ｒｏｓｅｓ － ｆｒｅｎｎｉｅ

13

Esa noche fue divertida. Fueron a un bar y todos tomaron, menos Bonnie, que tenia que manejar y Foxy no llego a emborracharse. Todos acordaron en quedarse en la casa del peli lavanda, ya que era la mas cercana. 

Todos se estaban yendo del el bar, unos estaban dormidos y otros estaban diciendo incoherencias mientras caminaban tambaleándose. Bonnie cargaba a Freddy, mientras llevaba un pack de latas de alcohol para tomar después cuando llegue a su casa. 

El viaje fue silencioso, solo se escuchaban los ronquidos de los borrachos en el fondo del auto. Foxy estaba viendo por la ventana y Bonnie estaba manejando. Llego un semáforo en rojo y el peli lavanda poso su mirada en el espejo para mirar por unos segundos al moreno, casi en un santiamén sonrió con dulzura mientras sus pómulos generaban un ligero carmín. 

El pelirrojo noto toda esta escena y empezó a bromear sobre el tema.

-Entonces.. Freddy- Dijo en un tono pícaro el pelirrojo. 

-¿Eh? ¿De que hablas?- Dijo aun sonrojado el peli lavanda. 

-¡Vamos Bonnie, no te hagas! Con ver tu sonrisa boba basto como para saber todo- 

-Oh, si, solo no lo hablemos tan alto, están literalmente a menos de un milímetro cerca nuestro- 

-Bonnie, es demasiado obvio que ambos se gustan- Dijo riendo el pelirrojo. 

-No lo creo Fox ¿No estarás borracho ya?- Dijo el peli lavanda mientras reía sonrojado.  

-Creo, pero no tanto para ser un idiota y no notar que ambos parecen adolescentes enamorados- 

El peli lavanda rio ante el comentario del contrario. Al momento el semáforo paso a verde y arranco el auto.

-La otra vez recordé cuando fuimos al aquapark cuando teníamos 16. Fred se habia mojado sus preciados calcetines de la suerte-  Dijo el pelirrojo con cierta nostalgia.

-Si, recuerdo que le repetimos millones de veces que no llevara calcetines porque se le iban a mojar- Empezó a reír el peli lavanda.

-Me hace acordar cuando fuimos a esas atracciones de terror y todos estaba gritando como niñas- 

-¡No te excluyas! Tu también estabas gritando como nena. La única que no se le estaba saliendo el alma era Mag-  Dijo en tono burlón el peli lavanda. 

Esa fue la primera vez en meses que ambos chicos tenían una conversación tan fluida, alegre y larga. 

Al llegar al departamento, ambos chicos intentaron levantar a los demás, algunos se pudieron despertar, mientras que otros tenían que ser cargados por los dos mas sobrios. 

Ya en el departamento, Bonnie tiro unas sabanas grandes al suelo de la sala junto con almohadas para que los borrachos durmieran cómodos. 

Ya cuando los demás estaban en la cama, Bonnie abrió una lata de cerveza y fue al balcón y se sentó para observa el cielo en silencio.  

-¿Puedo tomar una?- Dijo el pelirrojo. 

-Eso no se pregunta. Claro que si- 

El de ojos de miel se sentó en el asiento al lado del contrario. Sin muchas vueltas, entablaron una conversación.

-Recuerdo que la primera vez que te vi pensé que eras un niñito mimado- Dijo Fox riendo.

-¿¡Porque!? Ni se me notaba tanto-

-¡¿Cómo que no?! Parecías el típico estereotipo de niño de mami-

-Jeje, puede ser, pero no tan notorio-

-Recuerdo que te brillaban los ojos cuando veías las rosas- Dijo recordando con ternura Fox.

-Jaja, si, recuerdo que me gustabas- Dijo sin pensar el peli lavanda. Cuando se di cuenta lo que dijo empezó a temblar ligeramente.  

Todo quedo en silencio por unos largos minutos, los cuales fueron eternos para el oji rubí. 

-¿De verdad?- 

-Hum.. Si, creo que hace mucho, pero aprendí que cuando amas a alguien, tienes que dejarlo ir y ser feliz, además alguien estuvo para mi todo este tiempo- Dijo el peli lavanda viendo al moreno dormido en el suelo.

-Bueno, supongo que.. ¿Lo siento?- Dijo inevitablemente incomodo el pelirrojo. 

-¿Por que te disculpas? No hiciste nada malo. Solo hiciste lo que te hacia feliz-

-Bueno en general te debo una disculpas por hacerte daño. Tuve que haberlo sospechado, soy muy ciego- 

-Si acepto tus disculpas te callaras, a si que supongo que te perdono- 

- No te hagas el fortachón, amigo- Dijo el pelirrojo tomando un trago de la lata.

-Quien dice que no lo soy-

-Lo dirá el resultado de las pulseadas- Dijo el de ojos miel soltando el lata y poniendo su brazo en la mesa ya en posición. 

-Veremos quien es el fortachón-

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Ambos estuvieron hablando y riendo con total naturalidad toda la noche hasta la madrugada. Dejando pasar el tema como si no hubiera sido mencionado, mas que todo para no cagar el ambiente agradable que se habia formado.

-Oye- Dijo el peli lavanda. 

-¿Si?-

.Esta noche te vi un poco preocupado y me olvide preguntarte antes- Rio un poco- ¿Es por la boda?- 

El pelirrojo quedo callado ante la observación del chico.

-La verdad me estresa todo esto, y además me falta digerir todo lo que esta pasando. Mi mudanza con Mag, el crecer y todo esto de la boda. Aun no puedo creer que me voy a casar en, ahora, dos dias. Es mucho para pensar-

-Lo entiendo. Un día tenemos 16 años y estamos caminando en la calle de noche, hacemos picnics, seguimos estudiando y nos empezamos a enamorar. Y otro día ya tenemos 25 años, tenemos trabajos, vivimos en departamentos solos, nos casamos o solamente buscamos relaciones mas serias..- Dijo pensativo el peli lavanda.

-Si... Por lo menos nos tenemos unos a otros. Aunque suene muy cursi, con ustedes a mi lado me siento mas seguro y cuando hacemos estupideces me hace acordar cuando éramos apenas unos adolescentes- 

- Je, la verdad si. A veces me dan ganas de hacer una maquina del tiempo y volver a esos tiempos- 

-Si, me encetaría que eso sucediera... Bueno, iré a dormir, muero de sueño ¿Vienes?- 

-Tú ve, en unos minutos voy- 

El pelirrojo fue a la sala a dormir con los demás, mientras el peli lavanda seguía viendo las estrellas. Y así quedo hasta las 5 a.m. 

Fue a paso silencioso y lento en dirección a la aglomeración de borrachos dormidos y se acerco a Freddy. Se quedo mirando unos momentos y después sin pensarlo dos veces, se recostó a su lado, haciendo que el moreno, inconscientemente, lo abrazara y este se acurrucara en su pecho.