Dagmar
Hoy tuve mucho trabajo en la oficina y vine a mi casa para despejarme antes de volver y para colmo Ambar llegó tarde y super cansada, esa perra estaba follando, le preparé la cena y le dejé una notita para luego ir a mi cuarto, necesitaba acabar con estos papeles.Me duche y ahora me encuentro desnuda intentando buscar algo que ponerme, quiero ir bonita hoy, algo mejor que una falda y una camisa, algo nuevo, mi mente está en otro lado y me es complicado buscar mi atuendo, necesito dejar de lado lo que pasó, pero no puedo dejar de pensar en lo que paso con Five en la oficina, me mojo de solo pensarlo y necesito saciar esto de alguna forma, me acuesto en mi cama y abro lentamente mis piernas dejando un espacio entre ellas para meter un vibrador rosa que Ambar me regaló para mi cumpleaños, presiono el botón y el objeto comienza a dar vibraciones en mi clítoris palpitante, comienzo a gemir pero mis dientes aprisionan mi labio inferior para evitar que algún sonido salga de mi y pueda despertar a mi mejor amiga, mis dedos toman mi pezón y comienzo a apretarlo haciéndome temblar, pienso en él, en sus dedos follando mi entrepierna, en su boca contra mis labios devorándome, siento un nudo en mi estómago y me siento mareada cuando una ola de placer me envuelve, sin querer dejé escapar un gemido que posiblemente Ámbar escuchó.
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Después de recuperarme decidí buscar algo sexy, diferente y me decido por una falda corta y debajo me pongo mi lenceria con tiras, ajuste las ligas en mis muslos y me miré en el espejo, si la falda se sube estas se verán, me coloco una blusa de algodón ajustada con los tres primeros botones abiertos y decidí no ponerme brasier, me coloque una chaqueta bastante hermosa de traje y unos tacones negros, me maquillo y tome mi bolsa para irme, saliendo del edificio me choco con alguien, su pecho es duro y es más alto que yo claramente, mis ojos ven hacia arriba y me encuentro con él, fruncí mis cejas en confusión y sonrio tontamente, decidí preguntar.
-¿qué haces aquí?
-Vine a buscarte, trabajaremos en mi casa, es temprano y te llevaré a desayunar primero.
-Esta bien, de hecho iba a mi café favorito.
-vamos entonces...
Sonrió y solo lo miré sin decir nada. Empezamos a caminar hasta su auto y después de unos segundos íbamos camino a su casa o mejor dicho una suite en el edificio más lujoso de toda la ciudad, antes de llegar pasamos por el café y algo para comer.
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Subimos al ascensor sin decir una palabra pero no era necesario ya que ambos queríamos lo mismo, la tensión era grande pero cuando iba a mencionar algo el ascensor abrió sus puertas, no sé si era oportuno el hablar de lo que pasó siendo que yo fuí quien no queria mencionar nada de eso. Subimos en silencio hasta que las puertas se abrieron.
-Bienvenida.
-gracias Five..
-buscaré un trago, la oficina es por allí.-dijo señalándome con su dedo la oficina, asenti y avance hacia allá. Cerré la puerta y dejé mis cosas en la mesa cerca de los sillones, tomé un lápiz y comencé a anotar las cosas que debía hacer, no pasó mucho tiempo y Five volvió con un vaso de whisky en sus manos.
—no crees que no sé ¿es muy temprano para beber?.— dije sin mirarlo mientras seguía pendiente del papel frente a mi. Se sentó en el escritorio.
—siempre tomo whisky.— urgó en un cajón y sacó una calculadora para empezar con las cuentas mientras mirábamos los papeles aunque por momentos nuestros ojos se encontraban.
-Ven.. quiero que veas esto.-dijo rompiendo el silencio entre nosotros, me levanté y avancé hacia él, mi mirada en la computadora y me incline un poco para ver detalladamente, sus hombros tocaban mi cintura mientras mirábamos la pantalla.- Son las ganancias de hace un año.. Esto es algo bastante raro, no puede ser que el bar haya tenido tanta pérdida de dinero y paquetes de alcohol en tan solo seis meses.
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Adicción..
Romance-Esto se ha vuelto una adicción, follarte es mi nueva adicción... -Five, por favor, fóllame..