DARK • Alice Cullen

VII

Los Cullen esperaban a los neófitos en el campo y los lobos permanecían oculto entre los árboles para tacar.  Podían escucharlos, los nuevos vampiros corrían siguiendo el olor de la sangre de Bella.

Villanelle cerró los ojos y dejó que Darkness tomara el control.

Una sonrisa adorno su rostro.

—Que comience la diversión—comento cuando los neófitos estuvieron en su campo de visión—

Corrió luchando con cada neófitos que aparecía en su camino, les lanzaba bolas de energía desintegrandolos, a otros les infligia dolor antes de arrancarles la cabeza y con otros les daba más pelea, para más diversión claro.

Los lobos se les unieron y empezaron a luchar junto a los Cullen, ayudándose entre sí.

Victoria miro sorprendida desde lejos, y al no encontrar al vampiro castaño abandonó el lugar buscándolo.

Darkness vio a Paul con dos neófitos tratando de aplastarlo con sus brazos, se telestransporto a ellos y le clavo una espada creada de su energía oscura haciéndolo cenizas, mientras que Paul le arrancó la cabeza al otro.

—De nada— dijo antes de irse y matar a los neófitos que quedaban—

Al acabar con todos, juntaron sus restos y los quemaron.

Luego de unos minutos Edward y Bella aparecieron junto con Seth.

—¿Cuanto falta?—pregunto—

— Al menos unos diez minutos—contestó Alice—

—La manada debe irse, no honraran el tratado con ellos—hablo Carlise—

Leah en su forma lobuna vio a un chupasagre salir detrás de una roca. Gruño mostrando sus afiliados dientes antes de abalanzarse a él.

—¡Leah, no!—gritó Edward—

El neófitos rodeo con sus brazos a la loba.

Darkness corrió hacia ellos transformándose en un gran lobo negro, quito al neófito de Leah e intento morderlo pero el vampiro se las arreglo para rodear el cuerpo de ella y quebrarle las costillas.

Un quejido de dolor salió de ella y callo al suelo en su forma humana.

—Carajo...—dijo entre dientes—

El resto de la manada acabo con el neófito.

Carlise se acercó rápidamente a la chica que se quejaba de dolor.

—Tiene la mitad del cuerpo fracturado—dijo mientras la revisaba cuidadosamente—

—¡Darkness!— Leah se acercó en su forma humana y se arrodilló—

—Estoy... bien...

El resto de la manada apareció en su forma humana.

—Su cuerpo está sanando pero no de la forma correcta...—dijo el doctor—

—No ha tiempo, carlise—dijo Edward—

—Pudrete, Edwardo— dijo entre dientes la joven—

—Llevenla a nuestra residencia—dijo Carlise mientras se hacía a un lado—
Estaré ahí lo más pronto posible.

Con cuidado tomaron el cuerpo de Darkness y se la llevaron lejos del campo.

•••

Todos se encontraban en la sala escuchando los desgarradores gritos de Darkness mientras le acomodaba los huesos de su cuerpo, Leah sentía una punzada en su corazón al escucharla, al igual que Alice.

Cuando Carlise bajo las escaleras, la loba se acercó y lo miró esperando que le dijera el estado de la chica.

—Lo peor ya pasó— dijo el rubio— Ella estará bien.

Suspiró aliviada.

—Gracias...— dijo Leah—

—Pregunta por ti, ve. Esta en la habitación que está al fondo.

La loba fue a la habitación donde se encontraba, y la vio, tenía vendajes en el brazo y en el torso, su respiración era agitada y tenía una capa de sudor en su rostro.

—Hola, preciosa—sonrió cansada—

La loba se acercó con los ojos aguados.

—Lo lamento, fue mi culpa, fue una acción estúpida—dijo Leah—

Darkness agarro su mano con la que no estaba vendada.

—¿Tú estás bien?

—¿Porque demonios me preguntas eso?, mira como estas por mi culpa.

—¿Tú estás bien?—volvió a preguntar—Me importas tú, Leah... eres importante para mí, como si de una imprimación se tratara, no soportaría perderte... así que, responde me, ¿tú estas bien?

—Estoy bien...

—Entonces yo también lo estoy— le sonrió—