y tomar una ducha. El agua relajó su cuerpo y aclaró sus pensamientos llevándolo hasta aquel momento en el que había visto a aquel chico de ojos verdes y cabello rizado, ese que le había ignorado y había pasado de largo sin siquiera mirarlo por un segundo rompiendo con todo aquello a lo que estaba acostumbrado y lo peor de todo era que le frustraba más de lo que cualquier otra cosa le hubiera frustrado antes. Las clases le daban igual, pero que aquel chico le ignorara no… pero, ¿por qué?
Cuando salió de la ducha se vistió rápidamente y al revisar su móvil se dio cuenta de que tenía 16 llamadas perdidas de su mejor amigo. Frunció el entrecejo confundido y en menos de un segundo ya se encontraba marcándole para saber qué era lo que sucedía.
- ¿Dónde diablos estás, amigo? – preguntó Zayn al contestar sin siquiera soltar un saludo.
Louis miró por la ventana de su dormitorio y se dio cuenta de que el cielo ya estaba bañado con tonos naranjas.
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La luz de tu mirada |Larry Stylinson|
FanfictionDonde los ojos de Louis no pueden apartarse de Harry y el rizado lo único que hace es brillar a su alrededor.