027. La Nueva Amenaza

452 45 9
                                    

CAPÍTULO VEINTISIETELa Nueva Amenaza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO VEINTISIETE
La Nueva Amenaza

CAPÍTULO VEINTISIETELa Nueva Amenaza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

DEBIÓ DE HABERLO IMAGINADO, AUNQUE EN REALIDAD SI LO HABÍA HECHO, y es que no podía negar que realmente había disfrutado pasar aquel momento en la fiesta con Nirvana, y ahora que se detenía un poco más a tan solo pensarlo, podía percatarse de que ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

DEBIÓ DE HABERLO IMAGINADO, AUNQUE EN REALIDAD SI LO HABÍA HECHO, y es que no podía negar que realmente había disfrutado pasar aquel momento en la fiesta con Nirvana, y ahora que se detenía un poco más a tan solo pensarlo, podía percatarse de que su nombre se empezaba a volver constante en sus pensamientos últimamente; sorpresivamente no era algo solo de hoy.

Había una sensación en su interior, algo de lo cual sin embargo no tenía memoria, pero si lo pudiera describir con palabras vagas probablemente diría que sentía una sensación de familiaridad con aquella muchacha, como si de cierta manera la conociera de antes, algo de lo cual no podía deshacerse a pesar de sus memorias olvidadas, o al menos fue lo que pasó por su cabeza la primera vez que conectaron miradas.

Curiosamente después de ello, el acercamiento que hubo fue algo inevitable, y cuando menos lo imaginaba, Nirvana ya se encontraba sonriendole de esa forma tan natural en que lo hacía y refiriéndose a él como un buen amigo, manteniendose cercanos a pesar de que normalmente fuera alguien que solía mantenerse un poco más a margen. Ella solía venir como la brisa, era espontánea, dulce y siempre tenía esa personalidad tan peculiar y cómoda que rodeaba a todos los que estaban a su lado. Tal vez esa era la precisa razón por la cual disfrutaba pasar su tiempo con Nirvana, porque podía sentirse tranquilo, como si por un momento todas sus dudas y preocupaciones simplemente desaparecieran, porque de una forma u otra ella siempre tenía algo interesante por decir o una extraña forma de actuar, ¿pero acaso todo eso era suficiente para describir lo que le causaba el tan solo imaginarla? Podía recordar la preocupación, el enojo y la tristeza que se había generado en su interior cuando la había visto desvanecerse sobre el suelo en aquel duelo contra Marik. Había enfrentado el duelo con inteligencia y valentía, pero no había sido suficiente, por lo que no había dejado de culparse mientras la veía siendo atendida por los médicos, tratando de despertarla aunque no pudieran hacerlo porque la mente de la joven estaba atrapada en el Reino de las sombras.

NIRVANA, atemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora