Capitulo 7: Violencia

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7 Febrero

Estimado diario, me doy cuenta de que no tengo a nadie más. La lluvia a cesado, al contrario que mi desesperación. Cada día me inunda más el pensamiento de si Jaqueline está a salvo.

Hace un par de días que desperté de mi último vahído y he tenido tiempo para reflexionar: he de escaparme. Tengo todos los planes hechos, y no tendré miramientos con aquellos que intenten impedirlo. Puede que los que una vez estuvieron unidos a mi por lazos de sangre hayan intentado con todos sus medios evitar que mis cartas lleguen a Jaqueline pero no podrán impedir que vaya a buscarla. La encontraré y cuando la encuentre ya no nos volverán a separar.

He sido paciente todo este tiempo pero mi paciencia se ha agotado, se acabó eso de intentar razonar con esas bestias. Parece ser que solo te prestan atención de la única manera que entienden: violencia.
¡Oh diario! A ti te pongo por testigo que recurriré a la más fuerza bruta si con eso consigo desatarme de esta cárcel donde son más maníacos los que la dominan que los que estamos presos.

Ya no temo a esas luces parpadeantes que salen de la habitación del fondo, o esos gritos silenciados por latigazos, ni los riachuelos de sangre que cruzan los pasillos. Toda la valentía que necesito me la da la pequeña esperanza que aun conservo en que Jaqueline sigue viva y es lo único que necesito.

No espero que comprendas lo que voy a hacer, pues si sangre tiene que ser derramada, será derramada con buenos fines.

Pero preciado amigo, no dudes que volveré.

Diario de un suicida, cartas a JaquelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora