Adicción..

capitulo 24 "dime lo que quieres y te lo daré"

Five
Sus pezones se ponen duros al sentir mis dedos rozando el área, sus labios sueltan gemidos que llenan mis oídos y me incitan a seguir chupando y marcando la piel de su cuello.

Mis manos aprietan sus caderas y luego abren sus piernas para poder meterme entre ellas y rozar mi erección contra su calor, gime cuando mis labios toman su capullo endurecido y lo chupan.

-Por favor…

Sonreí contra su piel y baje mis besos por su abdomen hasta llegar a su monte de venus donde deposité un beso para acto seguido romper sus bragas y quitar la tela de mi vista.

-Dime lo que quieres y te lo daré…

-Tu boca, necesito tu boca allí.

-buena niña.- dije en tono bajo y seductor. Mis labios chocaron contra su calor y mi lengua hizo una lamida por toda la zona probando y saboreando su esencia, gime cuando mis labios se encuentran con su clítoris y mis dedos con su entrada. Empujó los mencionados dentro de ella y su espalda se arquea mientras sus manos se sujetan fuertemente a las sábanas, dejándolas arrugadas en el proceso, su cabeza se hunde en la almohada y gemidos guturales salen de esa linda boquita que tiene, veo el efecto que tengo en ella y hago mi trabajo, mis dedos empujan velozmente y mi lengua juega con su manojo de nervios.

-¡Mierda!

Un grito tras otro y una sonrisa se forma en mis labios. Se corre y su respiración se vuelve loca, admiro lo que logre en ella y sonrió al verla así, mojada, sudorosa, agitada y necesitada de más. 

-¡de rodillas ahora! No lo repetiré dos veces.- rápidamente obedece y sus piernas se doblan haciendo que caiga al suelo de rodillas, una imagen digna de admirar.- chupalo como una buena niña.- sus manos quitan ágilmente mi cinturón, pantalones y boxers, mi dura erección sale disparada, la toma en sus manos y masajea lentamente para luego llevarla a su boca, mis dedos se enredan en su cabello y le formó una coleta desordenada para que este no le estorbe, mis labios se abren y suspiros salen de ellos pues ella está haciendo su trabajo perfectamente bien, luego de unos minutos la levantó del suelo y la beso con pasión para acto seguido cargarla hasta la cama.- en cuatro amor.- sonríe y contenta se coloca en posición, busco mi cinturón para atar sus manos, me alineo en su entrada y la embisto de golpe haciéndola gemir y enterrar su cabeza contra el colchón, su pecho está contra las sábanas dejando su culo completamente expuesto a mi, golpeo y masajeo sus nalgas mientras la follo hasta el olvido, duro y sin piedad haciéndola gritar.- te sientes tan jodidamente bien..

-¡Me voy a correr!

Grita mi nombre y luego de un par de embestidas más ambos nos corremos juntos.

Ella piensa que esto terminó pero no, desató el cuero de sus muñecas y mis labios devoran los suyos.

-montame.- obedece y me tiro en la cama quedando sentado y respaldado en la madera, sus piernas están a cada lado de mi y lentamente baja haciendo que mi miembro la penetre completamente.- te ves hermosa.- sonríe y me besa mientras da saltos sobre mí buscando su propio placer, mis manos toman su cintura y la aprietan duramente luego suben a sus pechos y los sostienen para evitar que sigan brincando.

-¡Mierda! Te sientes tan bien Five.- gime mi nombre y sus caderas se mueven con desdén contra mi, la siento apretarse y se que está cerca así que nos volteo y quedo sobre ella, empiezo a embestirla con brusquedad provocando que su mano vaya a su boca para callar sus gritos, la quito y las inmovilizo por encima de su cabeza.

-Quiero escucharte gritar cuando te corras en mi polla Dagmar.

-¡Carajo Five! 

Nuestras liberaciones corren nuevamente y ambos caímos rendidos.

-te amo…

-Yo a ti Five pero más tarde no podré caminar…

-¡Upps!.- me río y ella hace lo mismo, su dulce risa inunda mis oídos y mis brazos la atraen hacia a mi, beso sus labios y sonrió al verla así, solo para mi.- Iré a ducharme, tengo pendientes, prometo volver en la noche..

-¿A dónde irás? ¿Puedo ir contigo?

- prefiero que te quedes, no quiero que te pase nada malo, iré a un bar cercano, con Valdez.

-está bien Five.. cuidate mucho.

Beso su mejilla y me dirigo al baño dejándola allí.

Salgo de la ducha y me arreglo intentando hacer el menos ruido posible pues Dagmar se ha quedado dormida por el cansancio.

Antes de irme pongo mi arma en la cintura y la cubro con mi chaqueta para acto seguido darle un beso a mi mujer y cubrirla con las sábanas.

-Vuelvo más tarde…- susurro y ella se encoge, un suspiro sale de sus labios y sonrió para luego caminar hacia la puerta y salir de allí.