JungKook, al verse al espejo, se sorprendía. No sólo había cambiado físicamente. Ya no tenía su delgado y frágil cuerpo, ya no había esas mejillas regordetas que no permitían ver su mandíbula y barbilla remarcadas, ya no tenía el mismo corte de pelo y mucho menos la estatura de hace tres años. También había cambiado su forma de ser.
Y más cambió lo que tenía con TaeHyung, su mejor y gran amigo.
Le había decepcionado el trato que le dio a TaeHyung.
¿Cuándo cayó tan bajo y por qué de pronto comenzó a ser así?
TaeHyung siempre había sido un chico tan lindo, inocente y tierno. No merecía haber recibido aquel trato de Jungkook y él lo sabía. Lo sabía tan bien, pero dentro de él se negaba a aceptar que él fue el que le hizo el mayor daño.
Siguió apreciándose en el espejo frente a él, pasando su mano por su pecho desnudo, trayendo a su mente imágenes de TaeHyung en aquellas posiciones sexuales y eróticas, con gestos llenos de excitación y placer, emitiendo aquellos gemidos que erizaban los vellos de su piel.
Todo esto pasó por esa pastilla azul.
Le gustó TaeHyung de esa forma y le fue difícil sacarlo de su mente. Desde que lo sintió por primera vez, no quería intentarlo con nadie más. Todo fue diferente.
Y es que recordarlo postrado boca abajo y con su trasero en alto, alteraba la química de su cerebro y hacía trabajar el circular de su sangre hasta su miembro, justo como en ese momento que no dejaba de recordar a TaeHyung. Mostrando una gran erección que se remarcaba en su ropa interior. En el momento que el pelinegro se dio cuenta, escuchó el timbre de su casa.
— ¿Es enserio? ¿En este momento? — murmuró para sí, quejándose entre dientes.
Rápido tomó un pantalón de ejercicio gris para vestirse, dejando su torso descubierto y bajando así para abrir la puerta. Pero antes, preguntó:
— ¿Quién es?
— Eh... Soy yo, JungKook...
Es voz débil y temblorosa era tan fácil de identificar. ¿Qué hacía ahí?
— ¿TaeHyung? — el pelinegro abrió la puerta de su casa, dejándose ver y viendo al rubio.
— Quería darte una sorpresa y bueno, aquí estoy — respondió ligeramente avergonzado, evitando el contacto visual —.
— Qué curioso, justo pensaba en ti.
Y vaya pensamientos.
— ¿En serio? — Miró emocionado a JungKook, haciendo notar un brillo en su mirada.
— Claro, recordaba tu linda sonrisa.
Querrás decir "trasero", JungKook.
Dejó pasar a TaeHyung que pareciera que era la primera vez en casa de JungKook.
— También estaba pensando en ti — admitió con un ligero sonrojo TaeHyung, sentándose tímido en el sillón —.
— ¿Y qué era lo que pensabas, Taetae?
JungKook se acercó hasta el rubio ya sentado, sin embargo, no se sentó de inmediato, algo lo cual aprovechó TaeHyung para observarle detenidamente, repasando su torso desnudo bien tonificado y...
Y...
TaeHyung parpadeó y volvió a repasar su mirada para confirmar lo que habían visto sus ojos. ¿Era la bendición de esos pants gris o realmente JungKook estaba despierto (saben a lo que se refiere)?
— ¿Tae?
JungKook tomó asiento a su lado con las piernas demasiado abiertas y frotando la palma de sus manos en cada muslo.
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• | Viagra | • KookTae • |+ 18|
FanfictionAdvertencias antes de leer: ≥ TaeHyung bottom(pasivo) y JungKook top (activo). ≥ Contiene lenguaje explícito (no tanto, pero sí una que otra cosita). ≥ Contenido sexual (lemon). Síntesis de la historia: Un secreto tiene guardado Tae, desde que tenía...