I

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Villanelle...

Déjame salir...

Villanelle...

Déjame salir...

Déjame salir...

¡Dejame salir maldita perra!

La joven de ojos grises se despierta sobresaltada y al abrir los ojos comienza a respirar fuerte, se incorporó sobre la cama y suspiró.

Soy parte de ti.

Su mirada se dirigió hacia el espejo viendo una versión terrorífica de si misma sonriendo con maldad.

Jamás podrás librarte de mí.

Villanelle cerró los ojos intentando que la oscuridad no la controlará.




•••

Charlie Swan entró a la cocina y saludó a su hija quien estaba desayunando.

—Buenos días.

—Buenos días.

El hombre se hizo su desayuno y se sentó a comer, su hija lo miro notando su rostro cansado.

—¿Dormiste bien?—pregunto su padre—

—Sabes que no—respondió ella— Y tu tampoco lograste dormir, ¿verdad?
... por mi culpa—agregó—

—Eso no es cierto, yo-

—No duermes porque me temes— lo interrumpió—

—Tú no me das miedo, hija— dijo el hombre—

—Mientes, puedo sentirlo—aclaró—

—Eres mi hija, Villanelle, te amo, tú no me das miedo— comento—

Ella sabía que él la amaba pero también sabía que le temía y no lo culpaba, incluso ella tenía miedo de si misma, más específicamente,  al ser oscuro que tenía dentro de ella.

—Gracias— dijo su hija—

—¿Porque?—pregunto confundido—

—Por adoptarme sin importar lo que decían de mí en el orfanato y por quedarte conmigo cuando supiste la verdad— respondió Villanelle— Te quiero, papá.

—Y yo a ti—sonrió— Bueno—dijo levantándose— Tengo que ir a buscar a Bella en el aeropuerto, nos vemos al rato, princesa— beso la frente de su hija y se fue—

Villanelle subió a su habitación y se puso a dibujar mientras escuchaba música.




•••

Charlie estacionó la patrulla frente a la casa y ayudo a Bella con sus maletas, entraron y subieron las escaleras.

—La vendedora escogió la ropa de cama—dijo el hombre entrando a la habitación— ¿Te gusta el morado?.

—El morado es lindo—comentó Bella—

Hubo un pequeño silencio antes de que ambos escucharon pasos en el pasillo, Bella miro hacia la puerta y de esta apareció una joven de ojos grises, su rostro estaba inexpresivo, algo que intimidó a la recién llegada.

—Bella, ella es Villanelle, mi hija, Villanelle, ella es Bella—presentó Charlie—

—Bienvenida— dijo seria—

Bella asintio tímida murmurando un 'gracias' y sin más Villanelle se retiró.

—Creo que no le agrade—comento la joven—

—Ella es así con todos—dijo el hombre—

—¿Porque no sabía de ella?—pregunto su hija—

—Si hubieses llamado de vez en cuando a tu padre te hubieras enterado—hablo Charlie—Dejare que te instales—dijo para luego retirarse—















DARK • Alice CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora