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Raquel

Mire los ojos de ese hombre como si fuera la primera vez que los vi, su respiración me ponía tranquila, tenerlo cerca de mi me relajaba, su tacto con mi piel me era placentero, todo en el era un bien para mi.

-saliste-(sonreí)-yo...lamento no haber estado ahí-(lo abrace)

-no hace falta que finjas, Charles ya me lo dijo-(volteo a ver a su amigo)-y se lo agradezco que me lo haya dicho

-(asentí con la cabeza)-lo siento mucho

-no lo lamentes, fue demasiado tiempo Raquel, era obvio que encontrarías a alguien más-(roso su mano en mi brazo descubierto)-solo quiero decirte todo lo que llevo guardando, por que de otro modo solo me sentiría destrozado.

No sabía que hacer, ¿me iba con el? ¿Comenzaba de nuevo con el? ¿Dejaba toda mi vida por el? Esas preguntas resonaban en mi cabeza una y otra vez sin parar, y es que su presencia me es muy difícil.

-has logrado que tenga ganas de verte a cada segundo e imagine una vida a tu lado-(comenzó a rozar sus manos con las mías)-podría decirte que nunca había experimentado tal sentimiento tan profundo e intenso; desde que te conocí mis amaneceres son mejores y brilla más el sol-(voltee mi mirada a Charles que ahora estaba saliendo a la terraza para darnos privacidad)-estaba ansioso por verte reír, por verte despertar a mi lado cada mañana, esos ojitos tan preciosos cuando les pega el sol de la ventana, pero estoy de acuerdo con que llego alguien más a ser dueño de ese grandioso y bondadoso corazón que llevas dentro.

A este punto yo ya están rota, estaba en un mar de lagrimas, había aprendió a vivir sin la presencia del hombre que había robado mi corazón, y hasta el día de hoy, todo lo había llevado muy bien, pero al parecer, Lando Norris no había salido del todo de mi pecho, ni de mi mente, ni de mi persona, el sigue ahí dentro como el primer día.

-Soy consciente de todos los te quiero que te he dicho desde que te conozco, pero siento que nunca son suficientes.

-¡ya basta! Ahora que he aprendido a ignorarte, o a obligarme a creer que lo hago, volver a mirarte sería el peor de los errores que podría cometer. Ya hemos comprobado que mientras más nos amamos, más nos herimos, y que no existe remedio para tal sufrimiento-(dije llorando a más no poder)-Quizás, si tuviese la valentía de mirarte nuevamente en lo profundo de tus ojos, podría recordar que una vez te amé del modo más intenso e irracional que se pueda amar a alguien. Tal vez recordaría tus deliciosas palabras recorriendo mi cuerpo y haciéndome explotar de lujuria en cada esquina. Pero entonces, al despertar de aquellos recuerdo, volverían las lágrimas a vivir copiosamente en mis ojos-(dije casi en un susurro)

-Raquel, eres mi todo, y yo soy tú todo, lo sabemos, hablemos bien por favor, te amo como no tienes idea, eres mi sol de día y la luna de noche, y si voy a Saturno serías las nueve lunas, entiende, desde el día que te conocí, te convertiste en el amor de mi vida y el ser humano tiene que vivir acompañado de él

Viajaba mi mirada de sus ojos a sus labios hasta que tomé las fuerzas suficientes y lo besé, lo besé como jamás había besado a Ramón, con lujuria, pasión, ganas, amor, con todo lo que sentía por Lando y todo lo que llevaba extrañando de el.

Nos encerramos en mi cuarto a base de tropiezos y de besos, supongo que Charles nos vio y se pondrá a ver algo en el televisor, mientras Lando y yo, después de diez años de conocernos, teníamos nuestra primera noche juntos en la intimidad.

-¿esto es el adiós?-(dijo acariciando mi cabello una vez que habíamos terminado)

-un adiós muy definitivo...

FBI (LANDO NORRIS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora