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Parte 13.

Apenas entraban los rayos del sol a aquella habitación desordenada con vasos  de días anteriores sin haber sido recogidos. La cama yacía en su lugar y vacía. El suelo era el que recibía el peso de aquel cuerpo que miraba hacia algún punto localizado en su pared; estaba en una posición casi fetal.

Siempre que llegaba de la escuela se tiraba en el suelo de su habitación sobre su alfombra. Bueno, realmente no era siempre, sólo cuando lo veía a él. A TaeHyung.

JungKook sentía un combo de sentimientos y emociones hacia TaeHyung, pero todo terminaba en un suspiro largo y una mirada vacía en la alfombra de su habitación donde nadie lo podía molestar. No sabe la razón exacta del por qué se sentía así, pero el simple hecho de no tener a TaeHyung y de verlo con alguien más le generaba una mezcla de dolor y rabia.

A eso se le llama celos, pero su orgullo no acepta que tiene celos de Min YoonGi. Un chico perfecto que claramente era lo ideal para TaeHyung.

¿Por qué es tan complicado?

A JungKook no le gusta TaeHyung.

— No me gusta, él me hizo algo malo.

Murmuraba sin darse cuenta que había hablado lo que estaba en sus pensamientos.

Pronto un sonido molesto proveniente de su celular lo hizo saltar de susto y salir de su trance. Era una llamada de Jimin.

— Hey, Kookie.

— No me llames así.

— ¿Por qué tan frío? ¿Estás molesto?

Un suspiro largo y vencido por parte de JungKook se escuchó.

— Sólo estoy cansado — respondió le pelinegro, rodando sus ojos —.

— ¿Pasó algo entre tú y Irene? — seguía preguntando Jimin.

— No, ni al caso con ella. ¿Por qué llamaste?

— Te he notado muy extraño estos días, sólo quería tener una plática seria como amigos que se apoyan — respondió al otro lado de la línea —.

Terminaron la llamada quedando para que Jimin llegara a la casa de JungKook, tardando menos de 20 minutos en llegar a esta. Ahora los dos se encontraban en la sala de estar. JungKook echado hasta atrás en el respaldo del sillón, mientras que Jimin se inclinaba hacia delante del otro sillón para poder hablar bien con su amigo.

— ¿Y bien? — inició con una pregunta Jimin.

— ¿Se te ha declarado alguien muy cercano a ti y lo rechazaste? — preguntó el pelinegro, Jimin miraba hacia arriba, frunciendo su entrecejo tratando de recordar algo similar — Pero tiempo después te sientes extraño hacia esa persona, entonces ¿realmente te gustó o no?

— Te está gustando.

Una simple respuesta que lanzó Jimin sin pensar. JungKook se incorporó de su asiento y miró a Jimin queriendo más respuestas. Mostrando su interés ante aquello.

— Sí, te está gustando. Mencionaste que antes eran cercanos, hubo un lazo que los mantuvo cerca y unidos, la confianza y demás, ya existía un cariño ahí, entonces, luego de aquel rechazo te pones a pensar en cómo sería si estuvieran juntos y comienzas a añorar y desear algo más que una simple amistad — explicó Jimin —.

JungKook comenzó a juntar las piezas, asintiendo suavemente ante lo que su amigo estaba explicando.

— Pero ¿y si hizo algo muy malo hacia ti para poder conseguir tu amor? — volvió a preguntar JungKook.

— ¿Quién no haría la cosa más estúpida para conseguir el amor de la persona que deseas tener a tu lado?

JungKook se quedó perplejo. Sus cejas se levantaron ligeramente ante la sorpresa de aquella palabras.

TaeHyung hizo aquello por miedo que JungKook lo rechazara. ¿Pero por qué eligió usar esa pastilla y no otra cosa?

— ¿Seguirás diciéndome las cosas en tercera persona o ya me vas a decir que se trata de TaeHyung y tú?

Rápidamente JungKook se giró a su amigo aún más sorprendido.

— ¿Qué?

Un suspiro por parte de Jimin antes de responder.

— TaeHyung y tú ya no están juntos como solían estarlo, grandísimos amigos que eran y de la nada no están juntos. TaeHyung inicia una relación con el presidente del consejo estudiantil y tú caes en una crisis. TaeHyung era tan obvio. ¿Nunca notaste su mirada?

JungKook negó con su cabeza, echándose hacia atrás con sus manos en su cara.

— ¿Qué fue lo malo que te hizo? — interrogaba Jimin.

— Me drogó para tener sexo con él.

— Pero pudiste haberte ido, ¿por qué te mantuviste?

— No sé, Jimin. No lo sé. Simplemente estaba muy excitado y Tae me provocó y no pude detenerme.

— Pero no fue la única vez que lo hiciste con él drogado, ¿miento?

Y no, ya lo habían hecho antes sin necesidad de usar aquella pastilla.

Se formó un silencio.

— Lo tomaré como un sí — Jimin soltó nuevamente un suspiro —. No sé qué ganas también estando con Irene fingiendo una relación cuando realmente te cae mal y te disgusta.

— No vengas a decirme qué hago bien o qué hago mal — JungKook descubrió su rostro y miró molesto a Jimin —.

— Te estoy diciendo la verdad. Abre tus ojos, JungKook, ¿vas a seguir mintiéndote a ti mismo? También te gusta TaeHyung. Ya deja de hacerle tanto daño con Irene, lo único que logras con eso es que se aleje de ti. TaeHyung ya no vendrá más a tus pies a rogarte amor.

JungKook suspiró pesadamente, rascando su cabello desesperadamente.

— TaeHyung tiene a YoonGi ¿vas a dejar las cosas así?

— No.

— Espero pronto resuelvas todo tu desastre.

— Gracias, Jimin.

— ¿Cuál gracias? Invítame la cena, tonto.

La sala se llenó de risas.

Jeon JungKook estaba motivado a arreglar todo lo malo que hizo, porque sí, al fin había aceptado que él también había hecho mal. ¿En qué momento se convirtió en un bully (persona que acosa para denigrar a alguien más)? Había humillado, maltratado y ofendido a quien fue su mejor amigo. A quien aún ama y valora.

Pronto tomaría el valor para pararse frente a él y hablar las cosas.