Capítulo 5

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Narra Jace

Jade tenía que volverse de alguna forma. Así que, no tuvo más opción que ir en el auto conmigo.

Aunque las cosas que dije fueron ciertas, de la manera en la que fueron dichas, parecían sonar peor de lo que en realidad era o de lo que en realidad quise decir.

El silencio en el auto era algo inexplicable, nunca había vivido una situación así. La tensión se podía notar desde cualquier punto del mundo y la incomodidad y el enojo también.

Cuando llegamos a casa, tampoco hablamos y yo no quise insistir más con el tema. Sabía que quería estar sola en estas circunstancias y que ambos teníamos cosas que pensar.

A pesar de que estábamos en el mismo espacio, estábamos en mundos completamente diferentes.

Ya a la hora de dormir, ella, sin aún dirigirme la palabra, agarró su almohada y se fue a dormir al sofá. Yo me quedé en mi cama, claramente, sin pegar un ojo.

Esto me llevaba a la primera vez que se quedó a dormir aquí, aunque obvio, en situaciones completamente diferentes.

Jade era una de las personas más orgullosas que había conocido en toda mi vida. Sabía que no iba a dar el primer paso a disculparse. Y, además, por el "Nunca ganarás una discusión conmigo. Jamás".

Suspiré, me levanté de la cama y fui hasta el living. No ví a Jade en el sofá, la vi en el balcón que daba al living con los antebrazos apoyados en el barandal.

Caminé hasta ahí, abrí el ventanal y salí afuera. Me puse a su lado y la miré: tenía todavía el pijama de shorts y remera con tirantes. Se veía increíblemente sexy, y más que nada, afuera con la luna iluminándola. Si no estuviera molesto con ella, la comería a besos.

Aunque era primavera, hacía un poco de frío. Yo que estaba sin camisa, me moría, no sabía como estaba aguantando ella.

-Puedes enfermarte, ¿quieres mi hoddie lila?- rompí el hielo, quizás de la manera más tonta. Pero, ella amaba ese hoddie, era un recuerdo de nuestra primera vez y yo y lo consideraba como que era de ella.

No contestó. Ni siquiera me miró, me ignoró completamente.

-¿Tampoco puedes dormir?- nada otra vez- Ya, Jade, por favor, hablemos- dije finalmente casi rogando y me acerqué un poco más- Odio pelear contigo.

-Entonces no empieces a decir cosas que me lastimen- respondió con ese enojo tranquilo que eso lo ella tenía enderezándose para mirarme- O espíes mientras hablo con mis amigas, o seas tóxico con todo el sentido de la palabra.

Quería reclemar que no era tóxico. Al menos, yo no lo veía de esa forma, lo veía como que no había entendido. Pero no quería formar otra pelea, así que, me lo tragué.

-De verdad lo siento si te hice sentir de esa forma. Enserio no es mi intención- dije sincero- Lo último que quiero es que pienses que soy así.

-Entonces no lo des a enteder- me contestó aún mal.

-Me estoy disculpando porque sé que dije estupideces y actué egoista- reconocí- Pero, Jade, también tienes que entender lo que puedo sentir yo si quieres irte junto a un chico al que amaste tanto y aún lo haces. Junto a un chico que aún quieres como mejor amigo a pesar de todo- expliqué- Con el tiempo, sé que tendré que vivir con eso, pero... no me cae bien Howard y nunca lo hará. Perdóname.

-Creo que no comprendes, Jace- respondió cruzándose de brazos. Mi nombre en su boca se escuchaba horrible, con ella, yo era "rubio". Aunque su tono ya no era como el de antes. Parecía que, simplemente, intentaba explicarme las cosas- Sé que debería importarme si te cae bien o no Howard, pero, honestamente, no, no me importa en lo más mínimo. Por alguna razón extraña, me da igual- aclaró- Lo que me molesta de tu actitud es que intentaste manejarme como tú querías. Ante dos opciones, agarraste la que a ti te parecía y quisiste arrastrarme- siguió más tranquila y empecé a sentirme cada vez peor- Si vas a seguir así... esto no va a funcionar.

Sé que le costó el alma y el corazón decir eso, porque sus ojos se cristalizaron. Y ante esas palabras, sentí que me caía y que a mí corazón le habían dado cuatrocientos golpes y se me cerró la garganta.

-¡No!- exclamé rápido haciendo un ademán con las manos- ¡Jade, por Dios, no! Ya dije que lo lamento, te juro que no volverá a pasar- agregué desesperado poniendo ambas manos en sus mejillas.

-Lo lamento también, rubio- susurró descruzándo los brazos y poniendo sus manos en mi espalda en casi un abrazo. Yo me acerqué más y junté nuestras frentes- Tampoco dije cosas muy inteligentes. Es solo que...

-Yo fui el idiota- interrupí- Y en serio intentaré no serlo más.

Ella terminó de acercarse para juntar nuestros labios y formar un beso. Se lo devolví y ninguno de los dos cambió realmente la posición. Pero, Jade empezó a acariciar mi espalda descubierta de una manera delicada y tentativa.

Intensifiqué el beso agregándole la lengua y ella correspondió igual. Pasé una mano por abajo de su camisa y acaricié su piel hasta llegar a uno de sus pechos. Empecé a tocar con suavidad mientras ella lanzaba jadeos en mi boca.

Se separó un poco solo para hablarme y aproveché para empezar a besar su cuello.

-Esto me encanta, no tienes idea. Pero, ¿podemos ir adentro? Siento que nos vamos a caer- lo dijo con un tono tan sexy que casi me muero ahí mismo.

Solté una risa sin separarme de ella y le contesté levantándola en el aire agarrando sus piernas y poniéndolas en mi cintura.

Ella rió y la llevé hasta el sofá para ponerme encima.

-Te amo.

-También yo.

Hoy y Siempre ✈️ (Jace Norman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora