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Lando

Revisaba mucho papeleo, estaba cansado, toda la noche me la he pasado aquí, mi casa se destrozó por fuera, me dolía verla así, era un espacio tan bonito.

Llegue a pensar en cambiarme de lugar, pero esta era mi casa, más que nada me pesa que aquí había muerto mi madre de un infarto, no podía irme de aquí, me pesaba.

Afortunadamente todos se encontraban bien, Charles y Raquel que fueron a los que más los afectó, tienen cortadas en las piernas, Raquel tiene algunas en su rostro y Charles algunas en su abdomen, pero todo esta muy bien.

Mire mi reloj y eran las nueve de la mañana, de seguro Raquel ya se había despertado, salí del despacho pasando una mano por mi cabello y subí las escaleras para ir directo a la habitación.

Me paré al ver la puerta abierta y escuchar voces adentro, después de unos cuantos segundos la pude identificar, era Carlos.

-¿estas segura que todo bien?

-si Carlos, todo bien, no tienes que estar aquí en serio

-tu me cuidaste así que me toca a mi cuidarte a ti ¿no?

Puedo asegurar que sonrío ante esas palabras, y ni si quiera sabía pero estaba celoso, me ponía muy celoso de Carlos, si se lo proponía, podía tenerla ante sus encantos.

-Gracias, pero Lando debe estar por venir

Sonreí al ver que me había nombrado, significa que aún me quiere o me aprecia, por lo menos, ¿no?.

Ahora si decidido toque la puerta para asomarme un poco y brindarles una sonrisa.

-¿cómo estás muñeca?-(dije caminando hacia ellos)-¿necesitas algo?

-aspirinas-(acotó riendo)

-mmm, has tomado muchas, me preocupa que te pueda pasar algo

Carlos estaba muy incómodo, y yo disfrutaba de ver como me veía y sonreía, sigo sin dormir aquí, aunque me muero por hacerlo, pero no quiero que se vea tan apresurado.

-lo se-(bufo)-¿podrías tráeme un poco de té? Por favor

-yo me iré que tengo unas cosas que hacer-(dijo Carlos levantándose)

Raquel lo tomo de la mano y le impidió que se fuera, mire atento la escena, parecía de dos enamorados despidiéndose en un hospital.

-Gracias por estar el pendiente

-lo hago con gusto Raquel-(le soltó la mano)-ire a ver a Vargas-(me dijo)-a y Verónica parece que cogio una enfermedad de transmisión sexual, llame al médico para que venga y la examine.

Le asentí con la cabeza y ya que vi que se fue, cerré la puerta para sentarme en el banco que había al lado de la cama.

Mirar sus facciones, sus labios carnosos y rosados, sus ojos grandes, su cabello, era mi pasatiempo favorito, admirar todo de ella, me tenía completamente loco, ella no tiene idea de como la pienso todo el día, no tiene ni la menor idea.

-quiero hablar de algo serio contigo-(dije)

-¿que pasó?

-me preocupa que tú no estés siendo feliz, y antes de que me digas algo creo que te mereces una disculpa-(lo tomé la mano)-he sido un pendejo en estas últimas semanas, nada de lo que he hecho ha estado bien, lo acepto, créeme-(noté como sonrío)-pero lo hacía para protegerte

-¿cogerte a Kelly era para protegerme?

-no, eso fue por qué estaba muy frustrado y lo siento igual-(asintió con la cabeza)-ahora, yo te quiero mucho Raquel, como no tienes idea en serio, te llevo en el corazón y te pienso con la mente día y noche...-(me interrumpió)

-¿eres poeta?

-tomate las cosas en serio-(dije riendo)-ya en serio, en serio te quiero pero si tu no estás feliz aquí y si quieres irte, lo entiendo, y no te voy a detener por que tú eres libre de decidir que hacer con tu vida, pero que sepas que me enamore de ti como nunca me había enamorado de alguien

Espere una respuesta de su parte la cual no obtuve, simplemente me miraba a los ojos y apretaba mi mano, tenía los labios partidos, una cortada cerca de su ojo izquierdo al igual que en su cachete derecho, y aún así, se miraba hermosa.

-también te quiero Lando, y me quiero quedar aquí contigo...

FBI (LANDO NORRIS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora